
Borràs destaca que lo más satisfactorio de la investigación, publicada en el libro La colonia de niños refugiados Ascaso-Durruti (1947-1940) (Descontrol Editorial), han sido las conversaciones con los niños de la guerra, nonagenarios en el momento del entrevista.
Testimonios
Rosa Pascual Albalá tenía 93 años, estaba ingresada en una residencia en Madrid y tenía alzhéimer. Murió el 10 de febrero del 2022. Fue su hija, Rosa Serrano Pascual, la que hizo de eslabón de la memoria y transmitió a Mercè Borràs todo lo que la madre le había contado de la experiencia en Can Marly. Rosa Pascual y sus hermanos Lorenzo y Natividad fueron evacuados de Madrid a principios de 1937, cuando en la capital española escaseaban los alimentos y los bombardeos se veían, primero, como un espectáculo aéreo festivo y, después, como un espectáculo negro y mortífero . Eran cinco hermanos, pero sólo evacuaron a los más pequeños. El padre era de la CNT y había muerto en 1933. La tía Natividad, explicaba Rosa Serrano a Mercè Borràs, había conservado el carné de la CNT del padre. Entre la documentación que guardaba Natividad Pascual se encontraba también un documento expedido por la Consejería de Evacuación española sobre el destino de los tres hermanos pequeños. “Mamá sabía que habían estado en una colonia en Girona, pero no recordaba el nombre del pueblo. Decía que estuvieron relativamente bien, pero que después se los llevaron a Oléron y que en Francia pasaron mucha hambre”, explica Serrano en la conversación que Borràs transcribe íntegra en el libro. Borràs también entrevistó a Maria Ayuso, una de las educadoras de Can Marly. La conversación con Ayuso se realizó en el barrio de Sant Narcís de Girona en 1998 y forma parte de una investigación anterior de Borràs, la monografía Refugiados/das (1936-1939 ), (2000) publicada por la Diputación de Girona en la colección Quaderns de la Revista de Girona
Can Marly, una antigua casa de veraneo, de estética noucentista, altiva y señorial, decorada con esgrafiados con planta baja y dos pisos, era conocida popularmente como la Residencia. Durante la guerra, la CNT del comité local de Llançà requisó la casa burguesa para convertirla en una casa de colonias infantiles de ideario anarquista con el nombre Ascaso-Durruti. El impulsor de la colonia fue Pierre Odéon, seudónimo de Pierre Perrin, activista libertario francés. La directora era Paula Feldstein, judía de Polonia que había llegado a Barcelona con motivo de la Olimpiada Popular con Pierre Perrin. También colaboraban en la colonia María Ascaso Abadía, hermana de Joaquín y Domingo, y su compañero Lluís Riera Planas. Otra activista anarquista francesa implicada en la colonia fue Renée Lamberet. “El exilio comienza en casa, cuando uno sabe que debe irse”, señaló el director del MUME, Miquel Aguirre, en la presentación del libro. Su padre fue uno de los niños refugiados durante la guerra en Cornellà del Terri.
Fuente → elpuntavui.cat
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