Preston y Casanova desmontan los mitos de la dictadura: «Franco no solo conocía la corrupción y la violencia, sino que la practicaba»
Preston y Casanova desmontan los mitos de la dictadura: «Franco no solo conocía la corrupción y la violencia, sino que la practicaba» / Oscar Allende

El historiador Julián Casanova presentó su nuevo libro en la Librería Gil, acompañado por Paul Preston, referente internacional en el estudio del franquismo  
 
El historiador Julián Casanova presentó este jueves en la Librería Gil de Santander su nuevo libro sobre Francisco Franco, en un acto que contó con la intervención telemática de Paul Preston, considerado uno de los principales responsables del cambio de visión sobre la dictadura franquista desde la historiografía internacional.

Ambos coincidieron en señalar que el franquismo no puede entenderse como un régimen autoritario más, sino como un sistema fundado en la represión planificada, el racismo, y una corrupción estructural que el propio Franco conocía y ejercía. «Franco no solo conocía la corrupción y la violencia, sino que la practicaba», afirmó Casanova, quien insistió en que no se trató de etapas distintas, sino de un modelo de poder coherente y sostenido en el tiempo.

Paul Preston, por su parte, ofreció una de las reflexiones más directas de la tarde: «Franco tiene elementos de una estupidez tan alucinante que parece mentira que llegara a ser director. Pero también astucia, que no extraña que llegara a engañar a todo el mundo». Añadió que el dictador fue un «maestro del fake news» y que su vida fue «muy mentirosa», desde su imagen de militar eficaz hasta su supuesta austeridad o afición por la lectura. 
 
De la represión fundacional a la reinvención del régimen

Según explicó Casanova, Franco no siguió el patrón habitual de otros líderes autoritarios europeos del siglo XX, que radicalizaron sus políticas con el tiempo. «El exterminio, la violencia, la bendición de la Iglesia, fue al principio, y luego tuvo décadas para reinventarse», explicó el historiador, aludiendo a cómo el régimen fue construyendo una imagen basada en logros materiales como los pantanos o la Seguridad Social, que ocultaban sus orígenes violentos.

Preston recordó que la corrupción no fue un efecto colateral, sino un engranaje del sistema. Se refirió al papel de Nicolás Franco, hermano del dictador, y afirmó: «Imposible que no supiera, participaba incluso su hermano».

Ambos alertaron sobre la forma en que sectores de la derecha y la ultraderecha actual reinterpretan la historia para relativizar los crímenes del franquismo. «La ultraderecha y la derecha con la guerra dicen que en la guerra todos mataron, pero obvian la dictadura», denunció Casanova, recordando que el relato franquista sigue vigente en parte del discurso público. 
 
El africanismo como raíz ideológica

Uno de los aspectos más destacados del acto fue la alusión al africanismo como elemento estructural del franquismo. Preston subrayó el carácter racista de Franco, formado en la campaña de Marruecos, y cómo ese desprecio se proyectó sobre la clase obrera del sur de España. «Franco era peor que fascistas, era africanista. Racista, desprecio a los marroquíes, por extensión a la clase obrera del sur de España», afirmó.

Casanova explicó que esta lógica de violencia colonial se trasladó a la guerra civil y conectó con lo más oscuro de la experiencia europea. «Esa conexión africanismo-racismo que pasa a odio al rojo Preston fue uno de los primeros en apuntar», señaló, vinculando el caso español con el uso de la violencia extrema que las potencias europeas ya habían ensayado en las colonias.

Franco, añadieron, aplicó en España prácticas como el exterminio, la tortura o la brutalización de civiles que la historiografía oficial ha tendido a desvincular del contexto europeo de las guerras coloniales o de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, según ambos expertos, el régimen franquista encajaba plenamente en ese modelo de violencia sistemática. 
 
Historia, educación y bulo

Casanova lamentó la banalización de la historia y las crecientes dificultades que enfrentan docentes y divulgadores para explicar con rigor el siglo XX. «Ahora la gente cree que la historia es opinión», denunció, alertando sobre el «desasosiego» de muchos profesores que, al enseñar la guerra civil o la dictadura, reciben respuestas negacionistas o partidistas.

Preston complementó esa reflexión desmontando algunos mitos sobre la figura personal de Franco. Dijo que no está claro qué libros leía, que la biblioteca de El Pardo era muy pequeña y que ni siquiera escribió completamente el guion de la película ‘Raza’. «La vida de Franco era muy mentirosa», resumió.

Casanova concluyó con una reflexión sobre la responsabilidad personal del dictador en todas las decisiones del régimen, tanto políticas como culturales o represivas: «El principal responsable de todo lo que pasó en la dictadura fue Franco. Si el caudillo venía a Santander, nadie le tenía que decir aquí a la gente lo que tenía que hacer».
 

Fuente → elfaradio.com

banner distribuidora