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María Lobo Villa nació en Fregenal de la Sierra en 1904. Era campesina. Antes de casarse trabajó durante muchos años para los “marqueses” de Arjona. Cuando se casó dejó la casa de los Arjona donde era muy querida, y de regalo de boda le arrendaron una de sus propiedades, una tierra. Su marido Antonio García Adame trabajaba en el campo y algunas temporadas hacía carbón, ella era aficionada a la costura. María y toda la familia simpatizaban con el socialismo, aunque nunca fueron activistas. Tenían 4 hijas: Dolores (12 años), Pura (10), Juana (8) y Rafaela (4). Su hermano José Lobo Villa, de 22 años, había sido municipal con el Frente Popular.
Tras el golpe de Estado contra la República, en Fregenal como en tantos otros pueblos se detuvo a las personas de derechas. En esta localidad fueron llevados al Cinema Bravo. José Lobo hizo guardia en ese local para evitar que los detenidos sufrieran daño alguno. Algunos exaltados de izquierdas dispusieron darle fuego al lugar de encierro y trajeron paja y abundante leña. El alcalde, ayudado por miembros del Comité y por los municipales, consiguieron detener ese intento. Cuando entraron las tropas del bando sublevado en Fregenal, el 18 de Septiembre de 1936, José Lobo fue detenido y 4 después, fusilado.
El hermano menor de María era Manuel Lobo Villa, tenía 18 años y trabajaba con su padre en el campo. Tras la muerte de su hermano, andaban buscándolo y se escondió en el “doblao” de la casa de una prima. Manolo salía a escondidas para ver a su novia, Victoria Boza. Alguien debió verlo y lo denunció. Registraron la casa de su prima Francisca, pero él consiguió huir. A su novia, a la que ya le habían matado al padre, la interrogaron con amenazas de muerte si no decía dónde estaba Manolo, hasta que se derrumbó y confesó dónde se ocultaba su novio. Enseguida lo detuvieron y lo fusilaron el 23 de Octubre.
La casa de María estaba muy cerca del cuartel de la guardia civil y su calle era paso continuo de las patrullas de guardias y militares. María, que era una mujer temperamental, conocía a 2 guardias civiles que fueron los que habían matado a sus hermanos, eran conocidos como Juanito y Navarro. Un día, al pasar ellos por su puerta, les increpó llamándoles asesinos y criminales. Días después se presentó en su casa una patrulla, la sacaron esposada y la llevaron a uno de los calabozos de la cárcel, donde estuvo retenida varios días. Una de sus hijas, Dolores, le llevaba la comida a diario y un día sucedió la escena que también en otras ocasiones hemos oído: “que se tenía que llevar la comida de vuelta, que ya no está aquí, que ha salido con permiso definitivo…”. La niña recogió los cacharros de la comida anterior y al lavarlos en casa descubrió en su interior los zarcillos de su madre.
María Lobo Villa fue asesinada por delincuentes franquistas en las tapias del cementerio de Fregenal de la Sierra el 24 de Noviembre de 1936, en una saca de 27 personas que ha quedado en la memoria del pueblo. Estaba embarazada de 4 meses. Su muerte no fue inscrita, como tantas, en el registro civil. Su marido no aceptó que la inscribieran si ocultaban la causa real de su fallecimiento.
Agradecemos los testimonios de Manuela Vega Candelario, de 98 años, y de las hijas de María: Dolores y Rafaela García Lobo, que fueron entrevistadas en Fregenal de la Sierra en 2009. Esta semblanza ha sido redactada por Cayetano Ibarra Barroso, investigador de la historia de la represión franquista y socio de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica “José González Barrero”, entidad que trabaja para la dignificación de la memoria de María Lobo Villa y de todas las víctimas de la represión franquista.
Documento original en Biblioteca Francisco Espinosa
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