Familias de víctimas del franquismo urgen al fiscal general a «revertir la infamia» de los miles de desaparecidos que siguen en fosas y cunetas
Familias de víctimas del franquismo urgen al fiscal general a «revertir la infamia» de los miles de desaparecidos que siguen en fosas y cunetas / Javier Fraiz 
 
«En España hay miles de familiares con derecho a la verdad, reparación y justicia; haga cuanto esté en su mano», ruegan, en un acto por la memoria en Celanova, los allegados de las víctimas de la represión en esta prisión ourensana
 
Un memorial para la reparación en el cementerio de San Breixo: «Es un momento histórico, un homenaje póstumo que durante tantos años se negó» 
 
Entre los muros del refectorio del monasterio de Celanova que, entre 1936 y 1943, fue prisión de la represión franquista, Luis Miguel López Soto pronunció un discurso emocionado. Dio voz a la historia de su bisabuelo Victoriano López, un anciano «arrancado» de su pueblo de Guadamur , en Toledo, «traído a una prisión remota y abandonado para que muriese a los 45 días de su llegada, no de muerte natural, como mintió el régimen, sino de tristeza y desamparo, sin que nadie de su familia supiéramos qué fue de él».
 

Luis expresó desde el micrófono el sentir de los allegados de los 90 hombres víctimas del cautiverio político impuesto por el régimen franquista en el penal de Celanova. Dieciséis familias procedentes de varias comunidades de España —de Asturias la mayoría, el lugar de origen de 43 de los 90 presos de Celanova, pero también de Andalucía, Extremadura, León, Madrid y Galicia— participaron en un acto de reparación y memoria en el monasterio, al que siguió el descubrimiento de un monolito de homenaje a los 90 presos, en el cementerio de San Breixo, en el lugar en el que están documentados los enterramientos de esas 90 víctimas de la persecución y represión fascista.

En 2022 se exhumaron los restos de asturianos fusilados en 1939. «Celanova ya no es solo el pueblo donde murió mi abuelo, sino el pueblo donde recuerdan a mi abuelo», expresó, en el camposanto, uno de los nietos de Gaspar Fernández, fallecido en la prisión. Los otros represaliados cuyas familias estuvieron presentes este domingo son Ángel Santos, Mariano Panizo, Abelardo Suárez, Baldomero Vigil-Escalera, Marcelino Fernández, Victoriano Fernández, Gerardo Tovar, Francisco Fernández, Francisco Moreno, Hermenegildo Crespo, Ramón Yáñez, Manuel Gregorio Nieto, Constantino Tuero y Juan Masa. Entre los 90 presos de Celanova hubo, como mínimo, 13 que fueron víctimas de muertes violentas.

Familiares de distintas partes de España acudieron al acto de homenaje de Celanova.

Familiares de distintas partes de España acudieron al acto de homenaje de Celanova. / BRAIS LORENZO

«Victoriano, venimos hoy un 23 de marzo, precisamente el día de tu cumpleaños, bendita casualidad, a decirte que la semilla que plantaste sigue viva (...) Te traemos hoy el amor y el respeto que siempre mereciste y que pone fin a más de 80 años de ignominia», expresó López Soto en su bello discurso. «Hoy vamos a dejar flores sobre la tumba dignificada de nuestros familiares y nos vamos a sentir muy aliviados, pero en España hay todavía miles y miles de desaparecidos en las cunetas, en fosas comunes, en barrancos. Y hay miles y miles de familiares que tienen derecho a la verdad, reparación y justicia», subrayó este hombre.

«La Ley de Memoria Democrática debe cumplirse hasta el final»

Dirigiéndose al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, una de las autoridades que asistió este domingo a Celanova, Luis Miguel López, profesor de instituto, bisnieto de Victoriano, custodio de la memoria de una familia «devastada» por la represión —con tíos abuelos fusilados, condenados a muerte, presos, obligados a trabajos forzados o exiliados—, rogó al fiscal: «Con el mayor respeto, pero con firmeza, le pido que haga cuanto esté en su mano para revertir la infamia» de las miles de exhumaciones pendientes de víctimas del franquismo que yacen en fosas comunes, cunetas y barrancos. «El artículo 124.1 de la Constitución Española señala que usted tiene encomendada la promoción de la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público. Con el máximo respeto, la Ley de Memoria Democrática debe cumplirse hasta el final».

Luis Miguel López, bisnieto de uno de los 90 presos represaliados en Celanova, ejerció de portavoz de las familias en el acto de Celanova.

Luis Miguel López, bisnieto de uno de los 90 presos represaliados en Celanova, ejerció de portavoz de las familias en el acto de Celanova. / BRAIS LORENZO

En su intervención, previa a la del portavoz de las familias, Álvaro García Ortiz se mostró honrado de formar parte de un «acto emotivo, de reconocimiento y de dignidad democrática, que es también el acto de recuerdo de nuestro pasado imperfecto e incómodo». El fiscal general del Estado aludió a la «vocación de servicio público de la Fiscalía», una institución que desempeña «una labor fundamental en un estado social y democrático de derecho», resaltó.

«Tenemos que conseguir entre todos la reparación, la garantía de no repetición, la justicia e igualdad», incide Ortiz

«La Fiscalía española es una pirámide que se ensambla con todo el Estado al servicio de los ciudadanos», reivindica Ortiz. «Tratamos de hacer la vida mejor a los ciudadanos. Somos servidores de la ley, cumplimos la ley, y la Ley de Memoria Democrática nos empodera para cumplir una misión complicada pero muy satisfactoria», expresó. «Tenemos que conseguir entre todos la reparación, la garantía de no repetición, la justicia e igualdad».

En el acto de Celanova se encontraban las fiscalas Eva Regueiro y Carmen Eiró, jefa provincial y delegada gallega de Medio Ambiente, respectivamente, así como la fiscal especialista en Memoria Democrática, Virginia García Aller, y la exministra y fiscal de sala Dolores Delgado, que acudió junto al exjuez Baltasar Garzón. Ortiz mencionó a Delgado como «una de las personas partícipes y protagonistas» en la elaboración de la Ley de Memoria Democrática.

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, durante su intervención en Celanova.

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, durante su intervención en Celanova. / BRAIS LORENZO

«Es una ley con sentido democrático y humanista, que consigue conjugar los derechos de las víctimas, la participación ciudadana y la colaboración institucional, que a veces echamos de menos», añadió Álvaro García Ortiz, poniendo en valor la implicación entre varias instituciones que quedó patente en los trabajos de los últimos años en Celanova. «Es un honor estar aquí y me siento abrumado por la responsabilidad que se nos exige y debe ser exigida a los fiscales en el desarrollo de la especialidad de Memoria Democrática», finalizó.

«Recordar es el mejor antídoto contra la vuelta atrás»

«Los historiadores nos ocupamos de pasados incómodos, que los golpistas y los verdugos quieren olvidar. Nuestro trabajo es recuperar, ocuparnos del cómo y el por qué. Para que no vuelva a pasar necesitamos saber», resaltó el catedrático de Historia Contemporánea de la USC Lourenzo Fernández, coordinador del grupo Histagra, que se ocupa del plan de exhumaciones en Galicia y se encarga de la elaboración del censo estatal de víctimas de la Guerra y la dictadura. «Recordar es el mejor antídoto contra la vuelta atrás».

El rector de la universidad, Antonio López, considera que actos como el de Celanova permiten «recuperar la memoria para hacer historia y poder contarla, con base en hechos. Además es un acto de justicia democrática». El principal responsable de la USC valora la aportación que dicha institución aporta a la generación de memoria democrática. «Una misión fundamental que se nos encomienda a las universidades es que el conocimiento sea útil para la sociedad. Este caso de trabajo riguroso y serio permite recuperar memoria, rehacer la historia y hacer justicia con las víctimas y las familias, y también con ese periodo sombrío», expresó Antonio López.

Un hombre porta la bandera de la República en el deambulatorio del claustro del monasterio de Celanova, donde se celebró este domingo el acto de homenaje a las víctimas del franquismo.

Un hombre porta la bandera de la República en el deambulatorio del claustro del monasterio de Celanova, donde se celebró este domingo el acto de homenaje a las víctimas del franquismo. / BRAIS LORENZO

Ha sido esencial el trabajo del Comité de Memoria Histórica de la Comarca de Celanova para poder reparar y honrar a las 90 víctimas de la prisión local. La presidenta de la asociación, Celia Inés Feijoo, nieta de un maestro republicano que fue represaliado, solicita que el cementerio de San Breixo sea declarado, con celeridad, un lugar de memoria.

La portavoz alaba la «fortaleza y constancia» de las familias, «que nunca dejaron de buscar». El memorial inaugurado en el cementerio permitirá «que las víctimas queden siempre en el recuerdo de sus familiares y de todos nosotros», valora. La presidenta del comité aprovechó su turno de palabra para recordar a la buena gente de Celanova que ayudó a los presos. Citó a su abuela, que también fue maestra republicana, y que dio en varias ocasiones comida caliente a los reclusos.

El refectorio del monasterio de Celanova se llenó para el acto de homenaje a las víctimas del franquismo.

El refectorio del monasterio de Celanova se llenó para el acto de homenaje a las víctimas del franquismo. / BRAIS LORENZO

«Frente a la barbarie y el dolor, las gentes humildes de Celanova mostraron una entereza y una dignidad admirables», afirmó el alcalde y anfitrión, Antonio Puga. Citando un relato documentado del escritor Eligio Rodríguez, el regidor recordó que, en los años de cautiverio en el convento convertido en prisión, las víctimas no tenían espacio suficiente para tumbarse a la vez, y para que algunos pudieran estirar las piernas otros tenían que arrimarse a la pared.

En el refectorio, la sala que fue parte de la cárcel, Celanova restauró este domingo el pasado ignominioso con un homenaje a las víctimas, las familias y a los buenos vecinos de la villa que, con su comportamiento de «humanidad» —dijo Puga, emocionado— prestaron a los reclusos la ayuda que pudieron.

«Las administraciones tenemos una deuda histórica con las víctimas del franquismo y sus familiares»

«Quisieron borrar sus nombres en la noche de la historia pero no lo consiguieron. Recordamos a esas 90 víctimas, 43 de ellos asturianos», expresó Ovidio Zapico, consejero de Derechos Ciudadanos en el Gobierno de Asturias, una de las autoridades de esa comunidad que se desplazaron a Celanova.

«Las administraciones tenemos una deuda histórica con las víctimas del franquismo y sus familiares que no ha empezado a saldarse hasta recientemente», incidió Zapico en su turno. El representante del Principado ensalzó el trabajo de las entidades memorialistas, como la de Celanova, «para abrir puertas, cunetas y simas en todo el país; un aliento indispensable para mantener viva la llama», dijo.

También intervino el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, que garantizó el apoyo de la administración gallega para continuar con las exhumaciones pendientes. Desde la Xunta, «apoyamos desde el primero momento, con absoluta lealtad institucional, porque los objetivos son absolutamente compartidos» —afirma Anxo Lorenzo—, el plan cuadrienal de exhumación de fosas, que posibilitó la intervención de 2022 en San Breixo, en la que resultó imprescindible la labor del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) de la mano del antropólogo forense Fernando Serrulla. Anxo Lorenzo subrayó que la restauración de las víctimas y la memoria suponen actos de «humanidad y justicia», unidas al «deber» de no olvidar. «Son valores imprescindibles» en una sociedad, alejados de «cualquier fanatismo o totalitarismo».

Autoridades que participaron en el acto de homenaje de Celanova.

Autoridades que participaron en el acto de homenaje de Celanova. / BRAIS LORENZO

«El olvido y la desmemoria no reparan»

«Verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición son los principios de la Ley de Memoria Democrática», resaltó el subdelegado del Gobierno en Ourense, Eladio Santos. Animó a todas las administraciones a «tomar la iniciativa» para reparar la memoria.

«España tiene una deuda con su propia democracia y entre todos tenemos la obligación de saldarla. El olvido y la desmemoria no reparan», dijo el subdelegado. Frente a discursos negacionistas —«en tiempos recientes incluso parece en cuestión la verdad, a veces da la impresión de que estemos retrocediendo, tenemos que seguir vigilantes», reflexionó—, el subdelegado apeló a la ciencia.

«Hoy corregimos esta anomalía democrática», destacó el comité de la memoria de Celanova antes del descubrimiento del monolito, una obra del artista Baldomero Moreiras, financiada con fondos estatales del plan de exhumaciones 2021-2024, y que está erigida sobre una sepultura vacía en el centro del lugar en el que se exhumó en 2022 la fosa de los asturianos asesinados. La tapia del oeste del cementerio se empleaba como paredón de fusilamiento. El muro este del camposanto fue construido con trabajos forzosos.

Nueve de los 90 presos de Celanova.

Nueve de los 90 presos de Celanova. / BRAIS LORENZO

Cincuenta años después de la muerte del dictador Franco, los familiares cuentan con un monolito en San Breixo que recuerda a los suyos, víctimas del golpe y del régimen. Tras una ofrenda floral y la lectura del poema ‘Nota necrolóxica’, de Celso Emilio Ferreiro«pode o corpo ser vencido, / pode o dereito ser torto, / mais o lume que alampea, / xamais o veredes morto», rezan los versos—, varios familiares de los represaliados intervinieron, emocionados, junto al memorial. Como el bisnieto de Gerardo Tovar, que leyó una de las cartas que su antepasado escribió desde el cautiverio. Parientes de Ángel Santos calificaron de «histórico» el momento. «Te admiramos desde el recuerdo», manifestó una de sus parientes. «Es un homenaje póstumo que durante tantos años se negó», verbalizó otro familiar de una de las víctimas.

Tras varias décadas sin respuestas, los allegados disponen por fin de un lugar al que pueden acudir para llevar flores y conectar, en un espacio tangible, el vínculo sentimental con sus seres queridos que han llevado muy dentro desde siempre, gracias a los recuerdos que les transmitieron sus padres y sus abuelos, muchos de los cuales ya no han podido vivir este momento. La documentación de qué sucedió y la reparación de la memoria honra para siempre a las víctimas de la barbarie fascista. No olvidar para que no vuelva a pasar.


Fuente → farodevigo.es

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