
El 7 de junio de 1937, un barco llamado “Mexique” llegó al puerto de Veracruz, México, con un cargamento singular: 456 niños españoles que huían de los horrores de la Guerra Civil Española. Estos niños, conocidos como Los Niños de Morelia, fueron acogidos por el gobierno mexicano bajo la tutela del presidente Lázaro Cárdenas
La Guerra Civil Española (1936-1939) fue un conflicto armado que se originó con un intento de golpe de Estado militar liderado por el general Francisco Franco, contra el gobierno de la Segunda República Española. Durante dos años, España se vio dividida en dos: el bando sublevado y el bando republicano.
En este lapso, el enfrentamiento obligó a miles de personas a abandonar su hogar y su país natal, se estimar que cerca de medio millón de españoles abandonaron la península.
Durante los primeros meses del conflicto se crearon los primeros organismos que regularon la evacuación y distribución de los refugiados. Ya que mientras el ejército de Franco se acercaba a Madrid, los bombardeos, las muertes, enfermedades y la escasez de alimentos perjudicaban a toda la sociedad.
A través de camiones, ferrocarriles e incluso embarcaciones los miles de exiliados y refugiados abandonaron España con destino a otro territorio. Los países que más número de personas recibieron fue: Francia, Reino Unido, Bélgica y México.
México, jugó un papel importante durante el exilio español, ya que bajo el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas la nación se negó a reconocer el gobierno de Franco y otorgó asilo político a más de 22.000 refugiados.
El 13 de junio de 1939 llegó al puerto de Veracruz, proveniente de Francia, el buque Sinaia.Wikimedia Commons
Los niños de Morelia
En el año de 1937, varios republicanos tuvieron que separase de sus hijos, para salvarlos de las atrocidades de la guerra. Uno de los casos más conocidos en el de los “Niños de Morelia”, un grupo de 456 niños de entre 6 y 13 años que abandonaron España con destino a México.
Su viaje comenzó a finales del mes de mayo de 1937 en la ciudad de Barcelona, en donde los pequeños se despidieron de sus padres y abordaron un tren con destino a la ciudad de Burdeos en Francia. Los niños iban acompañados de 13 maestros, 2 enfermeras y un doctor.
En Burdeos ya los esperaba la embarcación “Mexique”, con destino a México. Tras varios días de viaje, llegaron al puerto de Veracruz el 7 de junio, en donde ya los esperaban cerca de 15.000 personas para recibirlos. En territorio mexicano fueron trasladados a la Ciudad de México, en donde fueron recibidos por el presidente Lázaro Cárdenas. Quién inmediatamente comunicó al presidente republicano, Manuel Azaña la llegada de los niños:
“Tengo el gusto de participarle haber arribado hoy sin novedad a Veracruz los niños españoles que el pueblo recibió con hondas simpatías […] El estado toma bajo su cuidado a estos niños rodeándolos de cariño y de instrucción”.
Tras 5 días en la capital, fueron trasladados a la ciudad de Morelia, Michoacán. El lugar en donde permanecieron por varios años, aquí se habilitaron dos casonas que habían pertenecido al clero y que estaban anexas a iglesias. La Secretaría de Educación Pública fue la encargada de acondicionar el espacio que fue llamado el internado España -México.
Las instalaciones eran excelentes, se distribuyeron en dos; las de niñas y niños. Ambas contaban con camas, baños, talleres, patios y hasta piscina. Tenían servicio médico, comedor y salones de clase.
Cabe resaltar, que del grupo de los 465 niños que llegaron a México, no todos permanecieron en los internados, pues varios de ellos fueron entregados a familiares que habitaban en el país. Al final de la guerra, fueron pocos los pequeños que regresaron a España, la mayoría se quedaron en México, a pesar de los desafíos, se integraron a la sociedad mexicana.
Este pequeño grupo de refugiados no fue el único que llego al país, es importante destacar que en el año de 1939 arribó una nueva embarcación que tenía como nombre “Sinaia”, en ella llegaron: fotógrafos, pintores, científicos, mineros, agricultores, ganaderos, albañiles, artesanos, comerciantes, médicos, abogados y profesores. Algunos de los nombres más conocidos son el de Pedro Garfias, Tomás Segovia, Ramón Xirau, José Gaos, Eduardo Nicol, Adolfo Sánchez Vázquez, etc.
La historia de los Niños de Morelia es un capítulo conmovedor en la historia de México y España. Estos pequeños, víctimas de la Guerra Civil Española, encontraron refugio y un nuevo hogar en Morelia. Su llegada marcó un hito en la solidaridad internacional, este acto de generosidad fortaleció los lazos de amistad entre ambos países involucrados.
Los Niños de Morelia en la Ciudad de México. Wikimedia Commons
Fuente → muyinteresante.com.mx
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