Doctor en Historia Contemporánea (UGR)
Profesor de Geografía e Historia del
IES Juan de Aréjula (Lucena, Córdoba)
4 de diciembre. Una fecha en el calendario que aparentemente carece de importancia. Sin embargo, para la sociedad andaluza no lo es. Hace 47 años, un 4 de diciembre de 1977, aproximadamente un millón y medio de ciudadanas/os salieron a la calle en las ocho capitales de provincia, en algunas ciudades medias de Andalucía, en Madrid, Barcelona y País Vasco para reivindicar que Andalucía debía tener una autonomía plena.
¿Qué suponía la autonomía para Andalucía?
Implicaba que pudiera administrar parte de sus propios recursos, tomar decisiones en determinadas materias (gestionar competencias) y, por tanto, intentar solucionar sus problemas más urgentes: paro, emigración, analfabetismo, colonialismo cultural (negar la propia historia y cultura propias andaluzas y subsumirlas dentro de la española), discriminación, etc. Esta autonomía plena era la que iba a consagrar el futuro artículo 151 de la Constitución española de 1978, que originalmente sólo estaba destinado a aquellos territorios del Estado español que hubieran plebiscitado sus estatutos de autonomía durante la II República y la Guerra Civil. Es decir, Cataluña, Galicia y País Vasco. Pese a que Andalucía había iniciado su proceso autonómico durante la II República, el golpe de julio de 1936 lo había interrumpido y uno de sus promotores, el notario republicano Blas Infante, había sido asesinado por los sublevados en agosto de 1936. Por tanto, la masiva participación en las manifestaciones del 4 de diciembre de 1977, que desbordaron todas las previsiones de la comisión de partidos políticos organizadores, fueron el arranque de un nuevo proceso autonómico que rompería los planes iniciales previstos por parte de los/as constituyentes.
Causas profundas del 4 de diciembre de 1977
¿Por qué esas movilizaciones masivas, aparentemente sorpresivas, de aquel día? No podemos entender el 4 de diciembre sin la influencia de varios factores:
1º-. Los análisis críticos sobre la realidad socioeconómica andaluza que previamente habían realizado intelectuales como Alfonso Carlos Comín, Antonio Burgos, Martínez Alier y círculos cristianos progresistas: HOAC, JOC, miembros de la Compañía de Jesús y Escolapios con cierta sensibilidad, curas obreros, etc.
2º-. La difusión de debates y artículos de opinión en la prensa andaluza, en particular en medios de comunicación vinculados con la Iglesia católica (Ideal, El Correo de Andalucía, etc,) y revistas (Torneo, Tierras del Sur, etc), tratando cuestiones como la identidad de Andalucía, la dependencia económica, el surgimiento de las primeras fuerzas políticas de obediencia andaluza, etc.
3º-. La existencia de una serie de caricaturistas y dibujantes andaluces (Martinmorales, Rioja, Juan Pedro Pérez Gey), que reflejaban en sus trabajos publicados en periódicos y revistas la crítica a la situación de Andalucía.
4º-. La aparición de los primeros partidos de obediencia andaluza, en particular Alianza Socialista de Andalucía, posteriormente Partido Socialista de Andalucía (no confundir con el PSOE-A), que entre 1984 y 2015 recibió la denominación de Partido Andalucista.
5º-. La difusión de actividades culturales críticas, que rompían con la imagen subalterna de Andalucía potenciada por la dictadura, por parte de asociaciones culturales y vecinales a lo largo y ancho de Andalucía.
6º-. La aparición en Granada de un colectivo andalucista en 1975, Solidaridad Andaluza, surgido del cristianismo progresista (jesuitas obreros, HOAC y Movimiento de No Violencia de Granada) que posteriormente se extendió a otras provincias andaluzas, como Almería, Córdoba, Jaén y Málaga. Impulsada por los jesuitas obreros José Godoy López, “Pope Godoy” y José María García-Mauriño Hergueta, emprendieron una labor de sensibilización acerca del origen de los problemas de Andalucía, empezando por una campaña contra el paro. Solidaridad Andaluza tradujo a un lenguaje comprensible estadísticas y datos proporcionados por bancos y lo reflejó tanto en montajes audiovisuales como en pequeñas publicaciones, que se difundían en espacios muy variados (librerías, ferias del libro, semanas culturales, centros educativos, etc.), con la colaboración de enseñantes, párrocos, asociaciones vecinales y culturales, etc.
7º-. El papel de la emigración andaluza en territorios como Cataluña y Madrid, creando casas de Andalucía y otras entidades donde se promovió la cultura y otras señas de identidad andaluzas.
8º-. El intento de las diputaciones provinciales franquistas de acometer una limitada descentralización administrativa a través del proyecto de Mancomunidad Regional.
9º-. El agravio comparativo ante el inicio de los procesos autonómicos tanto en Cataluña como en el País Vasco.
¿Cómo se llegó al 4 de diciembre?
Tras las elecciones del 15 de junio de 1977, se conformó una Asamblea de parlamentarios andaluces. En paralelo, un colectivo llamado Averroes Estudio Andalusí promovió reuniones con partidos políticos, sindicatos y colectivos ciudadanos en Sevilla tendentes a convocar un día de afirmación andaluza en el otoño de 1977. Parecía que dichos encuentros no iban a tener eco, pero lo cierto es que su petición a la Asamblea de parlamentarios, unida a la movilización autonomista del Partido del Trabajo de España (PTE) en varias provincias andaluzas precipitó que convocase un Primer Día de Andalucía para el 4 de diciembre. Esa fecha se eligió para evitar la coincidencia con varios congresos de partidos políticos, entre ellos el PSOE. Posteriormente, se le dio una dimensión mítica, entroncando con el levantamiento republicano de diciembre de 1868 en Cádiz.
De cara a la convocatoria, se formaron comisiones organizadoras en todas las provincias con presencia de partidos políticos. No obstante, en los días previos al 4D, se descolgó Alianza Popular, en desacuerdo por la no utilización de la bandera española en las manifestaciones.
Asociaciones vecinales y diferentes colectivos ciudadanos llamaron a la participación, obteniendo una respuesta masiva. Al mismo tiempo, algunas autoridades locales franquistas colaboraron proporcionando transporte gratuito para la asistencia a la manifestación, mientras que ciertos obispos andaluces pronunciaron homilías favorables en este sentido.
Todas las manifestaciones de ese día presentaron un carácter festivo, interclasista e intergeneracional. Sin embargo, la de Málaga partía con la negativa del presidente franquista de la Diputación a colocar la bandera andaluza en el balcón, pese al acuerdo de las ocho corporaciones provinciales. Por otro lado, la actuación de elementos ultraderechistas locales encrespó los ánimos, provocando enfrentamientos con los manifestantes. En medio de ese clima de tensión, un joven, Juan Manuel Trinidad, trepó a la fachada de la Diputación provincial de Málaga, colocando una bandera andaluza en el balcón. La Policía Armada cargó contra los manifestantes y en un momento dado, hicieron uso de sus armas de fuego, hiriendo mortalmente en otro punto de la ciudad a Manuel José García Caparrós, un joven de 18 años, militante de Comisiones Obreras.
¿Qué consecuencias tuvo el 4 de diciembre?
– Inmediatas: durante varios días, la ciudad de Málaga fue escenario de enfrentamientos callejeros entre manifestantes y fuerzas de orden público. Semanas después, se constituyó una de las primeras comisiones de investigación parlamentarias de la era democrática por el asesinato de García Caparrós en extrañas circunstancias, junto con el del estudiante Javier Fernández Quesada en San Cristóbal de La Laguna. Sin embargo, no se depuraron responsabilidades. Asimismo, 47 años después ni se tiene acceso total a las actas de dicha comisión, ni la familia ha sido reparada, pese a que en 2012 la Junta de Andalucía concedió a título póstumo la Medalla de Andalucía a García Caparrós y se declaró lugar de la memoria un espacio de la ciudad de Málaga cerca de donde fue herido mortalmente. En el aspecto político, convenció a los principales partidos políticos (al margen del P.S.A., la principal fuerza del andalucismo político, que ya lo tenía asumido) de que la sociedad andaluza quería conseguir un autogobierno lo antes posible.
– A medio plazo: supuso el arranque del proceso autonómico andaluz y la visibilización de una oleada de movilizaciones autonomistas que se prolongaron hasta 1980-1982, con hitos fundamentales como la aprobación por la mayoría de ayuntamientos y diputaciones de la vía autonómica del 151, las manifestaciones del 2 de diciembre de 1979, la movilización popular en favor del Sí en la campaña del referéndum del 28 de febrero de 1980, incluida la conformación de comités cívicos y plataformas pro autonomía así como las protestas por el bloqueo del proceso autonómico hasta el otoño de ese año y la aprobación en un segundo referéndum del Estatuto de autonomía en octubre de 1981.
– A largo plazo: en los carnavales de Cádiz de 1998, la comparsa de Los Piratas liderada por Antonio Martínez Ares estrenó el pasodoble “Era un cuatro de diciembre”, que reivindicaba la memoria de la movilización del 4 de diciembre y el sacrificio de García Caparrós. Años más tarde, una funcionaria judicial, Rosa Burgos, publicó La muerte de García Caparrós en la transición política (2007), en la que estudiaba fuentes primarias sobre el asesinato de García Caparrós, ampliándolo con un segundo estudio, Las muertes de García Caparrós (2017). En un plano más mediático, en el acto de concesión de la medalla de Andalucía 2012, el actor malagueño Antonio Banderas pronunció un emotivo discurso rememorando cómo vivió la manifestación del 4 de diciembre en su ciudad natal y elogiando la figura de García Caparrós, el mismo día en que también se le imponía a título póstumo dicho galardón.
Más adelante, durante la campaña electoral de las andaluzas de 2015 Podemos Andalucía reivindicó el legado del 4 de diciembre y de la movilización popular durante el proceso autonómico, destacándose el futuro parlamentario y profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad de Granada, José Luis Serrano. En el transcurso de la legislatura 2015-2018, dicho grupo parlamentario planteó la necesidad de presionar para que se desclasificaran las actas de la comisión de investigación sobre el asesinato de García Caparrós. Con motivo de las conmemoraciones del 40 aniversario del 4-D, se estrenó el documental “García Caparrós, memoria de nuestra lucha” (Hazeina Rodríguez, 2017). También, algunos medios de comunicación, empezando por la RTVA, realizaron una notable cobertura. El ente andaluz programó el estreno de un programa monográfico en Los Reporteros, así como de tres documentales: 23 disparos (Jorge Laplace, 2017), 4D. El despertar del sueño andaluz (Juan Miguel del Castillo, 2017) y Placido Fernández Viagas. Donde habite el olvido.
Tiempo después, el actual Gobierno de la Junta de Andalucía (PP), instituyó en 2022 el Día de la Bandera, recogiendo la propuesta del ex líder del Partido Andalucista, Alejandro Rojas-Marcos. Aunque desde 1981 el Día oficial de Andalucía pasó a ser el 28 de febrero (en conmemoración del primer referéndum autonómico), parte de la sociedad andaluza sigue reconociendo en el 4 de diciembre el Día de Andalucía. El Día de la Bandera, si bien en las instrucciones que manda la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía a los centros educativos se centran en la difusión del conocimiento de los símbolos andaluces (bandera, himno, escudo) y la figura de Blas Infante, supone una oportunidad para que el profesorado programe actividades de divulgación en torno a lo que ocurrió en 1977. Recientemente, la familia de García Caparrós ha anunciado en diciembre de 2024 una querella contra el Ministerio del Interior, reclamando que se desclasifique la documentación sobre su asesinato y que sea reconocido víctima del terrorismo.
Fuentes consultadas:
– Javier CONTRERAS BECERRA: Cuando Andalucía despertó. El movimiento andalucista durante el proceso de cambio político (1976-1982), Córdoba, Editorial Almuzara, 2019.
– ÍDEM: Movimiento vecinal y movimiento andalucista. Construcción de la ciudadanía y aprendizaje democrático en Andalucía (1963-1987), tesis doctoral, Universidad de Granada, 2018.
– Manuel RUIZ ROMERO: La conquista del Estatuto de Autonomía para Andalucía (1977-1982), Sevilla, Instituto Andaluz de Administración Pública, 2005.
Fuente: Conversación sobre la historia
Portada: manifestación del 4 de diciembre de 1977 en Málaga (foto: Efe)
Ilustraciones: Javier Contreras Becerra y Conversación sobre la historia
Fuente → conversacionsobrehistoria.info
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