En 1980, franquistas del grupo terrorista batallón vasco-español, asesinaron en Hernani al simpatizante de Herri Batasuna Felipe Sagarna Ormazábal de 2 disparos en la cabeza
En 1980, franquistas del grupo terrorista batallón vasco-español, asesinaron en Hernani al simpatizante de Herri Batasuna Felipe Sagarna Ormazábal de 2 disparos en la cabeza / Tulio Riomesta
 
 
Felipe Sagarna Ormazábal, “Zapa”, 42 años, residente en Hernani, (Guipúzcoa), propietario de una zapatería, era simpatizante de Herri Batasuna. Era muy conocido en la localidad porque actuaba como tamborrero festivo. No se destacó por sus actividades políticas, aunque 3 años antes fue herido de pronóstico grave por un pelotazo de goma durante los incidentes que siguieron a un festival en apoyo de las ikastolas. Felipe había pasado la noche del sábado 19 de Abril de 1980 tomando copas con 2 amigos. Sobre las 5 de la madrugada, se despidieron y subieron al coche de uno de ellos para retirarse a los respectivos domicilios. Cuando Felipe caminaba hacia su vivienda recibió 2 tiros a bocajarro en la sien.
 

Los 2 amigos que le habían acompañado en la ronda nocturna escucharon las detonaciones cuando arrancaban el automóvil, descendieron del vehículo y se dirigieron hacia el portal del inmueble de su amigo. En el exterior encontraron el cuerpo de Felipe Sagarna en un charco de sangre. Avisaron inmediatamente a la policía municipal, que se personó en el lugar de los hechos. Felipe Sagarna fue trasladado en una ambulancia a la residencia sanitaria de la Seguridad Social Nuestra Señora de Aránzazu, en San Sebastián, donde los médicos no pudieron hacer otra cosa que certificar su fallecimiento. El crimen, reivindicado por el Bbatallón vasco-español, sucedió en un contexto de plena actividad del terrorismo parapolicial.

Unas 5.000 personas asistieron al día siguiente en Hernani al funeral de Felipe Sagarna. Concluida la inhumación en el cementerio, varios miles de personas asistieron en la plaza Mayor a una asamblea en la que se leyeron escritos de partidos políticos condenando el atentado con términos especialmente duros, denunciando el carácter fascista del atentado, y señalando a los «incontrolados» de extrema derecha y al carácter «parapolicial» de estas bandas.

El lunes 21 de Abril de 1980 Hernani vivió una huelga general, como protesta por el asesinato de Felipe Sagarna. Sólo permanecieron abiertos los establecimientos de alimentación las primeras horas de la mañana. El pleno del Ayuntamiento condenó esa tarde el atentado, exigió la retirada de la policía franquista del País Vasco, la formación de una comisión investigadora para esclarecer los hechos y dedicó una calle a la víctima. La denuncia de las declaraciones del “general” Saenz de Santamaría en el Congreso, afirmando que contribuían a justificar atentados como el de Hernani, se aprobó por HB, PNV y EE, con el voto en contra del PSE (PSOE).

Gobernaba entonces Adolfo Suárez, un agente procedente de la dictadura, procurador en las cortes franquistas, gobernador civil de Segovia, director de RTVE y vicesecretario y secretario general del movimiento nazional. Su ministro del Interior era el “teniente general” Antonio Ibáñez Freire, otro elemento que hizo un a dilatada carrera a la sombra de la dictadura, golpista en la guerra civil, voluntario en la división azul que apoyó a los nazis, consejero nazional de falange, procurador en las cortes franquistas, gobernador civil de Santander, Vizcaya y Barcelona, director general de la guardia civil, y “capitán general” de la IV Región Militar.

Durante el tiempo en el que Ibáñez Freire estuvo al cargo de la cartera de Interior, fueron varias las víctimas de la violencia policial franquista: Gladys del Estal, Valentín González, Emilio Fernández, Justo López Zubiria, Iñaki Kijera, Mikel Arregui, José Luis Montañes, Erik Bauer, y también de las bandas de ultraderecha, vínculadas a la guerra sucia: Andrés García Fernández, Salomé Alonso, José Prudencio García, José Luis Alcazo, el matrimonio Manuel Álvarez y Victoria Arranz, Vicente Cuervo, Yolanda González.. El listado es realmente un inventario del Terrorismo de Estado franquista durante la Transición Sangrienta.

Los autores del asesinato de Felipe Sagarna fueron Ladislao Zabala e Ignacio Iturbide, que reconocieron ante el juez otros 6 asesinatos, los de José Ramón Ansa, Tomás Alba, Miguel Arbelaiz, Luis Miguel Elizondo, Joaquín Antimasveras y Francisco Javier Ansa. Fueron condenados a 231 años de reclusión cada uno, aunque Ignacio Iturbe, Piti, solo estuvo 10 años entre rejas, y a Ladislao Zabala le concedieron el tercer grado 7 años después de entrar en prisión, y 2 años más tarde obtuvo la libertad condicional. Ambos siguieron relacionados con grupos de extrema derecha.


Documentos: Nueva Revolución (Angelo Nero). Mapa del terror (Consuelo Ordóñez). Asociación para la Defensa de la Dignidad Humana


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