Mujeres republicanas asesinadas por criminales franquistas. Víctimas en poblaciones de la Sierra de Cádiz
Mujeres republicanas asesinadas por criminales franquistas. Víctimas en poblaciones de la Sierra de Cádiz / Tulio Riomesta 
 
Los golpistas del verano de 1936 tuvieron como su principal objetivo aniquilar a la población Republicana gaditana, unos 5.000 Republicanos fueron asesinados en esta provincia . Las mujeres no escaparon a ese destino, sobre ellas recayó una violencia específica de carácter “ejemplarizadora”. Como los hombres, fueron asesinadas, encarceladas, robadas y sometidas a consejos de guerra, pero además sufrieron violaciones y humillaciones, fueron rapadas y se les arrebataron sus hijos. De esta manera el franquismo situaba a las mujeres en el ámbito doméstico. El estado franquista redibujó la imagen tradicional y patriarcal de la mujer y le cortó las libertades que habían conseguido durante el período Republicano. Al cercenar esos derechos, las mujeres, todas las mujeres, resultaron ser las grandes vencidas de la guerra civil. 
 
– Al menos 7 mujeres fueron asesinadas en Villamartín, entre ellas 2 vicepresidentas de la sección femenina de la UGT, Teresa Álvarez Vázquez y Dolores Domínguez Cantalejo de 38 años. Mataron a Rosario Vega Vega y a su marido Juan Rete Gómez, campesino, 56 años, vocal de la junta directiva del PSOE. Dejaron 3 hijos desamparados, la mayor con 16 años. Juana Casanova Ramírez fue detenida para ser interrogada por el paradero de sus hermanos Fernando y Antonio huidos a zona Republicana, la raparon, purgaron y la asesinaron. Francisca Pino Perea fue capturada en Málaga y devuelta a Villamartín, donde fue sometida a vejaciones sexuales, violada y luego asesinada. La familia Navarro fue exterminada: Teresa Hidalgo Portillo, 63 años, y su marido Antonio, así como sus hijos Joaquín y Antonia Navarro Hidalgo; a Antonia le arrancaron el hijo menor de los brazos para montarla en el camión. Otras 2 víctimas fueron Francisca Holgado Sánchez y Carmen Gandulfo Suárez.
 
– En el cortijo El Baldío en Alcalá del Valle, el 18 de septiembre de 1936 los golpistas secuestraron a Remedios Partida Morilla (43 años) y su hijo José Rodríguez Partida (20), trabajadores del cortijo. Y a Rosa, novia de José, embarazada de 7 meses. Los subieron a un coche y en una carretera de la finca los fusilaron y enterraron bajo un olivo. 
 
– En las fosas de Torre Alhaquime hay al menos 8 mujeres: Carmen Álvarez Castro, esposa del policía rural, el socialista Antonio Pérez Rosa; tenían 2 hijos huidos a zona Republicana. Ambos fueron asesinados y enterrados en la finca La Chopalea. Bárbara Núñez Flores también fue arrojada a La Chopaleda. En la fosa común del cementerio está enterrada María Jiménez Vela, “La del Mellizo”, 29 años, acusad de ser “de ideas comunistas y subversivas”. Ana Valle Fernández, buscó refugio en Morón de la Frontera pero la hicieron volver, y unos falangistas la torturaron, violaron y asesinaron. Dolores Soriano Bonilla “Rubita Pintaera”, costurera de 35 años, 4 hijos pequeños, embarazada, que bordó una bandera Republicana. Detenida y asesinada por la guardia civil. En la misma “saca” iban Isabel González Linares, Rosa Junquera González, a las que aplicaron bando de guerra, el adolescente de 16 años Francisco Pulido García y varios hombres más. Los arrojaron a una fosa en El Pareoro, donde estarían también los restos de Francisca Sánchez Márquez, madre de José Zamudio Sánchez también fusilado, embarazada cuando la asesinaron el 20 de septiembre de 1936. Los cadáveres quedaron unos días expuestos a la vista, uno comentó que algo se movía en el vientre del cadáver de Dolores. 
 
– En Espera figuran 2 mujeres asesinadas, la militante comunista y presidenta del centro obrero María Cabral Ferrete y Ana Panal Ibáñez “La Patuquera”. Estuvieron detenidas en la cárcel de Espera junto con Adelaida García Sierra a quien habían rapado, purgado, violado y traído de Bornos el 3 de Octubre. Las 3 fueron conducidas a Villamartín donde las mataron. Adelaida era socialista, tenía 19 años, se había «señalado» por llevar la bandera Republicana el 1º de Mayo. Esa misma noche también asesinaron en Bornos a Juana Rodríguez Jiménez, “La Paternera”, empleada doméstica en Jerez de la Frontera donde fueron a buscarla. Nunca llegó a Bornos, su viaje acabó en el cementerio de Arcos de la Frontera. Y a Francisca Abadía Ramírez, Clara, que estaba embarazada. Una era hija de Pedro el Paternero y la otra, compañera de Juan Ramírez, también asesinados. 
 
– Los golpistas se cebaron con la familia Escalante Avilés de El Gastor. Asesinaron a Frasquita Avilés Navarro, a su marido Antonio Escalante García, y a sus hijos Antonio y José. También mataron a Josefa Morales Tinoco, a Consuelo Valle, a Josefa Alba y a Isabel Romero “La Panita”, a la que dejaron enterrada en un majano cerca del pueblo. Remedios Ramírez mordió a uno de los falangistas que la llevaban a rastras al cementerio y le arrancó parte de un dedo antes de que la mataran. Y también asesinaron a Remedios Benítez, y a la mujer del “El Cueto”. Fraternidad Hidalgo, 21 años, estaba embarazada; quedó ciega y enferma por las torturas y humillaciones, falleciendo en 1938. María Torreño, esposa de un concejal socialista, fue golpeada tan brutalmente que abortó; murió a consecuencia de las torturas a la que le sometieron unos falangistas. 
 
– En Olvera los fascistas asesinaron a Josefa Álvarez Pérez, 32 años, a Antonia Álvarez Vela de 60, y a María García Carreño. 
 
– Las 15 Rosas de Grazalema, en Febrero de 1937 fueron torturadas, humilladas, asesinadas por bandoleros franquistas, y arrojadas a la fosa de Retamalejo. Casi todas tenían entre 20 y 30 años, 4 estaban en avanzado estado de gestación. No hubo tiro de gracia, se encontraron pocos proyectiles e importantes señales de arma blanca, una macabra agonía: Teresa Castro Ramírez, Salud Alberto Barea, Catalina Alcaraz Godoy, Isabel Atienza Gómez, Josefa de Jesús Gómez, Isabel Barea Rincón, María Barea Rincón, Ana Fernández Ramírez, Cristina Carrillo Torres, Lolita Gómez, María Josefa Nogales, Teresa Menacho Palacios, Antonia Pérez Vega, María Isabel Román Montes, Natividad Vilches y el pequeño Francisco Peña García, «el Bizarrito». Isabel y Josefa eran hermanas. Lolita era sobrina de ambas. María y Jerónima, también hermanas. Eran campesinas, obreras de la tierra y del ganado, no estaban afiliadas a ningún partido político. 
 
Juana Calderón Burgos, de Algodonales, murió de anemia en prisión. 
 
– En Setenil de las Bodegas mataron a Catalina Marín Gómez, aunque estaba embarazada los falangistas la raparon, violaron y torturaron hasta la muerte. Ana Medina Marín, natural de Setenil, fue detenida tras la ocupación de Málaga y fusilada en Ronda el 14 de marzo de 1937. 
 
– En Ubrique fueron asesinadas al menos 12 mujeres. En octubre de 1936 “sacaron” del chozo donde vivían y mataron al matrimonio Manuela Pardeza García y José Gil Ruiz, campesinos de 64 años. A principios de 1937 los sublevados fusilaron a Josefa Clavijo Fernández y María Chávez Vázquez. La mayoría de las asesinadas fueron enterradas en una fosa común del cementerio de la localidad. Ana Gil Ruiz, natural de Ubrique, fue enterrada en el Cementerio de El Bosque, y también Inés Fernández Sierra, natural de Benamahoma.
 
 

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