Durante el franquismo las personas LGTB+ eran de los colectivos más perseguidos por parte de la dictadura franquista.
La famosa Ley de Vagos y Maleantes incluyó al colectivo homosexual en el año 1954, categorizando la homosexualidad como un peligro social. Pero incluso antes de incluirlos en la ley ya se consideraba un delito de escándalo público cualquiera acto homosexual cometido fuera del ámbito privado.
La Iglesia apoyó en todo momento las leyes que aprobaron los franquistas contra el colectivo, ya que se consideraba un pecado tener relaciones sexuales vinculados al placer y no al acto reproductivo.
En el momento que la ley se aprobó, los homosexuales comenzaron a ser encarcelados por su condición sexual.
Cárceles en España
Las dos cárceles más reconocidas para ello fueron las de Huelva y la de Badajoz. Al internar en los centros penitenciarios, también los distinguían entre ellos:
A los denominados “activos” los enviaban a Huelva. Para los franquistas, estos tenían menos culpa de su homosexualidad. A Badajoz por su parte, enviaban a los homosexuales que ellos consideraban “pasivos”.
Pero no solo se consiguió que el colectivo LGTB+ fuese un colectivo aislado socialmente, también fueron sometidos a prácticas psiquiátricas para intentar revertir la homosexualidad.
Además eran separados de los presos heterosexuales para que no se contagiaran y así conseguir que la “enfermedad” no se expandiera.
También hubo campos de concentración para personas homosexuales en España, el más destacado se situaba en Fuerteventura, el cual recibía el nombre de Tefía.
Actualmente,la historia de este campo de concentración se ha dado a conocer gracias a la serie de Atresplayer Las noches de Tefía, protagonizada por Marcos Ruíz, y la cual ha sido ganadora en los premios GLAAD 2024.
En cuanto a las mujeres lesbianas no eran tan perseguidas como los hombres, puesto que se entendía que la represión se hacía en casa, ya que la mujer siempre estaba subordinada al hombre.
A partir de la década de los 70
En 1970 se cambió la Ley de Vagos y Maleantes, por la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, lo que llevó al primer Movimiento Español de Liberación Homosexual (1972).
Este movimiento buscaba la liberación de las personas homosexuales y reivindicar sus derechos para conseguir la aceptación y el reconocimiento social.
Pero no consiguieron grandes avances para los derechos del colectivo, ya que hasta hace relativamente poco la homosexualidad en España seguía considerándose una enfermedad contagiosa, la cual había que erradicar utilizando incluso electrochoques.
Hasta 1978 no se consiguió que estas leyes se derogaran en España. Pero la lucha no acaba ahí, puesto que hasta el pasado año 2023 no se erradicaron las llamadas “terapias de conversión” en nuestro país.
Fuente → togayther.es
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