
En la guerra civil española, cerca de cuarenta mil niños fueron evacuados a distintos países de acogida.
Desde el mismo momento en que los niños son evacuados al extranjero la prensa fascista se hace eco de su partida. El diario “El Norte” del viernes 21 de mayo de 1937, bajo un titular que decía: “Además de los robos de bancos se llevan 4.000 niños a Rusia”, escriben:
“A las madres se les arranca el hijo de los brazos, mientras el padre ha sido llevado por la fuerza al frente de batalla. Nadie sabe a ciencia cierta el destino de estas infelices criaturas que, de un lado para otro, van pregonando los bajos sentimientos de estos desalmados, que no se conforman con arrasar lo que su impotencia no puede defender, sino que se llevan a los maridos de los hogares y les roban los hijos, con la misma monstruosidad con que asaltan los bancos y se llevan los millones de pesetas. Pronto va a terminar el martirio de los bilbaínos patriotas; pronto acabará la farsa criminal de los traidores y enemigos de Dios. [] Los niños arrancados de los brazos maternos volverán otra vez al calor del cariño legítimo. [] El crimen será reparado con la prontitud con los que los soldados tarden en apoderarse de Bilbao”.
La realidad demostró que poco les interesaba el bienestar de los niños y sus madres. Estos titulares eran actos publicitarios de guerra que solo pretendían presentar a “los rojos” como seres fríos y sin ninguna clase de moral ni Dios. La dura represión durante y después de la guerra hizo que miles de niños, que se habían quedado en el país, sufrieran todo tipo de penalidades, pasaran hambre, fueran señalados y quedaran huérfanos. En la posguerra, las ayudas a la infancia solo incluyeron a las familias del bando vencedor.
Cierto es que se conservan cartas enviadas por los padres, a las autoridades vascas y francesas, reclamando la vuelta de sus hijos en 1937-38. Incluso se utiliza de intermediario a Ildebrando Antoniutti (Nimis, 3 de agosto de 1898 - Bolonia, 1 de agosto de 1974), un arzobispo enviado a España en julio de 1937, que en un primer momento llegó en una misión de caridad destinada a hacer posible el retorno a la España de Franco de los niños vascos evacuados. A partir de octubre de 1937 fue nombrado encargado de negocios de la Santa Sede con el gobierno franquista, por lo cual sus esfuerzos pronto se dirigieron a construir las relaciones entre el futuro bando victorioso y la Santa Sede. Estas cartas, a pesar de ir firmadas por los padres, que por otro lado seguro que, aún con todas las circunstancias en contra, no verían con malos ojos el retorno de sus hijos, más parecen una iniciativa de propaganda y descrédito hacia la República, por parte de los fascistas, que un interés honesto por su vuelta. En su mayoría, son enviadas desde poblaciones que hacía solo unos meses habían caído en poder franquista, teniendo un formato muy similar, casi a modo de formulario. Es poco probable que en el entorno de incertidumbre que tenían en ese momento, siendo familias pertenecientes al bando derrotado y con una guerra en curso que no parecía que fuera a terminar a corto plazo, los padres tuvieran la iniciativa de reclamar la vuelta de sus hijos ante los mismos militares de los cuales habían huido. Muy significativo es que en una de esas cartas aparezca la leyenda final: “Segundo año triunfal”.
Las características de las cartas son las siguientes:
- En el Archivo Histórico de Euskadi se conservan 70 cartas de los años 37-38, en las cuales los padres, reclaman a sus hijos evacuados a la Unión Soviética.
- En ellas se reclaman a 129 niños (61 niñas y 68 niños)
- Junto a las cartas aparece un listado de 60 niños reclamados que corresponden a 29 cartas. En dicho listado no figuran los niños pertenecientes a los otros 41 escritos.
- De la familia TAMAYO ÁLVAREZ, que figura en el listado reclamando a 3 hijos, no aparece su carta. Si incluimos a estos jóvenes, el total de niños reclamados serían de 132 (62 niñas y 70 niños)
- Un segundo listado, esta vez correspondiente a la Cruz Roja, aparece bajo el epígrafe: “Liste No.189 – Liste de 123 enfants basques évacués en U.R.S.S. - Lista de niños vascos llevados a Rusia y que han sido reclamados por sus padres”. Dicho listado también está incompleto y contiene algunos errores y duplicidades de niños. El listado completo y definitivo, correspondiente a las 70 cartas encontradas, mas una que no aparece, se adjunta en este artículo.
Observar quienes son los firmantes de las cartas también nos sirve para hacernos una composición de la realidad social del momento. Madres viudas, padres ausentes por estar en el frente, niños a cargo de familiares, etc.:
- 25 Cartas las firman tanto el padre como la madre
- 11 Cartas son firmadas por madres viudas
- 08 Cartas las firman solo los padres sin especificar la razón
- 07 Cartas son firmadas solo por las madres en ausencia de sus padres.
- 06 Cartas las firman solo las madres sin especificar la razón
- 05 Cartas son firmadas por una tercera persona
- 04 Cartas las firman algún tío de los niños.
- 03 Cartas son firmadas por las madres por no saber hacerlo el padre.
- 01 Carta es firmada por el padre viudo
Un simple seguimiento a estos 132 niños reclamados en los años 37-38 sirve para mostrarnos la total ineficacia de estas gestiones. Ni un solo joven volvió a su país fruto de estos escritos.
La familia Astigarrabía
Hasta la fecha solo nos consta la excepción de un caso, muy especial, en el que dos hermanos, reclamados por sus padres en este periodo, llegaron a Francia procedentes de Rusia, probablemente en los últimos meses de 1938. Se trata de Carlos y Rosa Astigarrabía Zabalegui. Curiosamente sus nombres no aparecen en el listado de españoles en la URSS. No nos consta ningún escrito referente a las gestiones que hizo su padre para sacarlos de la Unión Soviética, pero sí aparece una carta fechada el 06 de Enero de 1939 en la cual, la Embajada de España en Moscú hace acuse de recibo al Secretario General del Gobierno de Euzkadi (Departamento de Asistencia Social en Paris), de la recepción de un cheque, como pago de los gastos ocasionados por el traslado de estos dos niños a Francia.
Carlos y Rosa eran hijos de Juan Astigarrabía Andonegui (San Sebastián 20 de noviembre de 1901 – San Sebastián, 4 de marzo de 1989) y de Josefa Zabalegui Aisa. Juan Astigarrabía estudió náutica y se convirtió en marino. Se afilió al PCE y fue uno de los lideres del sindicalismo de Guipúzcoa. En 1934, fue elegido secretario general de la Federación Vasco-Navarra del PCE. Al año siguiente, fue uno de los delegados español en el VII Congreso de la Internacional Comunista en Moscú. Ese año fue elegido primer secretario general del recién creado Partido Comunista de Euzkadi. Comenzada la guerra civil española en 1936 es nombrado consejero de Obras Públicas del primer Gobierno Vasco en representación del PCE. Con la caída de Euzkadi en el verano del 37, fue objeto en Valencia de un juicio interno del partido, junto con Jesús Larrañaga. Fue expulsado del Partido Comunista por insubordinación a la Tercera Internacional y por inclinación al nacionalismo vasco. Las cosas se empezaron a poner peligrosas desde aquel momento. Así lo cuenta el propio Astigarrabia, en una entrevista sin fechar, al abogado y escritor Carlos Blasco Olaetxea:
“Yo había tenido la advertencia de que podía sucederme lo que a Nin. Una vez, estando yo en la zona de aprovisionamiento del Gobierno Catalán que habla puesto para los vascos, se me acercó un individuo, a quien yo conocía de Madrid y era comunista, me dijo si tenía documentación, yo le pregunté que documentación quería, que él me conocía y yo le conocía a él. "Es que ahora yo soy policía" me dijo, entonces le enseñé el carnet de consejero del Gobierno Vasco, y mirando un poco alrededor, vi medio escondido en un portal a Ormazabal, y me dije que él la había mandado al otro. Hablé de esto con Nárdiz, dijo que le daba mala espina y que iba a hablar con Paulino que se ocupaba de la Dirección General de Seguridad, en Valencia, Paulino Gómez; pero yo le dije que no creía que fuera acertado hablar con él porque cuando se formó el Gobierno Vasco, parece que los nacionalistas quisieron contactar con algún profesional y yo hice algunos comentarios desfavorables para su conducta en el periodo de Vizcaya, y creo que no me perdonará nunca. Bueno, Nárdiz hizo la cosa por su cuenta y el otro le contestó que no me iba a poner protección. Pero Nárdiz me dijo que yo no podía seguir allí, porque en cualquier momento me podían pegar un tiro. Me mandaron a Caldetas y a mi mujer la mandaron a S. Jean Pied de Port, a un refugio que el Gobierno de Euskadi tenía allí.”
Una vez en Cataluña, el siguiente paso era salir para Francia;
“Precisamente Irujo vivía cerca, en Caldetas también y estando un día hablando con é1, me dijo que estuviera preparado porque un día u otro me iba a avisar para salir para Francia. Efectivamente un día antes me dijo que me preparara para salir al día siguiente a las 4 de la tarde. Y así salí para Francia, a mediados del 38. Me llevó hasta Bayona, allí cogí el tren para París. Cuando llegue a Barcelona me salió el Gobierno en pleno a recibir. Y ahora en París también salieron a recibirme todos los que estaban allí”
Su pretensión era marcharse a América, pero antes tenía que intentar recuperar a sus hijos que habían sido enviados a la Unión Soviética:
“Al cabo de unos meses (últimos meses de 1938) yo quise presentarle al Lendakari mi dimisión, pero él dijo que no, que debíamos regresar a Euskadi todos juntos. Pero yo le dije que, primero quería traer a mis hijos, que estaban en la Unión Soviética y después marcharme a América, y me dijo que sí, que se haría. Pero que no me precipitara que íbamos a entrar todos juntos en Euskadi. Y así fue, gracias a los buenos oficios del Embajador de la República en la Unión Soviética, conseguí traer a mis hijos, hubo resistencia pero lo conseguí.”
Probablemente su posición y capacidad económica, muy distinta a la que tenían la mayoría de las familias que enviaron a sus niños a la URSS, hizo posible que pudiera reunirse con sus hijos en Francia a finales de 1938. Los gastos del retorno fueron de 30 Libras, según carta adjunta del 6 de Enero de 1939, lo que a día de hoy supondría aproximadamente entre dos mil y tres mil Euros.
Una vez reunida la familia, así cuenta Astigarrabia su viaje desde Francia a Panamá:
“Al año siguiente, ya el 39, le dije al Lendakari que yo seguía con mi manía de marcharme a Panamá y entonces me dijo que tenla razón, que esto estaba perdido y que él también se iba. Recuerdo que una noche salimos los dos juntos; yo para Marsella y é1 hacia el Norte, al encuentro de los alemanes, que ya entraban por San Quintín. Llegamos a Marsella y lo primero, que vi en un periódico fue: "a partir de hoy todos los ferrocarriles quedan a cargo de la administración militar”. Yo pensé que de buena me había salvado. Y luego la agonía de esperar en Marsella. Y el dinero se acababa, había que comer solo una vez al día para poder ahorrar, porque no sabíamos cuando íbamos a salir. Y con miedo a que Italia interviniera en la guerra porque entonces se cerrarla el Mediterráneo. Creo que fue lo más angustioso de mi vida. Por fin salimos con rumbo a Argelia; allí cargamos una cantidad de corcho y seguimos hasta Casablanca, pero sin entrar, y allí por Morse nos dieron la ruta que debíamos de seguir. No vimos un barco en todo el trayecto. Y por fin llegamos a Dominica, después a Guadalupe; allí nos enteramos de que Italia ya había entrado en la guerra. (Italia entra en guerra en Junio de 1940) Y después a Martinica. El barco iba armado con dos cañones, así que cualquier submarino nos podía hundir sin previo aviso. Recuerdo que en Martinica desembarcaron a tres o cuatro marineros, porque el Gobierno de Vichy habla comunicado que eran comunistas. Pues se salvaron, porque el barco, después de llegar a Panamá, donde desembarcamos nosotros, al pasar el Pacifico, fue hundido por un submarino alemán. Por lo menos ellos se salvaron.”
Tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959 se va a vivir a Cuba tras citar su nombre Pasionaria entre los recuperables. Cuando en 1974 es reorganizado el Partido Comunista de Euskadi ocupa un puesto en la ejecutiva central dirigida por Ramón Ormazábal. Las antiguas discrepancias internas volvieron a surgir entre ellos y Asti acompañó al sector mayoritario del partido que, dirigido por Roberto Lertxundi, confluyó en Euskadiko Ezkerra.
Su militancia en Euskadiko Ezkerra fue la dedicación de los últimos años de su vida. Falleció en la donostiarra Residencia de Ancianos de Zorroaga en 1989. Su esposa Josefa, murió en Panamá con 78 años.
De sus hijos Rosa (1933 ? - 2016) y Carlos Astigarrabía Zabalegui (Bilbao, octubre 1934 – La Habana-Cuba, 12/01/2011) poco sabemos. Por las fichas de evacuación a la URSS podemos deducir que Rosa era un año mayor que su hermano, por lo tanto es probable que naciera sobre 1933. Si nos consta que Carlos nació en 1934, durante la revolución de octubre. Así lo cuenta su padre:
“Porque cuando yo llegué, todavía se daban las grandes palizas. Cuando la policía se enteró de que yo estaba en Bilbao, mi mujer fue llamada dos veces al gobierno militar, estaba ya para dar a luz, para preguntarle por mí, y tuvo que dar a luz con una pareja de la Guardia Civil en el cuarto contiguo, en el Gobierno Militar. La situación, sobre todo en Vizcaya era terrible en cuanto a la represión. Y era debido a eso, a la incondicionalidad con que se sumó. Creo que en esto intervino también, en cierto modo, el Gobierno Vasco; que aprobó la solidaridad con los mineros de Asturias, parece que la gran masa nacionalista recibió orden de sumarse al movimiento y solidarizarse con el movimiento de Asturias. Y por lo tanto la represión también tomó mucha fuerza.”
Debido a que no figuran en los listados de Españoles Evacuados a la Unión Soviética nada sabemos de su paso por Rusia. Probablemente regresaron a Francia, para reunirse con sus padres, a finales de 1938, dado que la carta de acuse de recibo de cheque, por parte de la Embajada Española en Moscú, por los gastos ocasionados en este traslado, está fechada en los primeros días de 1939.
La familia se traslada desde el puerto de Marsella hasta Panamá en el barco francés: “Comisario Ramel”. El barco, botado en 1920, debía su nombre a Paul Ramel, nombre del sobrecargo del barco “Athos”, que se perdió cuando lo torpedearon el 11 de febrero de 1917. Fue condecorado póstumamente con la legión de honor. El “Comisario Ramel” no corrió mejor suerte. Después de zarpar, en su viaje de regreso, desde Sydney el 1 de septiembre de 1940 con destino a Gran Bretaña vía Ciudad del Cabo, poco después de la medianoche del 19 de septiembre, fue atacado por el crucero auxiliar alemán “Atlantis”. Después de que la tripulación abandonara el barco, fueron recogidos por el “Atlantis”, quien luego remató el barco, hundiéndolo. Tres miembros de su tripulación murieron y 63 fueron hechos prisioneros.
Tras pasar la familia más de dos décadas en Panamá, Carlos, se traslada en 1962 a Cuba acompañando a su padre y allí termina sus estudios de ingeniería industrial. Se casó por primera vez con una cubana con la que tuvo dos hijos: Juan Carlos y Luis Ernesto. Juan Carlos reside en Miami y Luis Ernesto en Cuba. Se casó una segunda vez y tuvo una hija: Karina, que también reside en Miami.
En el barrio habanero de Playa, cerca de la Quinta Avenida, Carlos Astigarrabía mantenía su apego a su origen vasco. Sesenta años después de haber sido evacuado de Bilbao en pleno conflicto bélico, pudo volver a recorrer los paisajes de aquella Euskal Herria que tuvo que abandonar de muy niño. Su gran y debilitado corazón quería al País Vasco y a Cuba, donde se sintió siempre en su casa.
El 12 de enero de 2011 falleció. Sus restos descansan en el panteón Laurac Bat del cementerio habanero de Colón. De su hermana Rosa solo sabemos, a día de hoy, que falleció en el año 2016.
FUENTES
- Archivo Histórico de Euskadi
- Archivo de Salamanca
- Archivo Histórico Nacional
- Listados de la Cruz Roja española de los niños reclamados a la Unión Soviética por sus padres.
- Diario “El Norte” del viernes 21 de mayo de 1937
- Diario “Euskadi Roja” del 29 de Abril de 1937
- Euskalkultura.eus 18/01/2011
- Academia-lab.com - SS Commissaire Ramel
- Ancestors.familysearch.org/
- Hemeroteca Diario “El Pais”
- Eusko-ikaskuntza.eus
- Biografías Real Academia de la Historia
LUIS FERNÁNDEZ PRÉSTAMO. Investigador y Secretario General de la Asociación de los Niños de Rusia.
El artículo ampliado así como PDF de las cartas y listados se pueden consultar en el siguiente vínculo de la página web de la Asociación de los Niños de Rusia.
Fuente → nuevatribuna.es
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