El Día D y la revolución antifascista
El Día D y la revolución antifascista 
 
 
"Hay una gran y sangrienta pelea en todo el mundo esta noche".

Y reina la batalla, las bombas y la metralla.

Hitler le dijo al mundo que derribaría nuestro sindicato.

Pero nuestro sindicato romperá las cadenas de esclavitud.

Nuestro sindicato romperá las cadenas de esclavitud.

[…]

Así que agradezco a los soviéticos y a los poderosos veteranos chinos.

Los aliados en todo el mundo alrededor.

A los combatientes británicos, gracias, pueden tener diez millones de yanquis.

Si es necesario que derriben a los fascistas, derriben, derriben

Si es necesario que derriben a los fascistas.

— Woody Guthrie, 'Derribar a los fascistas' (1944)

['Hay una lucha grande y sangrienta en todo este mundo esta noche

Y reinan la batalla, las bombas y la metralla

Le dijo al mundo Hitler que haría trizas nuestra unión

Pero nuestra unión va a romper las cadenas de la esclavitud

Nuestra unión va a romper las cadenas de la esclavitud

[...]

Así que agradezco a los soviéticos y a los poderosos veteranos chinos

A los aliados de todo el mundo

A los combatientes británicos, gracias, podéis tener diez millones de yanquis

Si es necesario para hacer a los fascistas trizas, trizas, trizas

Si es necesario para hacer a los fascistas trizas".

— Woody Guthrie, ‘Hacer trizas a los fascistas’ (1944)]

Hoy, seis de junio de 2024, se cumple el octogésimo aniversario del Desembarco de Normandía –el Día D-, cuando cientos de miles de tropas aliadas, entre ellas más de 60.000 británicos, asaltaron y penetraron en el blindado flanco occidental del gigante nazi, abriendo por fin el decisivo Segundo Frente en la guerra europea contra Hitler y el fascismo.

Tras el milagroso envolvimiento y destrucción por el Ejército Rojo de las fuerzas de la Wehrmacht en Stalingrado en febrero de 1943, y la inmensa batalla de Kursk, la máquina trituradora de la guerra en el Este había visto cómo el avance genocida del Tercer Reich retrocedía progresivamente. Pero en junio de 1944 las fuerzas soviéticas aún se enfrentaban a cientos de kilómetros de fuego de ametralladoras, campos de exterminio y una fanática resistencia nazi en su camino hacia Berlín. La victoria de las fuerzas aliadas occidentales el Día D y su tenaz intransigencia a lo largo de 1944 contra los esfuerzos de Hitler por devolverlas al mar contribuyeron a dar a los que luchaban en nombre de Lenin y la libertad en Europa del Este el respiro necesario para infligir sus espectaculares derrotas militares posteriores al gigante alemán, y así acelerar el avance de la hoz y el martillo hasta los tejados del Reichstag. El Día D fue el momento histórico en que se manifestó finalmente la unión internacional de Woody Guthrie contra la esclavitud fascista.

Pieza central de la iconografía fundacional del orden de posguerra que aún habitamos, el Día D ha recibido miles de representaciones en el arte popular y los medios de comunicación; su realización más impactante en pantalla es, por supuesto, la cacofónica secuencia inicial de Saving Private Ryan [ Salvar al soldado Ryan ] (1998) de Spielberg, veinticuatro minutos apropiadamente desgarradores de agua salada ensangrentada y gritos. Pero mientras que la importancia militar-estratégica y cultural-experiencial del Desembarco de Normandía sigue siendo popularmente apreciada hoy en día, parece haberse perdido la importancia política de los acontecimientos de ese día para las masivas convulsiones sociales que siguieron en el continente europeo.

Sin embargo, los socialistas británicos de la época comprendieron muy bien esta importancia. Con 20 años, Ralph Miliband, nacido en Bélgica y refugiado judío en Gran Bretaña de la conquista nazi de los Países Bajos, célebre autor más tarde de la Nueva Izquierda por su Parliamentary Socialism: A Study in the Politics of Labour (1960) y   The State in Capitalist Society  (1969), destinado en junio de 1944 a bordo de un destructor naval que apoyaba a las lanchas de desembarco en la playa, describió la movilización en su diario como «la mayor operación de la historia», algo que «no se perdería [...] por nada del mundo».

Tribune , fundado en 1937 durante la Guerra Civil española como plataforma para la Campaña de Unidad antifascista, y definido por sus directores en tiempos de guerra, Aneurin Bevan y Jon Kimche, como el periódico que creía que «la lucha por el socialismo debe continuar al mismo tiempo que - de hecho como parte de - la lucha contra Hitler», reconoció también la trascendencia política de las maniobras militares del Día D.

En dos editoriales publicados a lo largo de junio de 1944, el primero («La política de la invasión», 9 de junio) escrito cuando aún ardían los fuegos del ataque costero de los Aliados, y el segundo («Guerra y revolución», 16 de junio) la semana siguiente, Tribune articuló su comprensión contemporánea del significado fundamental del Desembarco de Normandía para el futuro de la guerra, y para la «revolución europea» contra el nazismo y por la emancipación socialista que percibía agitándose en las calles, campos y montañas de un continente oprimido.


Fuente → sinpermiso.info

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