Construyamos república
Construyamos república
Elena Ollero

La alternativa republicana es la única posible para quien no tiene herencias, ni privilegios ni derechos de sangre. Siempre mejora la vida de las trabajadoras.

 

A menudo escuchamos cómo se generaliza al englobar a la juventud en su conjunto como causantes del auge feroz de la extrema derecha e ideas reaccionarias en nuestro país. Y es así que a menudo se nos olvida como sociedad, que hemos sido precisamente las jóvenes las que hemos traído a la orden del día la organización de la lucha feminista, la necesidad de hablar de salud mental o la militancia en espacios de lucha por una vivienda digna.

Englobar a toda la juventud en un marco de auge de las ideas fascistas no hace más que alejar más aún a las jóvenes de la política. No se debe hablar por la juventud. Somos muchas las jóvenes que tenemos las ideas claras, que decidimos luchar por un mundo más justo.

Las personas de mi generación no podemos compartir un modelo en el que no elegimos al jefe del Estado, un modelo en el que los ciudadanos y ciudadanas somos vasallas, un modelo en el que una persona, por derecho de sangre es superior jurídicamente a ti, es inviolable ante la ley. Somos necesariamente las jóvenes las que debemos construir la Tercera República.

Las jóvenes no podemos compartir un modelo en el que una persona, por derecho de sangre es superior jurídicamente a ti e inviolable ante la ley. Somos necesariamente las jóvenes las que debemos construir la Tercera República

Es precisamente por eso, porque saben que somos republicanas, que el CIS no publica encuestas, que se nos niega el derecho a votar en un referéndum monarquía o república. Saben que lo perderían, y no sólo perderían los Borbones. En nuestro país la monarquía es la clave de bóveda del sistema, garante de los poderes económicos. La monarquía y el sistema en España se sostienen el uno al otro para que ninguno pierda beneficios.

La juventud se encuentra en una situación de enorme descontento con la política tradicional, entre otras cuestiones porque nunca se ha contado con nosotras para nada. Se habla por las jóvenes constantemente y nunca se nos hace partícipes de los espacios de la vida política. Pero tenemos capacidad de decisión. Queremos decidir qué modelo queremos, si uno que nos explota y nos trata como vasallos y súbditos o uno soberano, en el que las clases populares avancen en derechos hacia una vida digna.

Y es que, en nuestro país, hablar de república es más que la simple figura del jefe del Estado. A lo largo de la historia de España, tanto las proclamaciones de la Primera como de la Segunda República han sido victorias para la clase trabajadora. La república es un símbolo en la lucha de nuestra clase.

Es también por eso que existe tal operación en los medios de comunicación y en múltiples espacios de mejora de la imagen de la monarquía. Saben que van perdiendo el relato, que la ciudadanía se ha dado cuenta de que la monarquía es una institución corrupta, obsoleta y antidemocrática. Se nos vende a Felipe VI como trabajador y honrado, y a su heredera —a través de una operación mediática infame—, como una futura reina moderna y moderada.

Todo para que compremos su relato, pero ya no les vale. Porque las jóvenes de este país queremos derechos, igualdad de oportunidades y dignidad. Porque somos conscientes de que mientras nosotras no podemos independizarnos, mientras desahucian a cientos de personas en España, mientras nos destrozan nuestra educación y sanidad pública, mientras, en definitiva, no podemos vivir dignamente, la monarquía goza de todos los privilegios de los que la clase trabajadora no podrá disfrutar jamás.

Y es que los privilegios no pueden ser parte de un supuesto modelo democrático. Es así que debemos organizarnos, debemos construir la Tercera República pues solo en un modelo de Estado republicano podremos alcanzar una vida digna y mejorar en derechos.

Vivimos en tiempos complicados, con un auge de las ideas fascistas, guerras imperialistas en todo el mundo y problemáticas que como siempre tienen las peores consecuencias para las trabajadoras. Por eso ahora más que nunca debemos estar unidas, organizadas y combativas frente a los poderosos. Frente a la monarquía, las élites económicas y el capitalismo.

La república es la vía necesaria para el socialismo, para la emancipación de nuestra clase, la clase obrera.

La lucha por la república, la lucha por nuestra clase y por nuestros derechos tiene mucho que ver con los jóvenes. No caigamos en la trampa de quien quiere alejar de la política a la juventud trabajadora.

La alternativa republicana es la única alternativa posible para quien no tiene herencias, ni privilegios ni derechos de sangre. La república ha implicado siempre y así continúa siendo, mejorar las condiciones de vida de las trabajadoras y caminar hacia un sistema en el que no existan súbditos, ni explotados, ni poderosos. Caminar hacia el socialismo.

Nos quieren calladas, y dóciles, nos tendrán libres, combativas y organizadas siempre por la república. Construir república es construir derechos y dignidad.


Fuente → mundoobrero.es

banner distribuidora