Franco, surgido de una brutal Guerra Civil con la ayuda de Hitler y Mussolini, compartía ideologías con el fascismo y el nazismo. Su «neutralidad» se contradecía con acciones como el envío de la División Azul, una unidad de voluntarios que lucharon al lado de las fuerzas nazis en el ataque a la URSS, mostrando un apoyo activo a los esfuerzos bélicos de Hitler.
España permitió el repostaje de submarinos alemanes en puertos españoles, censuraba las noticias de derrotas tudescas en la propaganda española, los agentes alemanes de la Abwehr tenían gran libertad para trabajar en territorio español mientras se vigilaba a los británicos, etc. En el ámbito diplomático, Franco mantuvo relaciones cordiales con los líderes del Eje, evidenciando una clara inclinación hacia sus intereses e ideología.
Solo cuando Franco vio que Hitler perdería la guerra se centró en una estricta neutralidad, incluso tolerando ciertas ventajas militares a los aliados, semejantes a las que había ofrecido a los alemanes antes.
Recuerda: la próxima vez que alguien te lo mencione, podrás responder que Franco no estaba en la platea de la Segunda Guerra Mundial, sino disfrazado entre los actores.
Fuente → spanishrevolution.net
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