Sebastià Carratalà
Detenidos a finales de 1949, fueron fusilados en el Camp de la Bota de Barcelona
El 14 de marzo de 1952, se consumaba la orden firmada el día anterior por el dictador Franco de ejecución de cinco miembros del grupo de guerrilleros anarquistas Talión de la resistencia antifranquista maqui . Según la prensa de la época ( La Vanguardia Española , edición del 15/03/1952), fueron ejecutados Pere Adrover Font (de 41 años); José Pérez Pedrero, alias Tragapanes (de 23 años); Santiago Amir Gruañas, alias Sheriff (de 37 años); Genís Urrea Pena (de 55 años) y el líder del grupo Jordi Pons Argilés (de 37 años). Los cinco miembros de Talión habían sido detenidos a finales de 1949, acusados de cometer seis asesinatos y de varios atracos a bancos y empresas (principalmente del gremio de la construcción) y condenados ―por un tribunal militar― a morir fusilados.
Pese a que las autoridades franquistas y la prensa cautiva del régimen les presentó como una banda organizada de gángsteres, el procedimiento judicial y la pena impuesta revelan claramente que fueron juzgados y condenados como disidentes políticos del régimen franquista (los delincuentes comunes eran juzgados por tribunales civiles y, si el tribunal decidía la pena capital, ejecutados por el método del garrote vil). El grupo Talión era parte de un entramado clandestino de resistencia armada, los maquis , que en Cataluña estaba formado por los guerrilleros de las Juventudes Libertarias (anarquistas), el Frente Nacional de Cataluña (integrado por miembros de Estado Catalán) y por la Agrupación Guerrillera de Cataluña (creada por el PSUC) y que actuaban, principalmente, en las comarcas pirenaicas y en el área metropolitana de Barcelona.
El 26 de enero de 1939, las tropas franquistas ocuparon Barcelona y enseguida empezaron los consejos de guerra. Primero, a gente muy significativa, que fue fusilada en el castillo de Montjuïc. Pero enseguida se empezaron a realizar las ejecuciones en el Camp de la Bota. En los archivos militares de la época existen detalles de los consejos de guerra, como los denunciantes y los testigos.
El Campo de la Bota se eligió como lugar de ejecuciones porque estaba alejado de la ciudad, y porque a ojos de los franquistas era un lugar despoblado: los chabolistas no contaban para ellos. Tenía otra ventaja, y es que ya había un terraplén de antes de la guerra, de cuando se hacían prácticas de tiro, que proporcionaba una pared de fondo para poner a los fusilados.
Se ha calculado que en Barcelona se realizaron unos 65.000 consejos de guerra. Las condenas en prisión fueron numerosas. Las penas a muerte también, aunque algunas se conmutaron por condenas de cárcel. Y, en total, se fusilaron a unas 1.706 personas, la gran mayoría en el Camp de la Bota.
Las personas que estaban condenadas a muerte no sabían cuándo serían ejecutadas. Se les comunicaba el mismo día, en el patio de la cárcel. Esa misma noche los cargaban en un camión y los llevaban desde la Modelo, en la calle de Entença, hasta el Camp de la Bota. Una vez ejecutados, los devolvían a los camiones y atravesaban de nuevo la ciudad camino del cementerio de Montjuïc. Allí, desde un núcleo de chabolas que había y que se llamaba Sobre la Fossa por su emplazamiento, eran cargados en unas vagonetas ya través de unas vías eran arrojados a la fosa común. Después estaban cubiertos de forma muy precaria sin ningún tipo de identificación.
Las ejecuciones terminaron en 1952 a petición del Vaticano, cuando se celebró en Barcelona el congreso eucarístico. Durante el franquismo se levantaron placas y monumentos en todas partes para recordar a las personas muertas y ejecutadas durante la guerra, muy especialmente las del bando nacional. Pero ninguna sobre los ejecutados la década posterior a la guerra. No fue hasta la llegada de la democracia que se levantó en Barcelona un monumento en memoria de los ejecutados por el franquismo, la mayoría en el Camp de la Bota.
Fuentes: Marc Pons, « El régimen franquista ejecuta cinco maquis de Talión en el Campo de la Bota », El Nacional, 2019 / Sergi Hernández, « El campo del horror », betevé, 2021
Fuente → diarilaveu.cat
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