Las VI Jornadas sobre maquis y resistencia antifranquista, dedicadas a la Operación Reconquista, celebradas en Les, fueron un homenaje a las víctimas de la represión franquista. Se destacó la importancia de la liberación del Valle de Aran y se reconoció la lucha de los guerrilleros, junto a la colaboración de entidades y administraciones.
Las VI Jornadas sobre maquis y resistencia antifranquista, dedicadas este año a la Operación Reconquista, celebradas en Les (Val d’Aran) del 18 al 20 de octubre, han sido un éxito de público, de nuevas investigaciones y de homenaje a las víctimas de la represión franquista. Ha habido mucha emoción entre los familiares de los represaliados y mucho reconocimiento a su lucha por parte de la ciudadanía y de las Administraciones públicas.
El profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Hernández afirmó que la Operación Reconquista no fue una locura, sino que la liberación del Valle de Aran fue el fruto de, por un lado, una euforia ilimitada por parte de los guerrilleros españoles ya que su participación fue clave para la expulsión de los nazis de Francia. Participaron en la liberación de muchas ciudades del sur y en cada una de ellas eran vitoreados y homenajeados por la población local que los veía como los únicos libertadores. Por otro lado, el desembarco de Normandía por las tropas aliadas significaba el fin del dominio nazi y el fin próximo de la guerra. Así, solo quedaba el régimen fascista de Franco en Europa y por eso la idea de liberar un territorio de la España franquista para situar el gobierno de la República en el exilio y desde ahí pedir la intervención aliada para eliminar el franquismo. No era una decisión descabellada. En todo caso eran erróneos los planteamientos de los dirigentes comunistas que sería fácil conseguir una insurrección popular y era ilusorio creer que los aliados apostarían por una república de izquierdas. Por segunda vez, las democracias occidentales dieron la espalda al gobierno legítimo de la República española. Renovaron la máxima del gobierno conservador británico que en el 1936 declararon que preferían una España fascista antes que comunista y de ahí la cobarde creación del Comité de No Intervención.
Escoger el Valle de Aran como el territorio a liberar fue una decisión muy argumentada ya que era un valle aislado del resto de España (hasta el 1924 no se inauguró la carretera del puerto de la Bonaigua y el túnel de Vielha se acabó de construir el 1948). No había mucha población (unas 6.000 persones en el 1936) y estaba formada por trabajadores del túnel, de las centrales hidroeléctricas (en la empresa Productora de Fuerzas Motrices S.A., propiedad de Emilio Riu[1], trabajaron unas 500 personas hasta 1944 en la construcción de las instalaciones hidroeléctricas de Arties, Vielha y Benós), guardias civiles y carabineros, además de agricultores y ganaderos.
A partir de la caída del Valle de Aran en manos franquistas (abril 1938) se empieza a ejercer un control brutal a los obreros (se temía sus simpatías republicanas). Además, a partir de 1940 el túnel se construye con batallones de trabajadores (batallones de castigo formada por prisioneros republicanos como mano de obra esclava) que provienen de la cárcel Modelo de Barcelona y el territorio se convierte, según el historiador Josep Calvet, en una colonia militar penitenciaria con un fuerte control de los militares y de la Falange. Con la llegada de los nazis a la frontera (1942) se crea una zona de control que significa la proclamación de un estado de excepción permanente en la zona con control directo del ejército fascista.
En definitiva, se produjo en el Valle de Aran, según el historiador Josep Calvet, un control férreo de la población que hacía inviable cualquier posibilidad de insurrección popular en contra de Franco.
La operación, desde el punto de vista militar, fue muy preparada por López Tovar con la presencia de Juan Blázquez “General César[2], oriundo de Bossòst y buen conocedor del territorio. El 19 de octubre del 1944 entraron por diferentes puntos del Valle unos 4.000 guerrilleros, a parte de las incursiones de distracción por todo lo ancho de los Pirineos, que ocuparon rápidamente el Bajo Aran hasta las puertas de Vielha. La relación de los guerrilleros con la población local fue correcta como lo confirma el Sr. Joan Colom, delegado de la oficina de “La Caixa” en Les a raíz de la ocupación de la oficina por parte de los maquis y convertida en su cuartel general: “… Seguidamente fui trasladado junto con mi señora y el administrador de Aduanas a la montaña, donde se encontraba el comandante la fuerza. En el trato se mostraron muy educado, y su única consigna era contra Franco y la Falange, como puede ver en el folleto adjunto. Su indumentaria era chaqueta y pantalones de golf, todo ello de paño verde, como distintivo llevaban un brazal con la inscripción (FFI-UNE) la matrícula de los coches llevaba la misma inscripción.” [3]
En este sentido el historiador Ignasi Ros también señala que la relación entre los soldados de leva y los maquis era de respeto y temor al mismo tiempo. [4] Durante la liberación, algunos soldados abandonaron el ejército y se unieron a los maquis y otros que fueron hechos prisioneros no volvieron a España y confraternizaron con los guerrilleros en el sur de Francia.
El resultado final de la Operación fue que no consiguieron controlar los accesos ni por la Bonaigua ni por el túnel en construcción cosa que facilitó la llegada de tropas del ejército franquista que estaban acantonadas en el Pallars. Según el historiados Ignasi Ros, el ejército español comenzó el acantonamiento de sus fuerzas en el Pirineo a partir del desembarco de Normandía (junio 1944), no por la incursión de los maquis.
Al cabo de 10 días, sin artillería, con el efecto sorpresa agotado y ante la llegada masiva de tropas fascistas los guerrilleros se retiraron a sus refugios en el sur de Francia.
A partir de 1945 se abandona la idea de liberar un territorio y se adopta la guerra de guerrillas en el interior de España organizando los diferentes núcleos de resistencia creando las Agrupaciones de Guerrilleros con la intención de coordinar las actuaciones de sabotaje, propaganda e intento de sublevación popular contra Franco.
En las jornadas también nos ocupamos de una institución que tuvo una gran importancia en la vida de los guerrilleros y de los exiliados republicanos en el sur de Francia. Nos referimos al Hospital Varsovia[5] de Toulouse. Este centro atendió a los heridos de la Operación Reconquista. El director del EUROM, Jordi Guixé, explicó la formación del hospital por médicos republicanos, comunistas y humanistas en el 1944, encabezados por el Dr. Bonifaci. Tuvieron una actividad científica, de investigación y de atención a las pacientes reconocidas en Francia hasta el 1950, cuando el gobierno conservador francés organizó la Operación Bolero-Paprika[6] que significó la ilegalización del PCE en Francia, el cierre del hospital y la expulsión de sus líderes y afiliados.
En las jornadas no todo fueron nuevas aportaciones e investigación histórica. También hubo un tiempo para los homenajes merecidos. El sábado lo fue para Almudena Grandes y su libro “Inés y la Alegría”. El director editorial de Tusquets, Joan Cerezo y la doctora en filología, la Sra. Mar Trallero conversaron sobre la obra de Almudena Grandes para llegar a la conclusión que este libro y el resto que conforman los “Episodios de una guerra interminable” han sido claves para hacer visibles las historias de tantos hombres y mujeres que dieron su vida por la libertad. Y sus protagonistas son personajes ganadores. Sufren, pero al mismo tiempo tienen una capacidad de resiliencia que los hace felices. No son perdedores. Además, las mujeres tienen un papel protagonista en sus novelas donde se muestran fuertes e imprescindibles en la lucha contra el fascismo.
Otro éxito de las Jornadas ha sido el trabajo conjunto de las entidades memorialistas y de las administraciones públicas (Conselh Generau d’Aran, Govern de la Generalitat de Catalunya y Gobierno de España). Hace tiempo que no veíamos tanta buena sintonía, tantas propuestas y tanta empatía por parte de las administraciones hacía las víctimas del franquismo.
El secretario de Estado de Memoria entregó a las familias de los guerrilleros que estuvieron en la Operación del Valle de Arán una Declaración de Reconocimiento y Reparación. Eso significa que éstos han sido declarados víctimas y que todos los tribunales de excepción franquistas son declarados ilegales y sus sentencias son nulas e injustas. También, el gobierno central declarará el Valle de Arán como un Lugar de Memoria que reconoce un espacio donde se han desarrollado unos hechos de especial relevancia para la memoria democrática.
El Conselh Generau d’Aran, en conmemoración del 80 aniversario de la Operación Reconquista descubrió una placa que se sitúa en Pont de Rei, lugar de entrada de los guerrilleros en el mes de octubre de 1944.
El Govern de la Generalitat a través del Memorial Democràtic ha coorganizado estas Jornadas de memoria con rigor, dando visibilidad a nivel nacional a una operación que no era conocida ni reconocida por la mayoría de la población tanto del Valle como de Catalunya ni del resto de España.
Por último, en el cementerio de Es Bórdes, tanto las instituciones como las entidades memorialistas rindieron honores a los guerrilleros muertos en la Operación Reconquista. Un homenaje a aquellos hombres y mujeres que dieron su vida por la libertad y la democracia. Honor, gloria y memoria a los luchadores y luchadoras antifascistas.
Notas:
[1] Emilio Riu i Periquet (Sort, 1871-Madrid, 1928). Político, publicista y empresario. Constructor de la mayor parte de las centrales hidroeléctricas del Pirineo catalán.
[2] Juan Carlos Riera Socasau, nacido en Bossòst, es el autor del libro Juan Blázquez “General César” y Lola Clavero. Resistencia y exilio desde Arán. Editorial Milenio (2023).
La vida de este guerrillero continuó en Checoslovaquia junto a su compañera Lola Clavero. Al cabo de unos años fue “depurado” por el partido comunista y se fueron a vivir a Marruecos, el como ingeniero agrónomo y ella como dentista. Murió en 1974 con 60 años. Su mujer Lola volvió a Euskadi y murió en el 2004.
[3] Carta del delegado de Les, señor Colom, al director general de la Caixa del 2 de noviembre de 1944. Esta carta forma parte del estudio del Sr. Joan Maria Solà i Franquesa publicada en su libro “La Caixa de pensions (1936-1945). Editorial Base. Barcelona,2019
El autor, licenciado en Ciencias Económicas y trabajador de la Caixa durante 40 años ha utilizado el Archivo Histórico de La Caixa para obtener los testimonios de los diferentes delegados de las oficinas de la entidad bancaria por todo el país.
[4] El estudio del Sr. Ignasi Ros consistió en 12 entrevistas a soldados de leva que estuvieron en los batallones Albuera y Navarra, acantonados en el Valle, durante la Operación Reconquista.
[5] El nombre de Varsovia al hospital viene de la contracción “Verse vin” que era el nombre de la calle en Tolouse.
[6] La Operación Bolero-Paprika significo la detención ilegal y la expulsión de los comunistas españoles (Bolero) y de otras nacionalidades (Papikra) que fueron trasladados primero a Toulon y deportados a Córcega y Argelia con la posibilidad de trasladarse a países de la órbita soviética. En el año 1951 se organizó la “Operación Nevada” donde se detuvieron ilegalmente y se expulsaron a Córcega a 11 miembros del PCE.
(*) Vicepresidente de la Amical d’Antics Guerrillers de Catalunya
Fuente → mundoobrero.es
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