Orfanatos franquistas. Cárceles de niñas y niños
Orfanatos franquistas. Cárceles de niñas y niños
 
 
 

ORFANATOS FRANQUISTAS; CÁRCELES DE NIÑAS Y NIÑOS

Vigilar y castigar de ayer a hoy

Presenta Marisol González de AGE

Charla : Sonia Ruiz ( desde su experiencia vivida,sufrida y analizada )

La infancia perdida, secuestrada, represaliada, encarcelada, violentada, torturada, etc., es un reflejo de la violación sistemática de derechos humanos que sufrieron los niños y niñas y sus familias en las instituciones franquistas (auxilio social, orfanato, colonias...). Instituciones a cargo de Falange y de la iglesia católica. Prisionarización que fue ejercida también sobre las personas mayores, las mujeres, las sin techo, las diversidades funcionales, las personas LGTBI y un largo etc.

Esta violación de derechos humanos (tortura, explotación laboral, robo de identidades...) ocurrió desde el inicio del franquismo y continuó más allá de la muerte del dictador: segregar, moldear, adoctrinar, vigilar, castigar, secuestrar, etc. a los niños y niñas de las familias antifascistas, haciendo pagar su “crimen” en sus propias carnes y en el de su entorno más cercano.

Esa represión de los años cuarenta siguió y abarcó a los hijos e hijas de las personas más vulnerables, es decir, a la disidencia, que el poder considera sobrante y responsable de su “propia miseria” y que no encaja con el modelo considerado válido y real por las clases dominantes.

Vigilar y castigar desde las formas más brutas a las más sutiles, que hoy en día continúan. Instituciones cerradas y segregadas que forman parte no sólo del fascismo, sino que también son inherentes a las llamadas democracias. El ayer y el hoy de un sistema capitalista y patriarcal que “institucionaliza”, encierra, aparta, castiga y vigila al “diferente” y a la disidencia y que, amparándose en las “buenas formas”, en la caridad, el estigma social, el por su bien (incluso la izquierda también colabora con estos procedimientos), continúa y continúa.

“Buenrollismo” del que la izquierda no se escapa. Domesticar la diversidad, a la que hay que excluir, pero que a la vez es necesaria y utilizada para mantener el sistema policial y represivo en una sociedad desigual y autoritaria como es el sistema capitalista y patriarcal. La iglesia y los poderes fácticos intentan blanquear esa represión, poniendo el foco únicamente en los abusos sexuales, sobre todo en niños, y obviar u ocultar todo lo demás, incluso metiendo en el mismo saco esos abusos sexuales sufridos por niños y niñas en los “orfanatos” con los ocurridos en colegios de pago. Esos abusos formaban parte del sistema carcelario que la iglesia y los fascistas potenciaban y defendían.

Verdad, justicia, reparación y no repetición es lo que exigimos. El perdón que se lo guarden para los confesionarios. Verdad, justicia, reparación y no repetición para los hijos e hijas de los antifascistas y para los niños y niñas de la desigualdad y de la disidencia.


Fuente → briega.org

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