
Tras el festivo, La Vorágine tiene una semana de lo más completa y dando espacio a visiones muy distintas de mujeres
Emilio Silva Barrera (Elizondo, Navarra, 1965) es periodista, nieto del primer republicano desaparecido de la dictadura franquista que ha sido identificado en España por una prueba de ADN. En el año 1999 dejó su trabajo para escribir una novela en la que pretendía rescatar de manera indirecta la historia de su familia y de las personas represaliadas en la comarca de El Bierzo.
Comenzó a viajar desde Madrid a los pueblos para recabar testimonios y en marzo de 2000 un viejo amigo de su padre, Arsenio Marcos, le llevó a una cuneta a la entrada de Priaranza del Bierzo en la que ocho meses después se llevaría a cabo la primera exhumación científica de una fosa común de civiles republicanos asesinados por pistoleros falangistas. Y ese sería el punto de partida de un movimiento social de recuperación de la memoria histórica.
Fruto de esa historia familiar, de los miedos y los silencios heredados, se publica Nébeda (editorial Alkibla); la historia de dos antifranquistas exiliados que siendo ancianos regresan de Argentina a su pueblo del Bierzo leonés con el objetivo de dinamitar el Valle de los Caídos. Vuelven para cumplir esa promesa pero el impacto de esa biografía rota en sus emociones los enroscan a los recuerdos de su pasado.
Se trata de una novela que ha estado muchos años escrita y que según el propio autor es «un aullido en la apagada voz de una dinastía republicana incapacitada para enunciar, para decir, para señalar, para recordar públicamente que hubo un tiempo en el que se significaron. El testimonio de alguien que aprendió a callar antes incluso de saber hablar».
Cine sin niebla el miércoles
Y cuando están por medio paredes, dejamos de ver. La Vorágine sigue profundizando en esas infancias y adolescencias rotas por un régimen fascista que imponía un único modelo posible de sociedad, de familia, de mujer. Llega a la Librería de la calle Cisneros Consuelo García del Cid, una de las principales activistas por la reparación y la justicia pendiente en torno a lo que fue el Patronato de Protección a la Mujer. En sus propias palabras «era un sistema penitenciario oculto para menores, solamente para chicas adolescentes, en la que se imponía el patrón moral franquista por la fuerza y donde se encerraba a cualquier menor que se saliera de la norma».
Consuelo García del Cid es autora de Las Desterradas hijas de Eva y víctima del Patronato de Protección de la mujer en el que fue internada en su adolescencia. Escritora e investigadora, ha participado en todo el trabajo de recopilación de memoria en torno al Patronato y en los diferentes actos de restauración de esa memoria.
Otras historias de mujeres el jueves
Un encuentro fortuito destapa una hebra invisible que une a mujeres de distintas épocas, cuyas vidas y voces resisten al silencio. Con mirada atenta y pulso de hilandera, Cristina Gutiérrez Meurs sigue las huellas de aquellas que, por el hecho de ser mujeres, soportaron el peso de sus tiempos. Fragmentos de cartas, noticias, testimonios y memorias se entrelazan hasta construir un mosaico que se opone al olvido. En él se recogen vidas marcadas por siglos de represión, que muestran cómo generaciones de mujeres han tenido que enfrentarse a las normas sociales hasta nuestros días. Se trata de un viaje personal y colectivo en el que palabras e imágenes confluyen y dialogan para reivindicar a quienes, a pesar de todo, se negaron a dejar de ser.
Cristina Gutiérrez Meurs es artista, escritora y activista residente en Bilbao. Grado en Turismo (Escuela Oficial de Turismo, Madrid, 1991), HNC in Fine Arts (Kensington & Chelsea College, Londres, 2000) y Máster en Estudios Feministas y de Género (Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, 2021).
Un encuentro con una víctima del robo de bebés perpetrado en el Estado español la lleva a escribir su primera novela, Lo que no me quisiste contar. Desde entonces colabora con varias asociaciones de víctimas de este crimen de género y de Estado. En 2018 publica Eva no fue la primera, una historia centrada en la violencia contra la mujer.
«Utilizo la herramienta artística como medio de denuncia a través de mi mirada de mujer, madre y ciudadana de los siglos XX y XXI. Mi obra se adapta al soporte que la idea requiera.»
Viernes con una mirada feminista diferente
«El feminismo ya fue» es uno de esos textos que nos remueven, nos señalan, nos alborotan y nos hacen pensar que no hay formas únicas de entender el mundo. Tendremos la suerte de contar con Mikaelah Drullard para la presentación de este texto editado en Ona ediciones.
Mikaelah, bonita, travesetinegra, afrocaribeña y fronteriza, habitante del tercer mundo. Migrante y fugada del Estado antihaitiano dominicano y del sistema sexo-género. Escritora, artista, pensadora, antirracista, periodista marika, performancera, facilitadora de procesos organizativos, voguera y educadora popular. El huracán que supone este librito nos pone en la calle, a construir y a no dejar de hablar sobre las violencias sistémicas racistas, la cancelación, la representación y el feminismo.
Soy tierra, soy colectivo,
somos aire, no soy mundo.
No soy queer, soy travesti.
No soy queer porque no soy humana.
Sábado con la vista hacia el Sáhara
Este relato mayoritariamente poético nos permite una mirada anticolonial y antipatriarcal profunda y muy intensa la realidad de las mujeres saharauis. Nos gusta comprobar que las voces propias de los pueblos tienen canales para que brote la palabra y la piel. En este fin de semana con Ona Ediciones, era imprescindible acuerparnos con Tfarrah.
«Este texto es para nosotras, para todas las que nos merecemos amarnos más allá de los mandatos coloniales y patriarcales.
Es, sobretodo, una carta de amor revolucionaria.
Un habitación
más grandes para todas.
Todas las Seibas.
Las repudiadas.
Las que no tenemos un territorio al
que volver más que nosotras
mismas.»
TFARRAH (1991, Campamentos de refugiados saharauis), hija de muchas madres, trae acá un relato a caballo entre la poesía, la narrativa y el ensayo como contranarrativa decolonial y antipatriarcal de la lucha del pueblo saharaui.
Fuente → elfaradio.com
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