El asesinato de Aquiles Cuadra de Miguel por elementos fascistas: Pasión y muerte de un alcalde digno de Tudela
El asesinato de Aquiles Cuadra de Miguel por elementos fascistas: Pasión y muerte de un alcalde digno de Tudela / Tulio Riomesta
 
Aquiles Cuadra de Miguel nació en Tudela en 1896, hijo de Ruperto Cuadra, candidato a la alcaldía de Tudela por el partido Republicano en las elecciones municipales de Febrero de 1920. De 1930 a 1931 Aquiles dirigió el diario Republicano “Hoy” y como miembro de la Agrupación Republicana de Tudela, se encargó de la proclamación de la 2ª República Española en el balcón del ayuntamiento de Tudela el 14 de Abril de 1931. En las elecciones municipales de 1931 fue elegido alcalde de Tudela por el Partido Republicano Radical Socialista. Aquiles Cuadra fue detenido en Sevilla en Diciembre de 1936.
 

Los falangistas de Tudela acusaron a Aquiles de ser “la persona de más prestigio” entre los izquierdistas tudelanos, “y ser el causante de los sucesos del 19 de Julio de 1936”, el inicio de un enfrentamiento a tiros con falangistas en la plaza Nueva de Tudela. El teniente de la guardia civil declaró que la noche del 18 de julio de 1936 el alcalde, otra persona y Aquiles se presentaron en el cuartelillo y que Aquiles, “en tono impertinente insistió en que veía entrar y salir de allí elementos de derechas”. Según este guardia, en las inmediaciones del cuartel se encontraba “de paisano un coronel llamado Moracho posteriormente fusilado en Zaragoza». Otro teniente, acusó a Aquiles de incitar a los vecinos a “apoderarse de las corralizas”, de “influir a los obreros de Buñuel para que sostuvieran una huelga ilegal”, y de que en un mitin en Navarra dijo que: “por encima de todo, había de triunfar el Frente Popular, cuando no fuese por los votos había de ser por las pistolas”.

El “comandante” rebelde de la guardia civil le describió como “Afiliado a Izquierda Republicana, propagandista que participó en mitines, directivo del Frente Popular de Navarra. Además presionó para la retirada de la guardia civil de Tudela y amenazó a sus agentes. Llevaba una vida laica e inmoral. El día del glorioso movimiento nazional ordenó a los agentes municipales que, si la guardia civil se alineaba con el Ejército, se enfrentasen a ellos.

Sobre sus antecedentes, los fascistas de “Acción Ciudadana”, enviaron un informe al “juzgado militar”, denunciando el Republicanismo de su padre, y añadían: “el izquierdismo de Aquiles Cuadra se debía a una relación frustrada con una muchacha de una distinguida y acaudalada familia riojana. Tenía temperamento burgués y maneras de buen vivir, por lo que la finalidad de sus simpatías izquierdistas eran la conquista del voto. Se le ha visto con una señora divorciada con la que más tarde, aparece casado civilmente. Era miembro de la liga de los derechos del hombre, de cultura y fácil palabra, su ambición política busca una representación parlamentaria. Cuadra presumía de que su abolengo Republicano podía servir de freno contra los excesos del marxismo”.

En Febrero de 1937, Aquiles Cuadra, encarcelado en Pamplona, negó todas las acusaciones, declaró que nada había tenido que ver con los acontecimientos de la plaza Nueva, ni siquiera se encontraba allí, nunca arengó a las masas la noche del 18 de Julio, ni aconsejó la retirada de la guardia civil de Tudela en fechas anteriores. Pero en Marzo de 1937, el “juez instructor” definió a Aquiles “de Izquierda Republicana y uno de los principales dirigentes de la política del Frente Popular de Navarra y particularmente Tudela, empleaba conceptos disolventes, excitaba el odio y violencia entre las clases sociales. Defendió a personas que vitoreaban a la República el 16 de febrero de 1936, cuando la guardia civil trató de detenerlas. Acusó a Cuadra de organizar la resistencia contra los falangistas el 18 de Julio participando en las agresiones de la plaza Nueva, y pidió explicaciones a la guardia civil pues veía entrar y salir elementos de derechas del cuartel”. El auto ordenaba procesar a Aquiles por un delito de “rebelión militar”. Aquiles insistió ante el juez en su talante moderado, amante del orden, jamás disolvente, negando todas las anteriores acusaciones.

En los meses siguiente elementos derechistas siguieron acumulando estas y otras acusaciones sobre el “antifascismo y antinazionalismo” de Aquiles. Las negativas de Aquiles a tales acusaciones y sus peticiones de revisión de las supuestas “pruebas” fueron sistemáticamente rechazadas. El “fiscal” militar de Burgos manifestó que Aquiles había participado en un “alzamiento en armas contra el único poder legítimo en España que el glorioso “ejército” asumió en la histórica fecha de 18 de julio de 1936. El 10 de Noviembre Aquiles fue sometido a juicio sedicioso acusado de “rebelión militar”, siendo condenado a pena de muerte. Sin embargo en Diciembre, el auditor de Burgos anuló la sentencia por defectos de forma, decisión que supuso la anulación de las declaraciones prestadas hasta entonces por Aquiles. En Enero de 1938 una nueva farsa judicial volvió a generar una sentencia ya decidida, la pena de muerte. Por razones administrativas, la ejecución se demoró un año: Aquiles se negó a firmar la sentencia, y el 19 de octubre de 1939 Aquiles Cuadra de Miguel fue Asesinado por felones franquistas en Pamplona.


La documentación es un resumen del extracto, publicado por Txalaparta del libro Consejo de guerra. La injusticia militar en Navarra (1936-1940), de Ricardo Urrizola


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