El asesinato por elementos franquistas, del Maestro republicano y Socialista de Iznalloz, Alberto Muñoz Robert  en las tapias del cementerio de Granada en 1936
El asesinato por elementos franquistas, del Maestro republicano y Socialista de Iznalloz, Alberto Muñoz Robert en las tapias del cementerio de Granada en 1936 / Tulio Riomesta 
 
Alberto Muñoz Robert era el único hijo del matrimonio entre el industrial Joaquín, y Juana, maestra desde los 18 años, ambos vecinos de Martos. Juana estaba imbuida por la nueva Pedagogía de la Institución libre de Enseñanza, en la que destaca el “método intuitivo” o la “abolición de los castigos corporales”. No es de extrañar, por tanto, que Alberto Muñoz Robert eligiera la enseñanza como profesión, en la que trabajó hasta su muerte con verdadera entrega y pasión. En el año 1914 obtuvo plaza en Iznalloz, donde desarrolló una intensa vida social y trabajó como maestro de adultos y de niños. Se afilió a la FETE-UGT, ejerciendo como vicepresidente, tesorero, secretario y vocal.
 

En los años 20 se celebró en el cine Gran Capitán un acto en el que se honró al Magisterio, siendo Alberto Muñoz uno de los participantes con Enrique Vargas Corpas, otra de las grandes figuras del Magisterio granadino, y posteriormente fusilado en las tapias del Cementerio de Granada. En la Revista del Magisterio, Granada 5 de Julio de 1919, aparece el Discurso de Alberto Muñoz Robert: “Momentos son los actuales en que se hace inaplazable el reedificar nuestra Patria, si queremos codearnos con las demás naciones europeas. En toda construcción es preciso empezar por los cimientos que a medida que son más profundos y sólidos, el edificio se erige con más estabilidad. Y cuando los hoy inocentes niños crezcan y su ya reflexiva razón les haga comprender los inmensos beneficios recibidos con la educación no podrán por menos exclamar en cariñosa frase de agradecimiento: ¡Patria mía me has salvado¡

El 14 de Abril de 1931, Alberto Muñoz izó la bandera tricolor en el balcón central del Ayuntamiento. Se leyó al pueblo un bando en el que se proclamaba la República y se recomendó a los ciudadanos el orden y el respeto al Comité, que representaba en aquellos momentos la única autoridad gubernativa legítima en la población: “Exhorto a los obreros a que amasen el trabajo, no siendo en el instrumento de castigo ni estigma de degradación, sino como instrumento que dignifica al hombre y el medio de que España progrese. el trabajo no solo se debía como deber, sino que también era un derecho, y en tal sentido no debiera haber personas faltas de ocupación, pues negar el trabajo era tanto como negar la vida”.

Ese año de 1931, constituyó, con el médico Saturnino Reyes Vázquez, la Agrupación Socialista de la que fue vicepresidente. En abril de 1934 obtuvo un nuevo destino en la escuela graduada de niños nº 2 de Gran Vía, “Mariana Pineda”, en Granada, y en 1935, consiguió la habilitación nacional. Fue responsable de la información sobre el Magisterio en el periódico ‘El Defensor de Granada’.

Cuando estalló el golpe fascista se encontraba en su casa de Granada con su madre, su mujer, Josefa Rosell, y sus 3 hijos. Fue detenido y conducido a la cárcel de Granada acusado, entre otras cosas, de ser “muy socialista e íntimo de (Alejandro) Otero”. El día 4 de Septiembre de 1936 Alberto Muñoz Robert fue fusilado en las tapias del cementerio de Granada terminando de esta forma una vida dedicada a la enseñanza.

Según informe del secretario de la Asociación del Magisterio, Antonio Heras Gómez, en su expediente de depuración se le define como “un convencido dirigente socialista (…) que sembró sus ideas en Iznalloz y más tarde en Granada». En el mismo expediente se señala que era “redactor de ‘El Defensor de Granada’, donde tenía su sección de Enseñanza, a la que imprimía marcada tendencia izquierdista, así como a sus demás escritos. Su labor pedagógica, deficiente por dedicar su atención como queda dicho, preferentemente, a las acciones políticas”.

“Es de indiscutible necesidad que los Gobiernos concentren su atención en la escuela como único camino redentor de nuestros males, bálsamo pacificador de las luchas intestinas que hoy mueven a la sociedad, fuente inagotable de progreso y amor”.

Nuestra única “arma” contra el olvido ha sido el rigor y la palabra. Seguiremos. Este es un espacio para el recuerdo y el homenaje a las víctimas del franquismo. Para que nunca se olvide. Para que nunca se repita. En colaboración con la Diputación de Granada y las asociaciones memorialistas de la provincia de Granada.


Documento original de la Historiadora Silvia González, del grupo de nietas que «arman la memoria». Lleva una década dando apoyo a familiares de víctimas del franquismo e investigando la represión en Granada: En El Independiente de Granada y Todos los Nombres


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