No os olvidaremos; y, cuando el olivo de la paz florezca, entrelazado con los laureles de la victoria de la República española, ¡volved!Dolores Ibárruri
De la misma manera que la historia, la novela, el cine y hasta el musical se han ocupado de la gesta que los voluntarios internacionalistas escribieron con sangre sobre el suelo español, no debe sorprender que también el noveno arte haya dirigido su mirada hacia las Brigadas Internacionales.
El investigador Ángel Luis Arjona Márquez (Albacete, 1967) lleva muchos años dedicado a la tarea de rastrear minuciosamente las huellas que las Brigadas Internacionales han dejado impresas en las viñetas de los cómics publicados tanto en nuestro país como en el extranjero. Fruto de su esfuerzo es el impresionante volumen Las Brigadas Internacionales a través del cómic: 1977-2012, que conoce hasta la fecha dos ediciones en papel —2014 y 2016— y puede descargarse digitalmente en la página web del Instituto de Estudios Albacetenses.
De su mano, podemos recorrer historietas tan impactantes como las dos entregas del personaje Eloy, creado por Antonio Hernández Palacios, Eloy, uno entre muchos y Río Manzanares, que rememoran la participación de los brigadistas en la defensa de Madrid. O acompañar a Ernest Hemingway en su visita a un hospital de campaña, gracias al guion de Víctor Mora y al dibujo de Víctor de la Fuente, en la historia corta Los voluntarios. Si preferimos acogernos a la óptica de un creador extranjero, siempre podremos acudir a una trilogía tan potente como el ¡No pasarán!, de Vittorio Giardino, en otra aventura de su personaje Max Fridman.
Arjona ha proseguido su tarea actualizando su trabajo seminal, mediante la incorporación de nuevas obras al corpus objeto de análisis. Así, cabe citar su capítulo «Las Brigadas Internacionales en los cómics ante el 80 aniversario», dentro del volumen colectivo Las Brigadas Internacionales 80 años después, coordinado por Ignacio Sánchez Sánchez, editado en 2019 por el Centro de Estudio y Documentación de las Brigadas Internacionales (CEDOBI) y el Instituto de Estudios Albacetenses, también disponible en formato digital. Igualmente, ha de citarse el capítulo titulado «¡Volvieron! Cómics que reflejaron a las Brigadas Internacionales», que forma parte del libro Narrativa gráfica de la Guerra Civil. Perspectivas globales y particulares, coordinado por Viviane Alary y Michel Matly, publicado en 2020 dentro de la colección Grafikalismos, coeditada por la Universidad de León y Eolas Ediciones.
En la Guerra Civil española
A la nómina de ilustres historietistas que se han ocupado hasta ahora del papel de los interbrigadistas en la contienda civil española, ha venido a unirse en 2024 el nombre de Alfredo Albero Vilaplana, veterano artista natural de Alcoy (Alicante), autor de Las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil española, obra editada por Letra Minúscula.
En el prólogo del cómic, el magistrado Joaquim Bosch, ex portavoz de Jueces para la Democracia, señala que «Alfredo Albero ha sabido crear una obra que entretiene y también ilustra, que es formativa y también es esperanzadora, que ayuda a recordar y también es una advertencia al presente».
Alfredo Albero utiliza el cómic para exponer el contexto histórico europeo que enmarca el golpe militar de 1936, así como el papel que asumieron las distintas potencias en relación con el Gobierno de la República. Frente a la presencia organizada de las tropas italianas y alemanas al lado de Franco, destaca el movimiento popular de apoyo a la democracia en España, cristalizado en la participación de alrededor de 35.000 voluntarios encuadrados en las Brigadas Internacionales.
La parte más dinámica y emocionante del relato es el recuento de las acciones bélicas acometidas por los brigadistas, en frentes como la defensa de Madrid, las batallas del Jarama o Guadalajara, que comportaron escalofriantes pérdidas de vidas humanas. La despedida de España de las Brigadas Internacionales queda perfectamente reflejada en una página que reproduce íntegro el discurso pronunciado por Dolores Ibárruri, cuya silueta se adivina en segundo plano.
Albero ha combinado el uso de una reducida paleta de grises para identificar las secuencias ubicadas en el presente de la narración, mientras que utiliza el color sin restricciones en aquellas partes dedicadas a relatar las acciones de las Brigadas Internacionales. La calidad gráfica de su dibujo destaca especialmente en la confección de las escenas de acción, los movimientos de masas, el uso del paisaje y la utilización de los escenarios arquitectónicos, en este último caso probable reminiscencia de su trayectoria profesional como delineante.
La valoración global de esta obra puede expresarse perfectamente con estas palabras del propio autor contenidas en su epílogo: «Esta historia gráfica no pretende hacer ninguna aportación al estudio de aquella contienda, pero, si consigue despertar la curiosidad de alguien por conocer qué fue lo que pasó en aquellos años, esta historia habrá sido útil».
Fuente → mundoobrero.es
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