El glorioso ejercito golpista vencedor de la República
El glorioso ejercito golpista vencedor de la República  
 
El palmares del llamado «Glorioso Ejército Español» vencedor de la República es ignominioso, recordar todo su tortuoso pasado, dan hasta nauseas. Fue responsable de la tortura y asesinato de miles de civiles indefensos, y de provocar desapariciones forzosas por motivos políticos. Estas desapariciones pone en evidencia el principio más fundamental de los derechos humanos, derechos que fueron pisoteados por una banda de militares degenerados y sin honor.

A continuación expongo las declaraciones del general Francisco Franco, el 27 de julio 1936, declaró con determinación: «salvaré a España del marxismo». «No dudaré matar a media España si es necesario». ¡Vaya sujeto! – ¡Qué moralidad!

España cayó en manos de unos cafres, que ganaron la guerra civil con la ayuda de otros dos cafres, Hitler y Musolini, aportando su ayuda incondicional en hombres y material de guerra a cantidad.

En el bando republicano no hubo casi ninguna ayuda “por miedo de no exacerbar a Hitler y Musolini”. Esta actitud pusilánime y cobarde de los países democráticos ocasionó el jubilo de los golpistas de constatar que sus adversarios republicanos no serán ayudados por las “corrompidas democracias” como les solían adjetivar los fascistas.

La mayor parte del ejército español se puso al lado de los nacionalistas y en contra de su propio pueblo que había ganado en 1936 las elecciones. Cuando terminó la guerra civil, el ejército golpista fue muy activo, aplicando la Ley de Seguridad del Estado o la de Bandidaje y Terrorismo, donde miles de fusilamientos se sucedían, cotidianamente, en España. Estos Tribunales Castrenses lo formaban militares de alta graduación, pretendiendo dar con aquellos juicios de exterminio una presunción de “legitimidad”. Las “medallas de mérito” que distinguían aquellos oficiales en sus uniformes, no fueron obtenidos en el campo de batalla, si no por genocidio. Sabemos cual fue la responsabilidad criminal durante aquel nefasto periodo de guerra y pos guerra. Cada militar perteneciente al cuerpo judicial acumulaba en su carrera varios kilos de chatarra en medallas de mérito por los servicios prestados.

Juan Carlos I reconoció y justificó la rebelión militar cuando Franco lo proclamó en Cortes su sucesor: «Quiero expresar en primer lugar, que recibo de su Excelencia el Jefe de Estado y Generalísimo don Francisco Franco, la legitimidad política surgida el 18 de julio de 1936, en medio de tantos sacrificios, de tantos sufrimientos, tristes, pero necesarios, para que nuestra patria encauzase de nuevo su destino»

Ese reconocimiento pone en cuestión la moralidad de la monarquía, refutada en muchas otras circunstancias por sus múltiples contradicciones anti democráticas. La estrategia del monarca quedaba bien clara con el juramento a la bandera:«juro obediencia al rey y a mis superiores», con ese rito pone de manifiesto que el rey estaba por encima de todo y de todos, por tanto, no es representativo de la opinión pública ni de la realidad española, lo eligió franco, con este aval se consideraba suficientemente legitimado.

J. Busquets. Ex guerrillero Condenado con la Ley de Bandidaje y Terrorismo a la pena de muerte, pena que se le conmutó, cumplió  veinte años y seis días de reclusión.


Fuente → cgtberga.org

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