Fue el gran líder del PSOE y la UGT durante la Segunda República, destacando por su viraje hacia la izquierda y las posiciones revolucionarias. En el exilio, fue capturado por la Gestapo y llevado al campo de concentración de Sachsenhausen durante dos años
Histórico líder del PSOE y de la UGT, Francisco Largo Caballero nació en Madrid en 1869 y hubo de aprender a ganarse la vida desde muy joven, a raíz de la separación de sus progenitores. A los diez años comenzó a desempeñar el oficio de estuquista, al que, al margen de la política, dedicaría buena parte de su vida profesional.
Poco después de cumplir 20 años, comenzó a materializar sus inquietudes políticas afiliándose a la Unión General de Trabajadores (UGT), antesala de su militancia en el PSOE a partir de 1894. Siempre compaginó la política con la actividad sindical, dando preferencia a esta última en muchas ocasiones. Con todo, en 1905 obtuvo su primer cargo político, elegido como concejal del Ayuntamiento de Madrid. Su reputación dentro del partido y del sindicato se consolidó en los años sucesivos y, en 1918, Largo Caballero ya era secretario general de la UGT, cargo que ocupó durante dos décadas.
Alentó como el que más la Huelga General de Trabajadores de 1917, razón por la cual fue detenido y condenado a muerte. La pena, no obstante, le fue conmutada por la de cadena perpetua, si bien apenas un año después fue excarcelado y absuelto de todos los cargos, tras ser elegido diputado en los comicios de febrero de 1918.
Fue el hombre fuerte del socialismo durante la dictadura de Primo de Rivera, aunque de hecho mantuvo una actitud de entendimiento de mínimos con el régimen que indignó a algunos sectores del partido. Se negó, con todo, a integrarse en la Asamblea Nacional, marcando así cada vez más distancias con el dictador, y fue uno de los artífices de integrar plenamente al PSOE en el movimiento republicano, cohesionado a raíz del Pacto de San Sebastián.
Líder del socialismo español
El 4 de septiembre de 1936 fue elegido presidente del Consejo de Ministros, cargo que conservó hasta el mes de mayo del año siguiente. Su gestión de la violencia resultante de las Jornadas de Mayo de 1937 en Barcelona precipitó su dimisión, pero no sería hasta comienzos de 1939 cuando finalmente se exiliase a Francia. Detenido al cruzar la frontera, tras pasar cuatro años recluido en el país vecino fue capturado por la Gestapo y confinado en un campo de concentración, del que sólo sería liberado en 1945, al finalizar la guerra, por los soviéticos. Instalado definitivamente en Francia, formó parte del PSOE en el exilio hasta su muerte en la capital gala en 1946.
Prisionero de los nazis
Fue uno de los 193 españoles que vivieron en sus carnes el infierno del campo de concentración de Sachsenhausen, ubicado a pocos kilómetros de Berlín. Largo Caballero se exilió en 1939 y fue apresado en Francia, donde permaneció cuatro años. Franco solicitó su extradición, al igual que hizo con otros destacados líderes republicanos que acabarían fusilados, pero el mariscal Pétain no accedió a la petición.
En 1943, empero, cayó en las garras de la Gestapo y a continuación fue recluido en Sachsenhausen, donde ingresó a la avanzada edad de 74 años, con la salud muy delicada. De hecho sus dos años de cautiverio allí los pasó en la enfermería y, tras ser liberado por los soviéticos, falleció apenas un año después. Se desconocen las razones por las cuales Franco no solicitó la extradición a los alemanes. Es probable que pensara que su fusilamiento podría causarle algún quebradero de cabeza y que era más fácil dejarlo morir en Alemania. Largo Caballero sobrevivió al horror nazi, pero vivió poco tiempo para contarlo.
Fuente → muyinteresante.com
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