Gustavo Durán: dandi, miliciano, espía...
Gustavo Durán: dandi, miliciano, espía...
Cristóbal Villalobos 


Finca Vigía, 1942. La Segunda Guerra Mundial parece lejana desde Cuba, pero se lucha en todos los frentes, también en la isla. Ernest Hemingway convence al FBI de que puede organizar una red de información con el objetivo de monitorizar a los posibles agentes filonazis que intentan influir en el gobierno de Batista.
 

El invento se llamó The Crook Factory y empezó a funcionar con algunos exiliados republicanos contratados por el escritor. Su idea más loca, que contó sin embargo con el apoyo del embajador norteamericano, Spruille Braden, era patrullar la isla con su yate, El Pilar, para detectar posibles submarinos nazis: reclutó a varios exiliados vascos, jugadores de pelota, que debían encestar una granada dentro del submarino en el caso de que dieran con uno.

"En 1933, decidió abandonar la carrera musical, aunque nunca dejó de componer, y se enroló en La Motorizada, una milicia socialista ligada a Indalecio Prieto"

Uno de los expatriados que reclutó para su guerra particular fue Gustavo Durán (1906-1969), uno de los personajes más atractivos y desconocidos del bando republicano. El americano lo conocía bien, lo había convertido en uno de los personajes de Por quién doblan las campanas, un hombre carismático y poliédrico, de gran atractivo, que también aparece en La Esperanza, de Malraux. Un intelectual elegante y culto, capaz de destacar en las armas y en las letras.

Músico, militar, espía, diplomático… Estudió piano y composición y se hizo amigo en la Residencia de Estudiantes de Federico, de Dalí, de Buñuel y de Alberti. Parte de un 27 olvidado, en París perfeccionó sus estudios con Paul Dukas y fue amigo de Anaïs Nin, de Ilya Ehrenburg y de Alejo Carpentier. En 1927 trabajó en el ballet Fandango del Candil, con la Argentina, lo que supuso su gran éxito como compositor.

Sin embargo, en 1933 decidió abandonar la carrera musical, aunque nunca dejó de componer, y se enroló en La Motorizada, una milicia socialista ligada a Indalecio Prieto que estaba enfrentada al sector radical del PSOE de Largo Caballero. Dos miembros de La Motorizada, llamada así por desplazarse en automóviles y autocares, tomaron parte en el secuestro y asesinato de Calvo Sotelo.

"En Washington empezó a colaborar con el Departamento de Estado, obteniendo la ciudadanía norteamericana. Su primera misión diplomática sería en Cuba"

Sin formación militar, su carisma y dotes para el mando lo llevaron, de simple miliciano del 5º Regimiento a jefe de Estado Mayor del general Kléber en las Brigadas Internacionales. También comandaría diversas unidades en batallas clave como la defensa de Madrid, donde conoció a Hemingway, el Jarama, Brunete y Teruel.

Dirigió también el Servicio de Información Militar (SIM) en Madrid, asesorado por el jefe del espionaje soviético en España, tarea compleja y peligrosa por la que acabó chocando con Indalecio Prieto. En los últimos meses de la guerra estuvo al mando del XX Cuerpo de Ejército, ya como Coronel, y, a pesar de su cercanía a los comunistas, aceptó el golpe de Casado en marzo de 1939. Logró huir de España cuando las tropas franquistas se acercaban a Valencia, embarcándose en Gandía a bordo de un destructor británico.

Exiliado en Inglaterra, se casó en 1939 con la estadounidense Bonté Romilly Crompton. En Nueva York trabajó en el Museo de Arte Moderno y se reencontró con Buñuel. En Washington empezó a colaborar con el Departamento de Estado, obteniendo la ciudadanía norteamericana. Su primera misión diplomática sería en Cuba. Después recalaría en Argentina, donde se volvió a encontrar con Alberti y con María Teresa León. Allí redactó, por orden del que ahora era su gobierno, el llamado Libro azul, que denunciaba los supuestos vínculos nazis de Perón.

"Sus relaciones anteriores con el comunismo y la Unión Soviética le pusieron en el punto de mira del FBI"

Sin embargo, sus relaciones anteriores con el comunismo y la Unión Soviética le pusieron en el punto de mira del FBI. En 1950 el senador McCarthy lo incluyó en la lista de los 57 supuestos comunistas que trabajaban para el Departamento de Estado. El gobierno español respaldó al senador acusando falsamente a Durán de crímenes de guerra. Fue finalmente exonerado, pero estos procesos le dejaron una profunda huella.

A partir de 1946 inició una brillante etapa como funcionario internacional: trabajó para la ONU en diferentes áreas, como la UNESCO y la CEPAL, y participó en misiones en América Latina y África. Sus últimos años los vivió en Grecia como delegado de la ONU. Allí aprendió griego y tradujo a Kavafis al castellano. No volvió a pisar España. Entre sus últimas amistades figuró Jaime Gil de Biedma. Fue enterrado en la isla de Creta.



Fuente → zendalibros.com

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