DGS: Lugar de memoria
Dirección General de Seguridad: Lugar de memoria
Carlos Ciclo

“En recuerdo a las personas aquí detenidas por defender la verdad, la democracia y la justicia social”, reza una pancarta simbólica que ha sido pegada en uno de los muros del edificio acompañada de dos rosas

 

Cerca de dos centenares de ciudadan@s se concentraron frente a la Real Casa de Correos, sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid desde 1985, para reclamar que el edificio sea declarado lugar de memoria democrática y se instale una placa conmemorativa por los detenidos y torturados en ese lugar durante la dictadura. La convocatoria estaba organizada por diversos colectivos de la memoria histórica y de victimas del franquismo y la transición.

Entre las asistentes, que han hecho un llamamiento a que se cumpla la Ley de Memoria Democrática, se encontraban Willy Meyer, exdiputado europeo de IU o Carles Vallejo que sufrió torturas en la Jefatura de Via Laietana, Barcelona, durante el franquismo. También intervinieron Inmaculada Pardo quien paso por la DGS, recibiendo torturas, en varias épocas de la transición o Julio Pacheco, detenido en la década de los 70 y que fue interrogado por el torturador “Billy el niño”, Julio Pacheco ha conseguido que su querella se admitida a tramite en la justicia española. El acto lo cerraban Julian Rebollo, quien fuera concejal madrileño y pionero de la “Ronda de Sol” y Rosa García , de La Comuna- Asociación de presxs y represaliadxs por la dictadura franquista, quien leyó el manifiesto conjunto en el que los colectivos recuerdan que el edificio fue un antiguo lugar de “la policía secreta de Franco”, por lo que ven necesario que sea declarado lugar de memoria democrática al ser una cuestión de “absoluta justicia” para los que fueron torturados o secuestrados por enfrentarse a la dictadura de Franco.

MANIFIESTO POR LA DECLARACIÓN DE LUGAR DE MEMORIA
PARA LA REAL CASA DE CORREOS, ANTIGUA SEDE DE LA DGS

Los Colectivos de Memoria Histórica y víctimas del franquismo de Madrid hacemos este acto de hoy, 30 de enero de 2024, como homenaje a todas las personas que sufrieron detenciones ilegales, torturas, malos tratos y prisión por el hecho de luchar contra una de las dictaduras más criminales de la historia y su continuidad en la transición. También queremos que esta concentración sea el colofón de los actos de homenaje a las personas asesinadas en la Semana Negra de 1977.

Hace casi un año, nos reuníamos en este mismo lugar para exigir que la Real Casa de Correos, antigua sede de Brigada Político Social, la policía secreta de Franco, sea declarado lugar de memoria democrática, no solo porque cumple todos los requisitos establecidos en la Ley 20/2022 de Memoria Democrática sino también porque es de absoluta justicia que así sea para que quede constancia del dolor, el sacrificio y el valor que muchas personas tuvieron que sufrir por enfrentarse a la durísima represión franquista.

En este edificio, actual sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, hay varias placas que conmemoran diferentes hitos históricos y homenajean a sus víctimas. Sin embargo, los gobiernos de la monarquía –estatales y autonómicos– se han negado a reconocer a quienes sufrieron crímenes contra la humanidad en estas dependencias, personas acusadas de cometer delitos creados ex profeso para reprimir la lucha por las libertades y derechos políticos.

Recordamos que fueron detenidas miles de personas por militar clandestinamente en partidos políticos, organizaciones obreras, estudiantiles, de barrios, de la cultura y del arte, o simplemente por ser sospechosas para el régimen.

En los calabozos de este edificio, coincidieron hombres y mujeres republicanos, socialistas, anarquistas o comunistas y también homosexuales o que ejercían la prostitución o la mendicidad. En los despachos se practicaba la tortura como método de “investigación” con técnicas tan brutales como el pato, la falanga, la barra, la bañera y otras, llegando incluso a arrojar por las escaleras o las ventanas a personas detenidas, como el caso de Julián Grimau, en 1963 y al asesinato, como el caso de Joseba Arregui, en 1981.

Los ministros de la Gobernación, los jefes militares de la Dirección General de Seguridad y los torturadores fueron condecorados en repetidas ocasiones durante la dictadura –y también en la democracia– para premiar su labor represiva. Algunos ejemplos más conocidos son las condecoraciones al coronel Eduardo Blanco, director general de seguridad entre 1965 y 1974 y muy relacionado con los Guerrilleros de Cristo Rey, y a torturadores como Roberto Conesa y su discípulo José Antonio Sánchez Pacheco, alias Billy el Niño. Pero no fueron la excepción sino la norma.

En la transición, el silencio y el olvido de estos crímenes y su consecuencia: la impunidad de los mismos, fueron impuestos como un pilar fundamental para la continuidad del régimen en forma de monarquía parlamentaria, y para que así constara se aprobó la Ley de Amnistía de 1977 que amnistiaba a las personas que habían luchado contra la dictadura y al mismo tiempo a quienes les habían perseguido, torturado y asesinado. Desde hace más de una década se han realizado periódicamente concentraciones y otros actos ante este edificio para exigir que sea debidamente señalizado como un lugar de memoria. Recordamos, de nuevo, que el artículo 53.2 de la citada Ley de Memoria Democrática responsabiliza a la Administración General del Estado de promover la instalación de placas, paneles o algún distintivo memorial interpretativo de los mismos y así lo solicitamos a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática hace casi un año y aún estamos a la espera de la respuesta.

Ya ha pasado demasiado tiempo y no hay ninguna excusa posible para seguir postergando lo que es una exigencia democrática. Es necesario reconocer el esfuerzo de miles de personas que pagaron un alto precio para que la ciudadanía pudiera disfrutar de esta tímida democracia. Es preciso que se sepa lo que representó este edificio. Es fundamental, sobre todo para que las nuevas generaciones conozcan y recuperen su pasado.

¡Sin memoria no hay justicia!
¡Sin justicia no hay democracia!
¡Honor y gloria para las luchadores y luchadores por la libertad!

* COLECTIVOS DE MEMORIA HISTÓRICA Y DE VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO


Fuente → loquesomos.org

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