A las 9:30 horas de la noche un grupo de falangistas, armados con pistolas simuladas, dirigido por su jefe de centuria Manuel Ortuño, tomaba violentamente las instalaciones de la emisora de «Unión Radio» en la calle Don Juan de Austria de la ciudad de Valencia, rápidamente amenazaron y golpearon al portero Aciliano Bustos, ex suboficial del ejército que se encontraba con su hijo de 16 años para, posteriormente, amordazarle y dejarle inconsciente. A continuación pasaron al estudio central de la emisora, donde se encontraba el ordenanza Crescencio Garrido, leyendo un libro, al que neutralizaron con facilidad. Uno de los asaltantes permaneció, en una habitación contigua, vigilando al mecánico de la emisora Vicente Esteban, mientras los demás entraban en el locutorio cercano donde se encontraba trabajando el carismático locutor valenciano Vicente Llopis Piquer, al que encañonaron obligándole a apartarse del emisor. En ese momento, y en horario de máxima audiencia, lanzaron una proclama, vitoreando al fascio, en la que anunciaban que «dentro de unos días saldrá a la calle la revolución nacionalsindicalista».
El Subsecretario de Gobernación, Osorio Tafall, facilitó a última hora de la noche la información siguiente:
«Minutos antes de las nueve y media de la noche, se presentaron en el estudio de «Unión Radio», de Valencia, cuatro individuos que, pistola en mano, maniataron al locutor y a otros empleados que allí se encontraban, haciéndose dueños del micrófono, por el que durante cinco minutos,se dedicaron a proferir gritos, haciendo apología del fascismo. Acto seguido huyeron y cuando la fuerza pública llegó no se encontraban ya en el local».
A pesar de los intentos del Gobernador Civil interino, que era el propio alcalde de la ciudad, José Cano Coloma, para contener la indignación de la población ante este asalto, pronunciando, desde el micrófono de la radio, unas breves palabras para desvirtuar las emitidas por los militantes falangistas, se produjo una concentración espontánea ante las puertas de la emisora de unas 5.000 personas que portando banderas rojas y republicanas se manifestaron por la calle De las Barcas hacia el Parterre. Al pasar por la calle de La Paz apedrearon el café «Vodka» (uno de los más selectos de la ciudad) y continuaron por la calle San Vicente hasta la sede de Izquierda Republicana con numerosos militantes de esta Organización en las calles, formando una gran manifestación que originó graves disturbios saqueando e incendiando la sede de la derecha regional, sito en la Plaza de Tetuán, asimismo, incendiaron el diario monárquico «La Voz Valenciana», y apedrearon violentamente la sede de la patronal levantina y la sede provincial de Falange Española.
En los días siguientes, los falangistas que habían protagonizado el asalto fueron detenidos. Asimismo, el Gobernador Civil, ordenó a la Guardia Civil y Guardia de Asalto, un estrecho seguimiento de los movimientos de los militares y civiles sospechosos de estar organizando una trama golpista en Valencia. Gracias a lo cual se pudo neutralizar la participación de estos grupos el 18 de julio en las guarniciones valencianas.
Fuentes: «Levante el Mercantil Valenciano»
Unión Radio de Valencia ocupada por falangistas.
Fuente → asambleapoprepublicana.wordpress.com
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