Por trámite exprés, este jueves PP y Vox derogarán la Ley de Memoria de Aragón. PAMA convoca concentraciones y difunde un manifiesto rechazando "la tergiversación de nuestra historia y los mensajes que niegan, minimizan o legitiman el franquismo y la dictadura y que no condenan un régimen de terror que dejó decenas de miles de víctimas".
Este jueves, 15 de febrero, el Gobierno de Jorge Azcón —PP y Vox— culminará la derogación exprés de la Ley de Memoria Democrática de Aragón. Lo hará en la sesión plenaria que se celebra en las Cortes. Por este motivo, y para mostrar su frontal rechazo, la Plataforma de Acción por la Memoria en Aragón (PAMA), que agrupa a 19 asociaciones memorialistas de las distintas comarcas aragonesas, convoca el mismo día una concentración en Zaragoza frente al Parlamento aragonés. La movilización, con el lema "Derogaréis la ley, pero no la memoria", tendrá lugar a las 11.00 horas. Esta movilización tendrá su réplica en Balbastro —a la misma hora, en plaza Constitución—, y en Monzón —19.30, en plaza Mayor—.
Además, PAMA ha lanzado un manifiesto —al que se pueden sumar organizaciones, colectivos, agrupaciones y ciudadanía en general escribiendo un correo electrónico a secretaria@pama.org.es— en el que declara que la Ley de Memoria Democrática de Aragón que se pretende derogar "es acorde con los principios establecidos por Naciones Unidas para la defensa de los derechos humanos frente a la impunidad"; que "nuestra vigente Constitución mandata que las leyes y normas relativas a los derechos fundamentales se interpreten de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y con los tratados internacionales sobre la materia ratificados" por el Estado español; y que la derogación de la Ley, si se produce, "conlleva la paralización de los protocolos de reparación de las víctimas de la guerra y la represión de la posguerra y de la dictadura".
En este sentido, PAMA denuncia que la propuesta del Ejecutivo aragonés para la derogación de la Ley de Memoria "se argumenta con mentiras históricas, con la narrativa de la equidistancia que pretende reescribir la historia, con la intención de borrar la memoria, con un sesgo ideológico excluyente, con una clara intención de suspender los derechos a la verdad, la justicia y la reparación que tienen las víctimas del franquismo y con un empeño manifiesto en impedir a toda la ciudadanía el derecho a conocer la historia reciente de nuestro país".
Así, PAMA subraya que no acepta "el negacionismo de la derecha sobre la necesidad de la memoria histórica, democrática y colectiva para que se sepa y conozca la represión ejercida por los golpistas y sus cómplices, así como por la dictadura franquista durante décadas"; y que "debe saldarse la deuda histórica de nuestro democracia con estas víctimas y con el derecho a conocer que se traduce en una falta casi total de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición".
En su manifiesto, PAMA defiende que la memoria democrática "debe prevalecer por encima de la invisibilización de las víctimas de torturas, los encarcelamientos ilegales, los procesos 'sumarísimos', de los bombardeos sobre población civil indefensa, los campos de concentración, el trabajo esclavizado, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales, las deportaciones, la estigmatización, la expropiación ilegal de bienes, la violencia sexual como herramienta de hostigamiento y terror, el exilio político y todas aquellas vulneraciones de los derechos humanos que significó el franquismo".
También sobre "la negación de la represión sistemática contra las mujeres, el robo de bebés y las estructuras patriarcales de dominación y confinamiento de las mujeres que han estado operativas hasta hace pocas décadas; la insistencia en ocultar que estas violaciones de derechos humanos, además de en los tres años de guerra, se cometieron al finalizar la contienda y durante los 40 años de dictadura; el intento mezquino de equiparar víctimas y de presentar los reclamos de verdad, justicia, reparación y dignificación como actos de venganza; la legitimación y aceptación de los victimarios y de los beneficios que obtuvieron a través del trabajo esclavizado o del expolio de propiedades y bienes de las víctimas de la represión; el silencio sobre el papel cómplice con el aparato represor de la Iglesia católica oficial, así como de otras estructuras sociales que fueron funcionales al sistema; la reducción de la memoria al periodo de guerra y dictadura, ignorando que no todo acabó el 20 de noviembre de 1975 sino que, en este marco, se registraron violaciones de derechos humanos durante la ‘Transición’, y que todo forma parte de la memoria histórica necesaria; el déficit democrático y la afrenta a la dignidad de nuestra sociedad que supone que no se haya juzgado a los responsables materiales e intelectuales de estas violaciones de derechos humanos tal y como reclaman organismos internacionales; y la persistencia absurda de imponer una política forzada de olvido".
"Conscientes de la necesidad de profundizar en una democracia justa y creíble", PAMA solicita "subsanar la vergonzosa deuda histórica de este país con las víctimas de la sistemática violación de derechos humanos que se extendió durante el franquismo". De este modo, piden "garantías de no repetición" para lo que consideran "imprescindible" informar a la ciudadanía y dar cabida en los currículos escolares a la memoria democrática "tratada con rigor histórico en vez de con las tesis revisionistas y negacionistas, que carecen de rigor, prescinden de datos y documentos y cultivan visiones sectarias y partidistas". Por ello, exigen el mantenimiento y desarrollo de la Ley 14/2018 de Memoria Democrática de Aragón y la retirada de la propuesta de derogación de la misma, y reclaman la condena del franquismo "tal y como, en reiteradas ocasiones, han pedido organismos internacionales como la ONU".
Por último, desde PAMA invitan a suscribir a este manifiesto y animan a la ciudadanía a participar en las movilizaciones de este jueves en defensa del mantenimiento y desarrollo de la ley de Memoria Democrática de Aragón y a rechazar "la tergiversación de nuestra historia y los mensajes que niegan, minimizan o legitiman el franquismo y la dictadura y que no condenan un régimen de terror que dejó decenas de miles de víctimas". "La Memoria democrática no es cuestión de derechas o izquierdas. Es un derecho democrático de la ciudadanía, que debe garantizarse desde el reconocimiento de la verdad histórica, que debe sentar las bases de un futuro digno que de voz al silencio impuesto durante décadas", concluye el manifiesto. Las asociaciones memorialistas y las víctimas del franquismo advierten que la ultraderecha y la derecha "no enterrarán la memoria" y anuncian que seguirán reclamando verdad, justicia y reparación.
Fuente → arainfo.org
No hay comentarios
Publicar un comentario