La Desbandá, el genocidio silenciado
La Desbandá, el genocidio silenciado
Isidoro Coello Infantes / José Manuel Luque Gálvez

El pasado 30 de diciembre nos dejaba el camarada José Manuel Luque Gálvez «Pita», firmante de este texto sobre la memoria de La Desbandá y uno de los impulsores de la marcha anual que conmemora aquellos hechos de la represión fascistas sobre los habitantes de Málaga.

Posiblemente este texto, aparecido en la edición impresa de Mundo Obrero nº 371 de enero de 2044, fuese uno de los últimos escritos del camarada «Pita». Con su reproducción aquí en la edición digital queremos también conmemorar su entrega a una vida de lucha por la recuperación de la memoria democrática, la lucha por la república y por el socialismo.

Tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, organizado y financiado desde el Gobierno fascista italiano, las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla así como parte de Córdoba, Granada y Málaga caen en manos de los sublevados. El resto de Málaga queda como un entrante en “zona nacional” conectado con el resto del territorio republicano solo a través de la Carretera Málaga-Almería. Decenas de miles de andaluces/as huyen del fascismo y su represión hacia la ciudad de Málaga.

A primeros de febrero de 1937 la situación en Málaga, con unas 90.000 personas refugiadas, era caótica. En esos días se produce el asalto sobre este entrante en el que participan unidades del ejército sublevado, mercenarios marroquíes y el ejército italiano. La experiencia de los crímenes que traen los/as refugiados/as, las amenazas de asesinatos y violaciones espoleadas por el General Queipo de Llano y la voluntad de permanecer en territorio republicano provocan un éxodo masivo de las población malagueña y refugiada.

El Gobierno de la II República de España actuó inadecuadamente, dejando desamparada y sin protección a toda una ciudad, no estando, sus dirigentes, a la altura que las circunstancias exigían. Ante la falta de liderazgo tanto civil como militar, sin organización y en ausencia de recursos para una eficaz defensa, las autoridades de la ciudad en vez de preparar un plan de evacuación que incluyera protección, cobertura militar, organización de desalojo, asistencia alimenticia y auxilio sanitario, son las primeras en huir camino de Almería. Sólo el alcalde de la ciudad, Eugenio Entrambasaguas Caracuel, permanece en su puesto; cuando los franquistas toman la ciudad es fusilado por orden de Carlos Arias Navarro.

Más de 300.000 malagueños y refugiados, huérfanos de consignas que les orienten y al grito de “sálvese quien pueda”, emprenden masivamente la huida hacia Almería. Casi todas son mujeres, personas ancianas y menores. Son más de 200 kilómetros y la gran mayoría los van a recorrer a pie.

Los mandos militares sublevados, aun estando al corriente de aquella situación de desamparo y sabiendo perfectamente que la mayoría de aquella columna humana que huía era población civil, fundamentalmente mujeres, ancianos y niños, lejos de dejarles ir en su infortunio, les persiguieron por tierra con las unidades motorizadas italianas mientras los sublevados, los italianos y los alemanes les bombardeaban por tierra, mar y aire de manera periódica y sistemática a lo largo de todo el recorrido. Miles mueren en el camino, la mayoría tienen que dar la vuelta y muchos de ellos serán fusilados en los próximos meses.

Francia: de los campos de concentración a la Resistencia

Las 56.000 que logran llegar a Almería no acaban allí su calvario. Son bombardeados por el ejército nazi alemán, van o son trasladados al norte de España. En 1939 continúa el éxodo, hay que cruzar los Pirineos y llegar a Francia. 500.000 civiles y tropas republicanas marchan hacia el exilio. El 9 de febrero, la 11ª División del Ejército Popular, la “División Líster” procedente del famoso 5º Regimiento, cruza por Port Bou escoltando y defendiendo La Retirada. Pero Francia no era la esperanza prometida; fueron recluidos en campos de concentración, en el crudo invierno, en cercados con alambradas sobre la fría arena de la playa. Miles murieron de frío, hambre y enfermedades. Decenas de miles tuvieron que servir de trabajadores esclavos para el gobierno francés. Un año después los nazis ocupan Francia y comienzan las depuraciones. Más de 8.000 refugiados fueron enviados a los campos de concentración nazis, especialmente a Mauthausen. Como el Gobierno de España los declara apátridas su triangulo es azul con la ‘S’ de España en Alemán. La mitad muere en esos campos.

Pero ellos y ellas tienen una tremenda conciencia de clase y saben que su enemigo es el nazifascismo. Centenares se unen y organizan la Resistencia Francesa. La primera unidad de los ejércitos aliados que entra en París es “La Nueve” una compañía de la División Leclerc del EFL constituida por republicanos españoles reclutados en los campos de concentración de Argelia. En octubre de 1944 penetraron en España por el Valle de Arán, meses antes del término de la Segunda Guerra Mundial, con la esperanza de que los aliados culminaran la victoria antifascista con la liberación de España, pero fueron de nuevo abandonados por las “democracias occidentales”.


DEL OLVIDO A LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA

El crimen de la carretera Málaga – Almería fue uno de los más dramáticos sucesos de la Guerra de España 1936 – 1939 pero cayó en el olvido por diversas causas:

a) El suceso era poco honorable tanto para el bando sublevado, atacando una columna civil durante días, como para el republicano, que realizó una desastrosa evacuación y no pudo organizar una defensa significativa hasta más allá de Motril, a 100 metros de Málaga.

b) El miedo. Miles fueron ejecutados a la vuelta y entre las causas en los juicios sumarísimos figuraba haber participado en la huida.

c) La falta de prensa. A diferencia de Badajoz y de Guernica donde hubo testigos de la prensa extranjera y fotografías, del Crimen del Camino Málaga-Almería solo se publicó meses después un librito del mismo nombre por el Doctor Norman Bethune con una veintena de fotografías de su ayudante Hasen Size.

Olvidado continuó hasta 68 años después. En 2.005 y años posteriores varias organizaciones memorialistas de la Carretera de la Muerte, agrupaciones del PCE, IU y compañeros de la CGT comienzan a realizar marchas simbólicas; y en Málaga la Diputación e investigadores comienzan a recuperar testimonios de supervivientes que llegan a más de 600. Comienza un proceso de coordinación de esas marchas y actividades que se reforzó con la asunción de la Dirección General de Memoria (Democrática) en la Junta de Andalucía por Luis Naranjo Cordobés, fruto del acuerdo de Gobierno PSOE-IU. En 2017, coincidiendo con su 80 aniversario, confluyen dos iniciativas para realizar una marcha Integral Málaga-Almería: una de la Federación Andaluza de Montañismo (FEDAMON) y otra de un grupo de activistas de Málaga, mayoritariamente del Sindicato de Hostelería de CC. OO. Tras esta primera marcha Integral un grupo de miembros de FEDAMON y de organizaciones memorialistas constituyen el Club Senderista La Desbandá y, posteriormente, la Asociación Socio Cultural La Desbandá para proseguir la organización de marchas integrales y otras acciones memorialistas.


VIII MARCHA INTEGRAL DE MÁLAGA A ALMERÍA

En febrero de 2024 recorreremos por octava vez los 220 km, que separan Málaga de Almería. Se hará en 11 etapas:
1ª Túneles de La Cala (Rincón de la Victoria) – Torre del Mar
2ª Torre de Mar – Nerja
3ª Nerja – Cerro Gordo
4ª Málaga – Peñón del Cuervo (Paseo de los canadienses)
5ª Almuñécar – Salobreña
6ª Torrenueva – Castell de Ferro
7ª Castell de Ferro – La Rabita
8ª La Rabita – Adra
9ª Adra – Guardias Viejas
10 ª Punta Entinas – Aguadulce
11ª Vicar – Almería.

(*) Isidoro Coello es responsable de Memoria Democrática del Comité Central del PC Andalucía; José Manuel Luque Gálvez es militante del Núcleo de Badalona del PSUC viu. Son socios fundadores del Club Senderista y la ASC La Desbandá.


Fuente → mundoobrero.es

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