El buscador digital de la Guerra Civil que recupera la memoria histórica de miles de familias
El buscador digital de la Guerra Civil que recupera la memoria histórica de miles de familias / Lucía Parro Pantoja 
 
Esta innovadora herramienta digital, creada por un ingeniero gallego, reúne casi 6,3 millones de registros históricos
 
Durante años, el silencio impuesto por la dictadura franquista sepultó la historia de miles de familias en España. Un silencio que, como en el caso de mi familia, nos dejó sin respuestas, sin saber qué pasó con nuestros seres queridos. Mi bisabuela murió con la pena de no saber qué ocurrió con su hermano durante la Guerra Civil. No apareció en los listados de los vivos ni en los de los muertos. Era como si la tierra se lo hubiera tragado. Ese vacío, esa ausencia de respuestas, marcó a generaciones de mi familia.
 

Sin embargo, este dolor compartido ha impulsado iniciativas para recuperar la memoria histórica y reconstruir las piezas de ese puzle. Entre ellas, destaca el buscador buscar.combatientes.es, una herramienta digital creada por Hernán Fernández, un ingeniero gallego de 36 años que, al igual que yo, empezó buscando respuestas para su propia familia. "Lo que sabía de mis bisabuelos era muy poco. El abuelo de mi padre fue encarcelado en Asturias tras la guerra, y el abuelo de mi madre fue fusilado en Extremadura. Pero más allá de eso, no teníamos nada", cuenta Hernán.

Su historia resonó profundamente conmigo porque, al igual que él, también empecé mi búsqueda tecleando nombres en Google, esperando un golpe de suerte. Pero no fue suficiente. La información que realmente importa no está indexada ni es fácil de encontrar. La frustración inicial de Hernán lo llevó a crear lo que hoy es una de las herramientas más completas para recuperar la memoria histórica en España.

Una herramienta nacida del esfuerzo personal

Hernán comenzó su proyecto en 2021, combinando su experiencia en programación con su pasión por la historia. Poco a poco, recopiló bases de datos de archivos oficiales, asociaciones memorialistas y registros históricos, integrándolos en una plataforma accesible para cualquier usuario. Hoy, el buscador cuenta con casi 6,3 millones de registros, y sigue creciendo gracias a un equipo de voluntarios que dedican su tiempo a indexar documentos y ampliar la base de datos.

"Una vez puse juntas mis dos pasiones: los datos y la historia familiar, me di cuenta de que podía crear algo sencillo pero útil para todos. Cualquiera que haya pasado por lo que yo pasé —buscar durante meses sin saber dónde mirar— necesita una herramienta como esta", explica Hernán.

El buscador no solo facilita encontrar registros, sino que también corrige errores comunes de indexación. Por ejemplo, si el nombre o los apellidos están mal escritos en los documentos originales, el sistema sugiere resultados similares. Esto es crucial, ya que muchas familias han perdido pistas debido a faltas de ortografía o transcripciones incorrectas en los registros históricos.

Mi experiencia con el buscador

Mi propia experiencia con este buscador fue reveladora. Cuando por fin escribí el nombre y apellidos del hermano de mi bisabuela en la plataforma, algo que había hecho sin éxito en Google durante años, encontré registros. No puedo describir la emoción que sentí en ese momento. Se me saltaron las lágrimas. Por fin había algo, un indicio, un lugar donde empezar. Ahora, gracias a la información del buscador, hemos solicitado la documentación y por fin sabremos qué fue de él: dónde estuvo, en qué zonas de España luchó y cómo fue su final. Esta información será invaluable para mi familia materna, que lleva generaciones buscando respuestas. Como dice Hernán, "cada documento encontrado es una herida que se cierra".

La falta de apoyo institucional

Aunque el buscador ha cambiado la vida de miles de familias, Hernán señala que el proyecto opera casi en soledad. A pesar de que algunas instituciones como el Centro Documental de la Memoria Histórica reconocen su utilidad y lo recomiendan, no existe un apoyo real por parte de los responsables políticos. "Mantener el buscador cuesta apenas 60 euros al año. El problema no es el dinero, sino la falta de voluntad política para crear una herramienta centralizada y accesible. Sorprende que algo así tenga que hacerlo un particular como yo", afirma.

La visibilidad del buscador también depende del boca a boca. Aunque asociaciones como la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica —ARMH— y diversas universidades lo utilizan con frecuencia y divulgan esta herramienta, el Ministerio de Memoria Democrática apenas lo menciona en un oscuro documento PDF. Hernán cree que esta falta de implicación refleja un cálculo político o, simplemente, desinterés.

"Esto debería ser un proyecto del Estado, pero mientras no lo sea, seguiré trabajando en ello. Es mi manera de honrar a mis bisabuelos y a todos los que sufrieron la represión franquista", asegura.

Impacto global: cerrar heridas y recuperar raíces

El buscador no solo ayuda a familias en España, sino también a descendientes de exiliados en países como México, Argentina y Francia. "Muchas personas han encontrado documentos que prueban la represión sufrida por sus familiares, lo que les ha permitido tramitar la nacionalidad española o comprender mejor sus raíces", explica Hernán.

Recientemente, una mujer le escribió emocionada después de descubrir un documento que su abuelo, un exiliado en Chile, había escrito de su puño y letra. "Ver su letra fue un momento de felicidad indescriptible para mi padre, que tiene 84 años", compartió.

Este impacto trasciende las fronteras y el tiempo. Como Hernán señala, "no es solo una cuestión de memoria histórica, sino de justicia. La gente merece saber qué pasó con sus familiares, dónde estuvieron, cómo vivieron y cómo murieron".

Un bien común al servicio de todos

A pesar de su alcance, el buscador funciona sin anuncios ni donaciones. Hernán rechaza la idea de monetizar un proyecto que considera un servicio público: "Esto no es algo de lo que sacar dinero. Es por el bien común".

En mi caso, el impacto ha sido profundo. Cuando obtengamos toda la documentación sobre el hermano de mi abuela, cerraremos una herida que lleva abierta generaciones. Gracias al esfuerzo de personas como Hernán, estamos recuperando no solo nuestra historia, sino también nuestra dignidad.


Fuente → diario.red

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