Militares antifranquistas
Militares antifranquistas
 
 

 
El sábado 9 de noviembre se realizaron en Madrid unos emotivos actos de homenaje a los heroicos defensores de la ciudad de Madrid frente el embate de las tropas del ejército africanista que se había sublevado contra la Segunda República.
 

Estaban organizados por la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales, el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid y el Frente de Estudiantes, que extendieron invitaciones a muchos otros colectivos, entre ellos, a nuestra Asociación por la Memoria Militar Democrática.

Los actos se iniciaron con un recorrido por el parque del Oeste, en donde los organizadores mostraban los vestigios de los épicos combates de las columnas de milicias y de las 11ª y 12ª Brigadas Internacionales, responsables de la defensa de la ciudad frente al ejército sublevado, que había ascendido desde Cádiz a lo largo de una sangrienta expedición por Extremadura hasta las afueras de la ciudad. Aquí se forjaría el inmortal grito de ¡No pasarán!, que se convirtió en consigna indeleble de todas las luchas antifascistas.

Se hizo un acto en el Puente de los Franceses, en el que se leyó un poema de Pablo Neruda dedicado expresamente a la defensa de Madrid contra el fascismo y se arrojaron unas flores al río Manzanares en homenaje a los caídos en la batalla. En el acto, tuvimos ocasión de conocer a Laura Leret, nieta del capitán Virgilio Leret, ejecutado por los rebeldes en Melilla por negarse a apoyar la sublevación del ejército africanista.

Finalmente, en la Ciudad Universitaria, frente al monumento a las Brigadas Internacionales, se hizo un acto de cierre con lectura de poemas, cánticos revolucionarios y vivas a la República. En el acto intervinieron varios oradores de las organizaciones convocantes y se dio preferencia, como invitada, a la Asociación por la Memoria Militar Democrática, cuyo presidente, Manuel Pardo *, leyó las siguientes palabras:

Queridos compañeros

Ante todo quisiera dar las gracias por esta posibilidad de tomar la palabra en este acto, en nombre de la Asociación por la Memoria Militar Democrática, una organización nacida para honrar la memoria de los militares y luchadores por la libertad que hicieron honor a su compromiso de fidelidad a la República y que fueron represaliados por ello.

Nos encontramos aquí en el corazón de lo que es la Ciudad Universitaria de Madrid, justo en un espacio concreto que fue frente de batalla en la lucha por la capital en aquel ya lejano noviembre de 1936.

Este homenaje de hoy nace de una iniciativa organizada por organizaciones de memoria y de solidaridad con los interbrigadistas, que lleva realizándose desde hace unos pocos años.

Es este un homenaje privado, por mucho que lo hagamos en plena calle y abierto a todos. Es privado porque no es público, no está aquí el estado en ninguna de sus manifestaciones.

No está el ayuntamiento, ni el gobierno autónomo de Madrid, ni el gobierno central. Y como es patente, tampoco está el Ministerio de Defensa. No está aquí la banda de música del Regimiento Inmemorial, no habrá honores a los defensores de Madrid.

Es más, nunca, nadie de los aquí presentes, hemos podido ver o tener noticia de ese tipo de actos públicos de homenaje y respeto a los que lucharon por su libertad y la nuestra.

Es posible que hoy al regresar, algunos piensen que ha ido todo bien por lo oportuno de la cita, la participación, los discursos y este hermoso flamear al viento de nuestra bandera nacional tricolor.

Nos hemos acostumbrado como sociedad a que este tipo de actos sean privados y no públicos y a que las autoridades democráticas no acudan y mucho menos a contar con presencia militar.

Creo que debemos reflexionar todos sobre lo que esto significa. Pero sobre todo deberíamos sacar consecuencias políticas de ese hecho. Porque tened la certeza absoluta de que hay ausencias que nos envían mensajes políticos como es el caso. ¿Qué nos dice esa ausencia? ¿Tendréis el valor de afrontar ese mensaje?

Tenedlo claro. Lo que se nos dice es que el actual estado no se reconoce en los defensores de la República Española. El Régimen del 78, nos otorga derecho a venir aquí y tomar la palabra en público, pero como estado no se reconoce en ellos.

O dicho de otra forma: El acto heroico de la Defensa de Madrid que hoy recordamos no es considerado por el actual Régimen como digno ejemplo de nada, no merece para ellos que sea propuesto como ejemplo a nuestros militares, nuestros escolares o nuestra sociedad. Este rechazo constituye un drama, pues mutila nuestra memoria colectiva, pero sobre todo pretende borrar nuestra identidad democrática como pueblo.

Madrid. Noviembre de 1936. Aquella madrugada del día 5 al 6, las tropas facciosas y su punta de lanza, los fuerzas mercenarias marroquíes se lanzaron al asalto de la capital de España. Habían desembarcado en Andalucía con la ayuda de una potencia extranjera, la Alemania Nazi, y se había abierto paso a pura fuerza en un largo camino hasta Madrid, sin que lo que restaba del ejército leal y las milicias populares hubieran logrado frenarles.

Aquella madrugada oscura de noviembre, la capital de España iba a ser asaltada y pocos creían en sus posibilidades de resistir. Pero el pueblo de Madrid, hecho milicia y ejército fundidos en un solo corazón, se negaron a retroceder y plantaron cara al fascismo.

La batalla de Madrid, su gloriosa defensa, constituye un ejemplo de sacrificio, de coraje, de voluntad de victoria y de triunfo. Aquellos 5 y 6 de noviembre, Madrid resistió con éxito. Y al poco llegaron voluntarios antifascistas de más allá de nuestras fronteras, porque Madrid libraba a sus puertas un combate que no era solo español.


Recordamos hoy a ese puñado de batallones de voluntarios franceses, belgas, alemanes, polacos e italianos que en ese noviembre lucharon al lado al lado de sus hermanos españoles y mostraron al mundo que al fascismo se le podía vencer con la lucha y la unidad por encima de fronteras.

En aquellos días de noviembre, mientras se luchaba en este frente, permaneció como representante civil del gobierno en la Junta de Defensa un joven diputado republicano, Fernando Valera, quien nos dejó emocionadas palabras de testigo de aquella lucha. Valera fue leal a la República siempre. En 1977, Valera fue el último presidente de gobierno de la República en el exilio y nos dejó un mensaje de futuro: algún día el Pueblo Español recuperaría su plena soberanía y libertad y la bandera de la República ondearía de nuevo sobre la tierra de España.

Gracias a todos los que habéis hecho posible este acto.

A todos os digo

Honor a los defensores de Madrid
Honor a los interbrigadistas
Vivan las Brigadas Internacionales
Viva el ejército del Pueblo
¡Viva la República!

*Manuel Pardo de Donlebún Montesino, Capitán de Navío (Ret) de la Armada, Presidente de la Asociación por la Memoria Militar Democrática (AMMD).


Fuente → ammd.es

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