
Juan Carlos Alonso
Hete aquí una biografía novelada de Mario de Langullo, rebelde indómito que se echó al monte desde el momento del alzamiento y que, concluida la Guerra Civil, libró una silenciosa lucha contra las fuerzas armadas de Franco. Cansada de sus incursiones, la dictadura llegó a ofrecer un millón de pesetas de la época por su cabeza.
En este making of Juan Carlos Alonso relata cómo escribió El último maqui: Vida y leyenda de Mario de Langullo (Almuzara).
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Los asientos tapizados en vinilo del viejo Renault 12 TL color amarillo se adherían a la ropa como los chicles a la lengua. Llevábamos casi quince horas de viaje desde Barcelona y ya se respiraba el aroma del verde infinito de la Galicia profunda.
Todavía tardamos hora y media más en detener el vehículo de origen francés en la pequeña aldea de Vilarellos (Castro Caldelas, Ourense), donde Mario Rodríguez Losada, conocido por todos como «Mario de Langullo» o «O Pinche», había malvivido en una cueva excavada bajo una enorme roca —ya entonces llamada «A cova do Mario»— durante los últimos años de su agitada existencia, antes de abandonar el territorio patrio rumbo a Francia.
Aquel día de julio de 1985, tras una «opípara» cena compuesta por un plato de caldo de berzas y un trozo de tocino o chorizo con pan, los escasos treinta habitantes de Vilarellos se sentaban a la entrada del pueblo para hablar de temas intrascendentes, hasta que uno de ellos, como si obedeciera a una rutina inevitable, rompía la monotonía bajo el límpido cielo gallego y afirmaba: “O Mario os tiña ben postos”. Enseguida, partidarios y detractores —a partes iguales— se enfrascaban en discusiones baldías sobre las gestas o tropelías del más famoso de los hijos de la montaña.
Fue en ese verano lejano cuando anidó en mí el gusanillo por aquel hombre, maldito para unos, glorioso para otros, que malvivió huido más de tres décadas.
"Tras el tercer testimonio, entendí con claridad que la cruenta guerra civil que había devastado España seguía viva en la memoria de muchos"
Pero no fue hasta bien entrado el siglo XXI —casi veinte años después de aquel caluroso verano— cuando me embarqué en una búsqueda incansable de información sobre aquel famoso escapado, fuxido, en la lengua de Rosalía de Castro.
Recorrí bibliotecas, archivos municipales, registros civiles; invertí —que no perdí— horas incontables en hemerotecas digitales, empapándome de las acciones —algunas brutales— de la partida de Mario de Langullo. Devoré con avidez numerosos libros sobre el modus operandi de los maquis, especialmente uno casi imposible de encontrar, escrito por otro maqui, Antonio Téllez i Solá, en el que Mario confesaba buena parte de los crímenes, si no todos, cometidos como guerrillero antifranquista.
Sin embargo, el testimonio más revelador no llegó hasta hace justo un año, cuando tuve el privilegio de conversar —durante cuatro intensas horas— con la única hija reconocida del afamado maqui: Albina Nogueira Rodríguez.
"Comenzó entonces una huida hacia ninguna parte, marcada por quince asesinatos, medio centenar de atracos y tres mujeres de rompe y rasga"
Me estremecí al escuchar, de primera mano, el sobrecogedor relato del «paseo» y posterior asesinato de Juan Rodríguez, padre de Mario; las torturas que habían infligido a su madre, Arsenia Losada —una de ellas tan brutal que le reventaron el hígado—; la muerte de su hermana, en Barcelona, víctima del tifus; y, por encima de todo, las torturas y vejaciones que las fuerzas represivas cometieron contra Benilde Nogueira, la primera novia de Mario y madre de Albina.
Liberado ya de cualquier vínculo con una vida que no le había pertenecido, perseguido y acosado en todos los frentes por el régimen franquista —como si fuera una alimaña—, Mario no tardó en ejecutar su sangrienta venganza. Su primera víctima fue Manuel Cereijo, párroco de Cesuris (Manzaneda, Ourense), a quien asesinaron y degollaron como a una res, exhibiendo su cabeza por las aldeas cercanas como si fuera un trofeo.
Comenzó entonces una huida hacia ninguna parte, marcada por quince asesinatos, medio centenar de atracos y tres mujeres de rompe y rasga. Y sí, permaneció escapado la friolera de treinta y dos años, un mes y cinco días: un triste e insólito récord que cualquier persona con un mínimo de sentido común difícilmente podría asumir.
Paradojas de la vida, pero los impenetrables y escarpados montes gallegos se convirtieron, literalmente, en un Vallis carceris.
El último maqui: Vida y leyenda de Mario de Langullo: una historia de lucha, supervivencia, amor, vida… pero también muerte.
«Hay hombres que luchan un día, y son buenos. Hay otros que luchan un año, y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles». —Bertolt Brecht.
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Autor: Juan Carlos Alonso. Título: El último maqui: Vida y leyenda de Mario de Langullo. Editorial: Almuzara. Venta: Todostuslibros.
Fuente → zendalibros.com
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