De la colección Unidad Obrera, signatura uobn-780/071. de abril de 1977. Fundación 1º de Mayo.
También hace 50 años se produjeron otros acontecimientos de gran significación, entre los que entiendo que hay que destacar unas “elecciones sindicales”, las últimas en el marco de la CNS, la “Central Nacional Sindicalista”, el “Sindicato Vertical”, sindicato fascista en la voluntad de sus creadores, denominado también “Organización Sindical Española”.
Desde los años 60, en el desarrollo de la política de “reconciliación nacional”, desde el Partido Comunista de España (PCE), con el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) integrado de hecho en él, habíamos impulsado la movilización social (los “movimientos sociopolíticos de masas”) para abrir espacios de libertad a través de la conquista de objetivos inmediatos en las condiciones de vida y de trabajo, y entre ellos, como elemento central, la exigencia de representantes sociales para su negociación, de su reconocimiento. Con la solidaridad cuando fueran objeto de represión empresarial, universitaria o policial; con fundamentales experiencias en el movimiento obrero, con las “COMISIONES OBRERAS” como referencia esencial de su organización e impulso. Con significativas conquistas también en el mundo universitario, como el “Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona".
Una política y una práctica que reflejan elocuentemente algunos párrafos de la Resolución Política de nuestro III Congreso del PSUC (1) celebrado en 1973:
“Hay que buscar las formas de trabajo que tiendan a llevar el centro de decisión a las mismas masas, no en las formas cerradas de la vanguardia, que tiende a manejarlas, sino impulsando con más fuerza las formas de trabajo abiertas, y en primer lugar las asambleas, la más audaz utilización de las posibilidades legales.
Hay que desarrollar los órganos de coordinación y dirección de los movimientos de masas con instrumentos organizativos que permitan establecer fundamentalmente los vínculos de organización de la amplia vanguardia de masas, del establecimiento de las formas de movilización que faciliten la toma de decisiones por las mismas masas.
Hay que esforzarse por obtener la unidad de las masas, que será sobre todo el revulsivo de la práctica unitaria de lucha, facilitando la incorporación en cada movimiento de todos los luchadores, cualesquiera que sean sus concepciones políticas o ideológicas e independientemente de las formas de organización que se den.”
La “más audaz utilización de las posibilidades legales” desde las COMISIONES OBRERAS tuvo una concreta expresión en la amplia participación de dirigentes obreros en las elecciones sindicales de la CNS, presentándose como candidatos a todos los niveles, en primer lugar a “enlaces” y “jurados” en los centros de trabajo, consiguiendo con ello un importante espacio de auténticos representantes. Ya en los años 60, pero más en las de 1971 y, sobre todo, en 1975.
En las “elecciones sindicales” de 1975, junto a una amplia representación formal en los centros de trabajo, se conquistaron también importantes espacios en las estructuras territoriales, las Uniones de Técnicos y Trabajadores (UTT) y otras. Fueron protagonistas (en estrecha interrelación de las comisiones obreras de empresa con sus coordinadoras sectoriales y territoriales) de importantes movilizaciones “sociopolíticas” y de conquistas materiales y solidarias.
Los resultados de la acción social, “sociopolítica”, sus conquistas, fueron espectaculares en muchas zonas de toda España, entre ellas “electorales”, como en SEAT, donde consiguieron en 1975 el 80% de los votos, más del 90% en “cualificados” y “no cualificados” (2).
Entenderlo ayudará también a entender nuestra Transición Democrática, que ponía de manifiesto un momento histórico en el que muchos no querían, no queríamos, y otros no podían, seguir viviendo como hasta entonces.
Muy significativa fue la organización de estas “elecciones sindicales” del 75, con uno de sus ejes en la configuración y presentación de las candidaturas que resultaron de su amplio y “audaz” planteamiento por parte de Comisiones Obreras. En esta campaña fue ampliamente utilizada en toda España la denominación que impulsamos en SEAT: “CANDIDATURA UNITARIA, OBRERA Y DEMOCRÁTICA”, elocuente expresión de la referida política y práctica, y de la que adjunto el cartel “oficial”, “autorizado”, y, lo que fue más importante, público:
Una experiencia con cientos, miles, de significativas situaciones. Con decenas, cientos, de protagonistas “sindicales” y/o políticos. Con muchas/os aún vivas/os.
Ahora, en este 2025 que iniciamos, y en el que se apuntan muchos actos de “50 aniversario de …”, entre ellos los de la muerte del dictador, bueno será que no se olviden otros.
Por todo ello, me permito apuntar, sugerir a quien o quienes corresponda, actos sobre el 50 aniversario de las “elecciones sindicales” de 1975.
(1) III Congreso en el que fui elegido miembro del Comité Ejecutivo y del Secretariado del Comité Central, integrado éste por: Gregorio López Raimundo (“Nogués”), Josep Serradell (“Román” y “Miró”), Antonio Gutiérrez Díaz (“Juliá” y “A. Garrigós”), Miguel Núñez (“Saltor” y “M. Nadal”), J. Comas (“J. Clariana”) y yo (“Camps” e “Ignasi Bruguera”, como responsable del “movimiento obrero”).
(2) Espectacular victoria conseguida a las pocas semanas de 500 despidos de entre la amplia vanguardia, todos ellos readmitidos luego antes de la aprobación definitiva de la “Amnistía laboral”.
Fuente → nuevatribuna.es
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