Los bombardeos de la aviación nazi y fascista sobre la Cartagena republicana, causaron 233 víctimas mortales, cientos de heridos y la destrucción de un tercio del casco urbano
Los bombardeos de la aviación nazi y fascista sobre la Cartagena republicana, causaron 233 víctimas mortales, cientos de heridos y la destrucción de un tercio del casco urbano / Tulio Riomesta
 
Durante la Guerra Civil las principales ciudades y puertos Republicanos del litoral mediterráneo español fueron duramente castigados por la aviación rebelde. La ayuda prestada por Alemania e Italia a los sublevados, cazas, transportes y bombarderos, proporcionó una indudable superioridad aérea que, sin duda, facilitó su avance terrestre en todos los frentes. Nazis y fascistas ensayaron nuevas tácticas militares y tecnologías bélicas que utilizaron poco después, durante la II Guerra Mundial. Entre estas prácticas estuvieron la de los bombardeos aéreos masivos, tanto sobre objetivos militares como civiles. 
 

Las ciudades fueron objetivos bélicos de primera importancia, el hostigamiento y destrucción de las infraestructuras económicas y de comunicaciones de la retaguardia Republicana, industrias, comunicaciones, puertos, aeropuertos. Y se añadía un nuevo interés: el de la intimidación y desmoralización de la población civil. Confirmada su adhesión a la República, Cartagena se convirtió en un poderoso centro de interés para los bombardeos que llevaron a cabo los golpistas nazionales. Era la única gran base naval de la República, sede de su principal flota, con arsenales y fábricas en plena actividad y puerto de enlace para la llegada de la ayuda militar exterior. Fue un claro objetivo durante toda la guerra y los franquistas bombardearon intensamente la ciudad desde el aire. Cartagena fue una de las ciudades que sufrió más bombardeos durante la guerra civil, la larga sucesión de ataques aéreos se calcula en 177, ocasionando 233 víctimas, centenares de heridos y la destrucción de un tercio del casco urbano, 336 fincas totalmente derruidas.

El primer bombardeo se produjo de madrugada, a las 6,15 horas, el 18 de Octubre de 1936. Los encargados de realizarlos fueron 2 bombarderos alemanes Ju-52, con tripulación nazi procedentes de la base de Armilla, en Granada. Dieron una única pasada por el cielo de Cartagena y arrojaron 10 bombas de 250 Kg sobre el centro de la ciudad la ciudad: Causaron 22 muertos y numerosos heridos entre militares y civiles, además de daños materiales, varias casas derrumbadas.

El 2º bombardeo ocurrió 2 días después, 20 de Octubre. Tres Ju-52 procedentes de Armilla llegaron de noche a Cartagena. Realizaron solamente una pasada, pero lograron arrojar todo su cargamento de bombas, 18 en total, de las que solamente una no impactó. El bombardeo del 27 de octubre de 1936 fue un combinado, 3 bombarderos Savoia S-81 de la Italia fascista, y 5 Ju-52 de la Alemania nazi, y ocasionaron diversas víctimas civiles y militares. Desde estas fechas, hasta el 15 de marzo de 1939, las cartageneras y cartageneros vivieron con temor, siempre mirando al cielo. Las vías afectadas, claramente alejadas de los objetivos militares, subrayan el deseo de masacrar a la población civil, especialmente a partir del salto cualitativo que supuso la agresión más atroz, conocida como «el bombardeo de las 4 horas», realizado entre las 17,30 y las 21,30 del 25 de noviembre de 1936.

Ese día, 20 bombarderos nazis Ju-52 atacaron en diurno arrasando toda la ciudad. Arrojaron 25 toneladas de bombas. El castigo con bombas SC-50 incendiarias, y buen numero de enormes bombas explosivas SC-250 fue extenso ya que se produjeron impactos en el puerto, la zona de Santa Lucía, la estación de tren (una bomba junto al tren de La Unión que iba a salir, provocó muchas víctimas), las instalaciones del Arsenal en varias oleadas, y destrozos por toda la ciudad. Provocó 58 víctimas además de muchos heridos, algunos de ellos muy graves.

Los bombardeos de Octubre y Noviembre ocasionaron casi 100 muertos y varios centenares de heridos entre civiles y militares, y destruyeron decenas de casas. Las bombas caían constantemente, en cualquier barrio, sobre todo por las tardes. Eran de todos los tamaños. Las más grandes de 250 kilos. Tiraban a matar con una apariencia desconcertante de tranquilidad. Comentaban unos testigos: “He visto morir a mucha gente. A un padre, una madre y su hija les cayó una encima. Todo eso pasó en mi ciudad”. La vida habitual se desgarraba: De pronto la alerta de una sirena, los aviones surcaban el cielo y dibujaban en las calles contornos temibles de sombra, caían bombas sobre Cartagena, la gente corría, se internaba en los refugios.

Los bombardeos de Cartagena tienen la peculiaridad de que fueron realizados casi totalmente por aviones alemanes, la mayor parte de las veces también con tripulación nazis, mientras que la participación italiana fue, en este caso, muy secundaria, algunos aparatos en el tercer bombardeo y cazas de escolta en ocasiones.



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