"Conocemos el Holocausto, pero desconocemos el exterminio de gitanos"
"Conocemos el Holocausto, pero desconocemos el exterminio de gitanos"
Diego Díaz Alonso 
 
La exposición "Cambiemos la mirada" se acerca a la situación de la población gitana y a los tópicos del antigitanismo. 

Concluye este lunes la exposición “Cambiemos la mirada. El antigitanismo es delito”, una muestra organizada por el Fórum de Política Feminista, y que tras estar desde diciembre en los bajos de la Biblioteca Jovellanos de Gijón se moverá por los centros cívicos de la ciudad.
 

La antropóloga María José Capellín, una de las coordinadoras de la muestra, explica que el objetivo del Fórum es divulgar la situación de la comunidad gitana, una gran desconocida para la mayoría de la población española a pesar de contar con un millón de personas y ser la minoría más grande en toda Europa.

Foto: David Aguilar Sánchez
 

Entre los datos que ofrece la muestra se encuentran encuestas como la que dice que el 59% de la población no querría convivir con gitanos, a pesar de que el 77% no lo hace, o que el 47% no desearía que sus hijos fueron a un colegio con gitanos, a pesar de que el 59% no tiene ni ha tenido compañeros de trabajo o estudios de esta comunidad.

Foto: David Aguilar Sánchez
 

Para Capellín, autora de “”Lágrimas de una Gitana. La vida de Adela Gabarri”, combatir el antigitanismo pasa no tanto por las leyes, como por cambiar la mirada de la sociedad. Y aunque señala que hay prejuicios entre los gitanos, son sobre todo los payos los que “tienen que cambiar” su visión de una minoría sobre la que pesan todo tipo de estigmas y leyendas urbanas.

En opinión de la antropóloga el antigitanismo no surgió de la nada, sino que fue inoculado desde el poder, que alimentó entre las poblaciones el rechazo a una etnia “nómada y sin señor”, lo que la hacía muy sospechosa por su alto grado de autonomía frente al Estado y el feudalismo. El antigitanismo en España, una constante desde las pragmáticas de Carlos II en 1633 y Fernando VI, 1695, contra su lengua, usos y costumbres, llegaría a su extremo con “La Gran Redada” de Felipe VI de Borbón. Ejecutada en 1749 bajo la dirección del Marqués de La Ensenada, fue un intento de encerrar a todos los gitanos de España para explotarles como esclavos en trabajos forzados, sobre todo en la industria militar. El plan fracasó, en parte por la magnitud de la empresa, en parte por la solidaridad de muchos payos. El plan genocida, a pesar de las cifras, casi 8.000 capturas de hombres, mujeres y niños, muchos de los cuales morirían a causa del encierro, es muy desconocido entre la opinión pública española. Para Capellín esto no es ninguna sorpresa, sino un síntoma del escaso peso que la historia gitana tiene en el imaginario colectivo: “conocemos el Holocausto, pero desconocemos el exterminio de gitanos por parte de los nazis en la Segunda Guerra Mundial”.

Para Capellín el feminismo y la democracia tienen una deuda pendiente de saldar con la población gitana. Esta exposición, cofinanciada por Principado y Ayuntamiento de Xixón, forma parte de ese proyecto, y se encuentra disponible para su uso por instituciones y colectivos.


Fuente → nortes.me

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