Van a cumplirse ahora 87 años desde que Miguel Buiza y Fernández-Palacios, Jefe de la Flota de la República, publicase en el semanario “Armada”, el breve artículo que reproduzco más adelante.
Superada la dictadura franquista, es conveniente recordar que hoy hace ya casi 46 años de su democrática derrota, y no obstante dicha superación, nuestras instituciones militares siguen en parte impregnadas de la, digamos, ideología franquista, no hace mucho que hemos podido leer manifiestos de militares de alta graduación en entusiasta defensa y elogio del dictador Franco.
Pues bien, Miguel Buiza establece en su artículo lo que bien podríamos denominar un código de conducta al que deben someterse los Jefes militares, y por extensión sus subordinados, y deja clara la dependencia de estos de la soberanía del pueblo y la lealtad debida al mismo.
Bueno sería que los militares nostálgicos del franquismo leyeran a Buiza .... y se dieran por aludidos, no creo que lo hagan, pero no pasa nada por intentarlo.
Hasta el momento de la sublevación, los mandos no eran otra cosa que una de tantas castas que chupaban y oprimían la dignidad del trabajo.EL MANDO DE LA ARMADA
Desde entonces los Jefes no pueden ser otra cosa que el mando inteligente y severo que ha de serlo consigo mismo, para serlo con los demás, en el leal cumplimiento del deber que exige a todos la causa de la República.
Jefes buenos y leales. Buenos para los buenos y duros contra los malos. Los Jefes han de tener una conciencia elevada de amor a la causa del pueblo, que lucha contra sus tiranos, y así como los soldados obedecen ciegamente las órdenes de sus mandos, éstos han de ser también fieles hasta morir a las órdenes del Gobierno que sea representación del pueblo.
Técnicamente, los mandos tenemos que contribuir en el periódico y en la conferencia, en los ejercicios y en la disciplina a elevar la capacidad combativa y ciudadana de las fuerzas que ordenamos.
Hemos de ser, concretamente, el cerebro, que en unión del músculo, constituyamos la fuerza capaz no solo de hundir al fascio traidor y asesino, sino de construir a la vez un pueblo culto y honrado, redimido por la inteligencia y el trabajo de sus ciudadanos.
Miguel Buiza
Jefe de la Flota Republicana
(Semanario “Armada”. Cartagena 27 de febrero de 1937)
El Half Track (semioruga) de la 9ª Compañía (La Nueve), con el nombre de Admiral Buiza pintado sobre la rejilla delantera, entrando en París el 24 de agosto de 1944
Fuente → benitosacalugarodriguez.blogspot.com
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