Ejemplar del dos de Enero de 1937.
Extraído del SOCORRO ROJO.
EL "DÍA DEL NIÑO", NO ES EL "DÍA DE REYES", EN PLENA GUERRA CONTRA EL FASCISMO Y LA REACCIÓN.
"Las abarcas desiertas"
"Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.
Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.
Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo del río
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.
Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.
Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.
Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.
Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.
Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de piel.
Por el cinco de enero
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.
Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas."
(Miguel Hernández. "Las abarcas desiertas". "AYUDA. Semanario de la Solidaridad". Año I - Núm. 36. Página 1. Madrid 1 de enero de 1937).
Poema
duro y descarnado, donde Miguel Hernández, utilizando unas cuartetas
heptasílabas, rememora los recuerdos de una etapa de su vida, la
infancia, que el mismo había definido como la "más fea por malponiente y maloliente" que le había tocado vivir. Y más, en unos momentos donde la guerra estaba muy presente y donde la miseria campaba a sus anchas.
Versos,
que aparecerían por vez primera , el 2 de enero de 1937, en vísperas
del "Día de los Reyes Magos de 1937", en las páginas del Núm. 36 del
semanario madrileño "AYUDA". Semanario de la solidaridad", que era editada por SOCORRO ROJO".
Un
número dedicado en su totalidad a los niños y niñas, personajillos
totalmente inocentes, en un mundo de guerra y de sufrimiento y en torno a
la festividad de los "Reyes Magos". Y cuyo objetivo era recoger ayuda
en forma de donativos y juguetes, para beneficio de las niñas y niños
necesitados, y pobres. Así, a pie de páginas de la portada, se podía
leer en una nota:
"Los niños de la España libre y en armas tendrán este año, merced a la generosidad de millones de personas, lo que la casta que nos dominaba había hecho privilegio exclusivo de sus hijos: juguetes y libros con que estimular su espíritu y crear sus castillos imaginativos de una sociedad mejor."
Argumentado el semanario en un un breve editorial y bajo el título de "EL DÍA DEL NIÑO" lo siguiente:
"En
medio de los horrores de la guerra debemos alegrar la vida de los
niños, esas pobres vidas que debido a la canalla fascista son tan
trágicas desde hace unos meses.
Son
muchos los que están en pugna con esta idea. "Es un fiesta religiosa",
¿qué importa esto? Nosotros no perseguimos más que un fin: no dejar al
niño precisamente ahora sin fiesta. Es la fiesta del niño, no el día de
reyes. Los facciosos han destruido la alegría de los niños; unos tienen
sus padres en el frente luchando precisamente por salvar sus vidas,
otros... ya no. Los más tienen grabadas en sus retinas el horror de sus
casas destruidas. En sus mentes, el silbar de los obuses traidores, el
espanto de las bombas incendiarias lamiendo con sus llamas paredes y
suelos, y la tragedia de la huida a través de peligros sin cuento, del
frío y a veces del hambre.
No es
suficiente cubrir sus cuerpos y saciar su hambre. Es preciso devolverles
su alegría, es preciso distraer su imaginación con lo más deseado por
los niños. ¡Poseer un bello juguete! Hagámosles olvidar esa terrible
pesadilla, démosles muchos. ¿No es un placer casi divino hacer brillar
la alegría en sus ojos y florecer la alegría de su boca?
Dejémonos
de sutilezas. Alegremos con un rayo de sol sus vidas oscurecidas por la
traición fascista. Celebremos un año más la fiesta del niño en la misma
fecha, y sigamos trabajando y luchando, porque en el año que viene
podamos empezar una nueva vida para el niño, que es el porvenir de
España."
Entre los distintos artículos que copan este número de "AYUDA", traemos a la memoria uno de ellos, titulado "JUGUETES PARA LOS NIÑOS DE ESPAÑA",
firmado por la escritora comunista MARÍA TERESA LEÓN, y en el que hace
un llamamiento para que todos los niños y niñas españolas pudieran tener
un juguete, más que un pan por aquellos días.
Pidiendo a todos la solidaridad para con los niños y niñas, para que estos pudieran tener ese ansiado regalo: "Ya
no serán los viejos Reyes Magos con caballos de plata los que crucen la
noche sino el 5º Regimiento, quien enviaría a sus mejores milicianos, a
los jóvenes cazadores de tanque. Y los chicos verán en ellos los héroes
que hoy enriquecen nuestra historia..."
Y que finaliza con las siguientes palabras: "¡Hombres y mujeres de España! ¡Juguetes para nuestros niños, para nuestros hijos!":
"JUGUETES PARA LOS NIÑOS DE ESPAÑA".
"Quien
llama hoy a vuestras puertas lo hace en nombre de los niños españoles.
Nunca la infancia propia está tan lejana para no conmoverse cuando se
oye su voz. Y hoy habla alto, con la seguridad de que ha de llegar de
todas partes, porque viene de los tiempos dormidos en la memoria de los
hombres.
Os
llamamos con las manitas más débiles del mundo, con los dedos manchados
de tinta azul de los nuevos colegiales. La guerra civil los ha
disparado sobre los campos que llevan hacia el mar. Pronto aparecerán
los días de los niños. El frío invierno les hace sonreír un poco
pensando que se acercan, con los días oscuros, las horas impacientes. No
hay colegio. Hasta en la casa más pobre se come mejor. Toda una
literatura tradicional que pasó por los engarces de varias generaciones
de abuelas ha formado la imaginación de los niños del mundo.
Unos
confiaban en Papá Noel, otros en los Reyes Magos. Lo sobrenatural debía
producirse. La nieve impedía oír las pisadas amigas que ofrecían
regalos. Todo eso era antes, sucedía antes, cuando el reloj de
Gobernación podía anunciar un nuevo año y los niños abrir la boca
cerrando los ojos para que su madre los creyera dormidos.
Podía
ser cosas del pasado, pero hoy el cañón y las bombas se han encargado
de romper los cristales inocentes, y los niños de España han visto arder
la calle donde jugaban, y desplomarse la casa, y volar las fuentes
donde antes que ellos emigraron los pájaros. Nuestros niños han ganado
la madurez que da la pena. Se han quedado sin padres, sin hermanos,
saben bien que el monstruo oscuro que asesinó nuestras calles se llama
fascismo, se han dado cuenta de que los hombres sufren y algunos de
ellos en el filo de la infancia han tomado el fusil.
¡Qué
difícil es hacérselo abandonar, cuando el heroísmo está tan niño y tan
tierno! La manecitas de las madres futuras tejen para los milicianos,
hilan su vida lejos de sus madres, aprendiendo a serlo, a crecer, a
incorporarse al paisaje presente y a la vida futura. Todos ellos niños
de la España laboriosa, hijos de los que están defendiendo la libertad
en la tierra española, a flor de ella o bajo su raíz, os llaman.
Necesitan
juguetes. Debemos urgentemente organizar su alegría tradicional. Hay
que hacer reír a nuestros muchachos, que un reguero de vida se extienda
por los caminos y veredas, llegue a las aldeas, ciudades y pueblos,
busque las guarderías infantiles. las escuelas, las casas y dejen en
todas las manos un trocito de nuestro gran amor. Amor militar que
sentimos hacia nuestra infancia, amor, por tanto, de paz, puesto para
defender la paz de su escuela, de su universidad de más tarde, de su
taller, inquietan hoy el aire de balas amigas.
Os
llamamos a vosotros los que alguna vez comprasteis juguetes para
vuestros hijos, a los que sentisteis el calor de pájaro indefenso que
tiene un niño, a los que os creéis en seguridad lejos de la batalla
defendidos por nuestros milicianos. A todos, a todas las mujeres. Es
preciso que no sintáis remordimiento al ver a nuestros niños sin
juguetes, los necesitan más que el pan.
Del
día primero de enero al seis, los niños deben recibir nuestra caricia,
la caricia de su Patria nueva justa y buena, donde no consentiremos un
niño descalzo, ni analfabeto, ni triste. Y no serán los viejos Reyes
Magos con caballos de plata los que crucen la noche, sino el 5º
Regimiento, quien enviará a sus mejores milicianos, a los jóvenes
cazadores de tanques. Y los chicos verán en ellos los héroes que hoy
enriquecen nuestra historia. Y serán su ejemplo. Y soñarán con
alcanzarlos.
¡Hombre y mujeres de España!
¡Juguetes para nuestros niños, para nuestros hijos!
María Teresa León."
(Fuente: "Ayuda. Semanario de la Solidaridad". Año I - Núm. 36. Página 2. Madrid, 2 de enero de 1937).
Enlaces originales: mcu.es
Fuente → amistadhispanosovietica.blogspot.com
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