Razones del discurso racista en España
Razones del discurso racista en España  
Cándido Marquesán Millán
 
Se convirtió en tema de actualidad el racismo, como consecuencia de la trascendencia mediática del futbol. Obviamente los insultos a Vinicius fueron una vergüenza, que deben ser erradicados con contundencia. No obstante, el tema hace ya mucho tiempo que me ha preocupado. Por ello, en este mismo medio he publicado varios artículos sobre el racismo. 

El discurso racista va calando en la sociedad europea tal como ha estudiado el profesor de la Universidad Pompeu y Fabra, Teun Van Dijk en su libro Racismo y discurso de las élites

En el ámbito político, los debates parlamentarios son casi siempre sobre problemas de inmigración “ilegal” y mayores restricciones a la inmigración. En ellos predomina la autorepresentación positiva, nacionalista (sobre la larga tradición de hospitalidad hacia los refugiados, etc.), y los recién llegados son presentados negativamente como un problema, una carga financiera, cuando no una amenaza a nuestro Estado del bienestar, al mercado de trabajo, la cultura y valores occidentales. Resumido, el discurso antiinmigración de la ultraderecha está contaminando al resto de las fuerzas políticas. Una prueba de ello, es lo acontecido en Francia.  Los legisladores franceses aprobaron este martes 19 de diciembre un controvertido proyecto de ley de inmigración, que ahora debe ser promulgado por el presidente Emmanuel Macron para su entrada en vigor. Ambas cámaras del Parlamento dieron luz verde a esta ley, cuestionada por sus disposiciones más estrictas y que reduce los beneficios de asistencia social para los extranjeros. El texto, apoyado por la ultraderecha, llegó a esta votación luego de largas horas de negociación entre diputados y senadores. Su objetivo es hacer menos atractivo el modelo social francés que, según los conservadores, es el «más generoso» de toda Europa con los extranjeros. El partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), de Marine Le Pen, se mostró a favor del texto, impulsado por el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien aceptó la mayoría de las modificaciones deseadas por los republicanos.

La prensa, en simbiosis con la política, sigue su ejemplo. Los temas que preocupan a los políticos en los debates parlamentarios son titulares de prensa. Y viceversa. Además, la parcial visión de la inmigración se explica, porque antes de imprimir la noticia, la recopilación de la información da acceso predominante a las élites “blancas” para definir la “situación étnica”. Se busca al político, alcalde, policía u otro “experto” (blanco). Las organizaciones de las minorías tienen menor acceso. Y si lo tienen, se les da mucha menos credibilidad. Es normal, ya que las salas de redacción y los altos cargos son blancos. Los problemas, como la explotación laboral, que sufren los inmigrantes apenas reciben atención. Si una persona ha delinquido solo se dice su nacionalidad si es foránea. 

Fijémonos en el ámbito de la educación. Los libros de texto reflejan las ideologías dominantes del momento. Siempre ha sido así para la representación del mundo y sus gentes. Tienen tendencias nacionales e incluso nacionalistas, en los que los días de gloria de un país se magnifican, y sus crímenes y delitos se “olvidan”. Pocos libros de texto en Europa detallan la esclavitud y el colonialismo. Representan a las minorías no europeas con los típicos prejuicios desde una perspectiva eurocéntrica. 

Ante la pasividad de las administraciones educativas hay mucho más alumnado inmigrante en la escuela pública que en la concertada. Lo constata un estudio consultable en la red: de CGT Aragón de mayo de 2021. «Informe 2021 sobre la Educación Secundaria en Zaragoza: subvencionando el privilegio». Muchos padres eligen la concertada porque no quieren que sus hijos compartan pupitres con inmigrantes, gitanos o ACNES en los centros públicosEn definitiva, segregación pura y dura. Si la sociedad del mañana se forja en gran parte en la escuela, una escuela segregadora y excluyente genera una sociedad con las mismas características.

Profundizo en la segregación escolar por su extraordinaria importancia, ya que la sociedad suele ser un reflejo de su escuela. El Periódico de Aragón de 17-5-2007 dedicó el tema del día a la educación. Hablaban padres de Zaragoza: María, nombre supuesto, acudió con un chaval de cuatro años. Podría ir al cole desde hace un año, pero está en casa porque solicitó dos centros públicos de la Jota, «La Estrella y el Hilarión», al lado de su casa, y le dieron Tenerías. Enseñan inglés, tienen muchos medios, pero renunció a la plaza. «Ese colegio es la ONU y yo no lo llevo allí, aunque sea bilingüe o trilingüe». María asume que no es políticamente correcto. Otra madre también es veterana en la queja, porque su hijo, de tres años, no pudo asistir a ninguno de los colegios solicitados. Pidió entre privados y públicos: «Jesuitas, Marianistas y el Eliseo Godoy». No hubo suerte. En la segunda vuelta le tocó el Recarte y Ornat y decidió llevarlo a un privado, hasta que algún sorteo le adjudique otro compatible con lo que quiere y con su horario laboral.

Y esta situación persiste. El CEIP Andrés Manjón en las Delicias (barrio obrero de Zaragoza y con mucha inmigración) en el curso 2018-2019, es un centro público de una vía con unos 200 alumnos de 25 nacionalidades, aunque ya muchos son españoles al haber nacido en España. La mayoría gambianos, aunque también hay un alto porcentaje de Guinea, Ghana, Senegal, Rumanía, Colombia y Ecuador… El colegio ha recibido diversos premios por sus prácticas educativas inclusivas. El 1º Premio a la Compensación de Desigualdades en Educación del curso 2003-2004 del Ministerio de Educación. En el 2012 del Ayuntamiento de Zaragoza el Primer Premio Exdúcere con el proyecto Menuda tertulia, un espacio en Radio Ebro, en el programa Estudio Abierto por su capacidad para reflexionar cada semana, para hacer reflexionar a los mayores, por educarse de adentro hacia afuera. Según la exdirectora Soledad García, se propusieron crear puentes entre culturas partiendo de la música y eligieron El canto a la libertad de Labordeta. Con la colaboración altruista de Pepín Banzo para la adaptación musical y de la productora Ingenio realizaron un videoclip. Fue muy positivo. Además de los arreglos musicales lo tradujimos al mandinka, rumano, árabe y aragonés, conservando la literalidad del texto, pero buscando el fraseo musical y armónico… Lo más valioso fue unir voces distintas para defender los mismos valores. ¡Qué labor más encomiable! Su directora, Beatriz Abad, con la que tuve una enriquecedora conversación, me dijo que pudiendo concursar a otro centro, permanecía en él, porque le resultaba extraordinariamente gratificante aquí el trabajo, enriqueciéndole personalmente. Obviamente hay muchos centros públicos que no tienen este alumnado, como el Doctor Azúa o el Cesáreo Alierta en la Romareda.

Al no haber un reparto equitativo del alumnado entre los centros privados concertados y los centros públicos, y como las administraciones educativas ni estatales ni autonómicas toman medidas para corregir tal situación, esto supone un ataque a la equidad educativa. Además de contribuir a la segregación y a no combatir prácticas racistas. De ahí, la necesidad imperiosa de conocer clarificadores artículos, como el de la profesora de sociología de la educación de la UAB, Aina Tabarini, de título Equidad: la asignatura pendiente. “La segregación escolar significa la distribución desigual del alumnado entre centros de un territorio, por razones de origen o de tipo socioeconómico. Esto supone que nuestra red educativa cuenta con unas condiciones muy desiguales tanto para que los docentes puedan llevar a cabo su labor, como para que los alumnos puedan tener garantizado su derecho a la educación. Supone que, si bien unos centros disponen de una mayoría de población autóctona y con elevados capitales económicos, sociales y culturales, en otros la pobreza y la exclusión social condicionan el día a día de las familias y el alumnado. Y que, si bien en unas escuelas se va escolarizando cada día alumnado nuevo, otros disfrutan de una población escolar estable que permita una tarea educativa de continuidad. Y que en unas escuelas los docentes tengan que hacer malabares para asistir las múltiples necesidades económicas, sociales, emocionales y de aprendizaje de sus alumnos, mientras que otros gocen de entornos familiares estables, con tardes llenas de extraescolares lúdicas y académicas. Es la realidad de nuestra red, que se explica no solo por la segregación urbana, sino que hunde sus raíces en la propia organización del sistema educativo: una doble red, pública y concertada, que no juega en igualdad de condiciones; una distribución de alumnado con necesidades educativas específicas altamente desigual entre centros; un modelo de programación de la oferta que no siempre se basa en criterios de equidad, o un modelo de financiación que no siempre prioriza a los centros que parten de una desventaja. Y en el mantenimiento de esta segregación contribuyen los padres y madres de nuestros alumnos. Y esta situación tiene un porqué. Miremos hacia atrás. Para ello me fijaré en el artículo Conciertos educativos. El fruto cohonestado, del profesor Jesús Ángel Sánchez Moreno.

“En los años 80 resultaba a todas luces tarea imposible que el Estado pudiera ofertar suficientes puestos escolares públicos para acoger a todas las personas hasta los 16 años. La solución fue la excepción: regulemos los conciertos. De acuerdo, pero la cuestión relevante que hemos de hacernos es si en la mente de quienes apuntalaron la LODE estaba la idea de abrir una vía excepcional por tiempo limitado o, simplemente, crear la posibilidad para que el sistema educativo español se articulara en dos vías más una: pública, privada y concertada.

Nadie ha de extrañarse que allí donde gobierna el PP la escuela concertada logre privilegios, incluidos el de violar las normas constitucionales como ha sucedido en Galicia donde la Xunta ha asegurado la continuidad de centros concertados que segregan al alumnado por sexo. ¿Podemos esperar que el PP se declaré contrario a los conciertos educativos? Justamente desean forzar otra cosa: extender los conciertos más allá de los niveles educativos acogidos a la gratuidad. Sin embargo, quien dio patente de corso a la privada para mantener el control sobre su parte del pastel educativo fue el PSOE de Felipe González. ¿Qué otra cosa podía haber hecho este partido? Podría haber hecho algo muy distinto. Mantener los conciertos, ajustados a una normativa, pero dentro de un proyecto con memoria económica bien atada que fijara plazos para la progresiva desaparición de los mismos a medida que un imprescindible incremento en la financiación de la educación pública, la única, permitiera ir construyendo centros y dotando de plazas escolares suficientes para que el Estado del 78, la Democracia de la Transición, no incurriera en el mismo pecado que los redactores de la LODE denunciaban en el preámbulo a periodos anteriores: “Por las insuficiencias de su desarrollo económico y los avatares de su desarrollo político, en diversas épocas, el Estado hizo dejación de sus responsabilidades en este ámbito, abandonándolas en manos de particulares o de instituciones privadas, en aras del llamado principio de subsidiariedad”. Y, tal como estamos constatando, los conciertos no solo no se han extinguido, sino que cada vez van a más, en detrimento de los centros públicos. Desde las administraciones se está llevando a cabo una dejación de funciones, de responsabilidades, permitiendo que la educación, caiga en manos privadas, además de financiarlas con fondos públicos”.

Como conclusión la existencia de los conciertos educativos fue una cesión más que se hizo en nuestra Transición a la Iglesia católica. Como también se hizo con la Corona y el Ejército. Pero, ante la falta de reacción de la sociedad y de la clase política, igual de derechas que de izquierdas, lo que en principio era una excepción se ha convertido en norma. Ya no es la enseñanza concertada, en manos de la Iglesia, subsidiaria de la pública, sino que esta última parece subsidiaria de la primera. Y no deberíamos olvidar, que la enseñanza es unos de los instrumentos claves de trasmisión de todo un conjunto de valores. Como muestra, la charla impartida por el exministro del PP Jaime Mayor Oreja a 300 alumnos de entre 14 y 17 años del colegio concertado de Madrid “Cristo Rey”. Mayor Oreja se refirió a la situación de España para afirmar que existe un “plan suicida” al que se han sumado “la izquierda, socialistas, comunistas y nacionalistas” y cuyo capitán general “es la organización terrorista ETA”. Mayor Oreja también criticó leyes promovidas por el Ejecutivo como las del aborto o la trans, la eutanasia e incluso se llegó a cuestionar la autoría de los atentados del 11-M, un suceso que “cambió el rumbo” del país. ¡Qué contraste! La Comunidad de Madrid prohibió la celebración de una charla con motivo del Día de la Mujer que iba a estar protagonizado por la ministra de Igualdad, Irene Montero, en el instituto madrileño de Gómez Moreno, en el distrito de San Blas. Fuentes de presidencia afirmaron que se trataba de un «acto político» y que el ejecutivo regional «no va a permitir ningún evento de adoctrinamiento en centros educativos en horario escolar», uno de los motivos que llevó al gobierno madrileño a desautorizar la cita. Realmente es alucinante Pues no alardeaba la de me gusta la fruta que La Comunidad de Madrid es el paradigma de la libertad.

 La enseñanza pública es sin discusión alguna más integradora, plural, intercultural, laica, participativa, democrática e igualitaria que la privada-concertada. Sin ningún tipo de dudas.

Según el Colectivo Lorenzo Luzuriaga: “Los sistemas educativos públicos bien podrían seguir siendo una palanca, en los Estados que decidan utilizarla, para reducir los riesgos de la creciente desigualdad y exclusión social, para favorecer el sentimiento de identidad colectiva múltiple, fomentar una lealtad plural a diversas comunidades que conviven en un mismo territorio, y promover la mezcla positiva de diversas culturas”.

Como consecuencia de lo expuesto hasta ahora va calando en la sociedad española una visión negativa de la inmigración. Pero esta tiene aspectos muy positivos., que merece la pena destacar.

Un estudio de La Caixa de 2011 -cuando el porcentaje de inmigrantes ya superaba el 10%- reveló que aportan más de lo que reciben. “Los argumentos de sobreutilización y abuso del sistema de protección social por ellos están injustificados. Reciben menos del Estado de lo que aportan a la Hacienda pública” proporcionan a las cuentas públicas “dos o tres veces más de lo que cuestan”. Según los autores del estudio, Francisco Javier Moreno, del Instituto de Políticas Públicas del CSIC, y María Bruquetas, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Ámsterdam. Y la Seguridad Social registró 2.500.677 afiliados extranjeros en diciembre de 2022, 12,3% del total de afiliados a la Seguridad Social, que con sus cotizaciones contribuyen al mantenimiento de las pensiones. El 83,3% están en el Régimen General y suman 2.050.132. Por su parte, del Régimen de Autónomos son 406.313. En septiembre de 2023 la Seguridad Social registró 2.669.101 afiliados extranjeros, una vez descontada la estacionalidad y el efecto calendario. Suponen 11.914 afiliados más que en agosto. Desde febrero de 2020, antes del impacto de la pandemia, el sistema ha contabilizado un aumento de 479.680 trabajadores de otros países. Muchos pensionistas, votantes de VOX, ¿son conscientes de que más del 10% de su pensión, la sufragan los trabajadores extranjeros con sus cotizaciones a la Seguridad Social? ¿Cuántos ancianos son cuidados por ucranianas, ecuatorianas o colombianas?

Fijémonos en datos de ahora mismo en la Comunidad Autónoma de Aragón sobre la contribución de la población inmigrante al mundo laboral y a la reducción del declive demográfico, como consecuencia del descenso de la natalidad entre la población autóctona. El Periódico de Aragón del 19 de diciembre de este año 2023, ha dedicado al tema del día “A la población emigrante”. Son 3 páginas, con los siguientes titulares. Aragón demanda más trabajadores extranjeros para seguir creciendo. La inmigración crece y ya supone el 13,5% del total de habitantes. El éxodo de los colombianos. La salud mental de las personas migrantes, una tarea pendiente, que firman J. Heras Pastor y A. PolaLa comunidad cuenta actualmente con 93.380 afiliados medios a la S.S. que pertenecen a este colectivo a finales octubre. La cifra se encuentra en máximos históricos y no deja de crecer. Hay 7.360 más que hace un año y 16.000 por encima del nivel que había antes de la pandemia. Son muchos más los que se necesitan para cubrir las necesidades de un mercado laboral donde la falta de mano de obra es un problema cada vez más acuciante. La población autóctona no permite cubrir esas necesidades en un territorio con un crecimiento vegetativo negativo y una población que sufre un acusado envejecimiento, sobre todo en el medio rural. Los trabajadores extranjeros son determinantes y mayoritarios en determinadas ocupaciones y sectores, como las empleadas de hogar, los cuidados de personas mayores o el ya mencionado sector agrícola. También tienen un gran peso en la hostelería o la construcción, entre otras actividades. Pero las personas que llegan a España desde el extranjero para buscarse un futuro ya no vienen solo a servir mesas, trabajar en la obra o limpiar escaleras. Si bien hace unas décadas la migración estaba asociada exclusivamente a empleos de bajo valor añadido y precarios, durante los dos últimos años el boom del mercado laboral lo han venido sosteniendo también migrantes con altas cualificaciones y buenos sueldos. 

En cuanto a su aportación demográfica los datos son concluyentes, en Aragón hay 181.044 personas extranjeras, lo que supone el 13,5% de la población total aragonesa. En 2002 en Aragón vivían un total de 43.728, que suponía el 3,6%. El repunte de la población inmigrante se ha convertido en un revulsivo para hacer frente al envejecimiento de la sociedad y al mantenimiento del Estado de bienestar. Y esta afirmación se constata si tenemos en cuenta que el 74,46% de la población extranjera que vive en Aragón tiene menos de 45 años y el 80.12% se encuentra en edad de trabajar. No obstante, los pensamientos racistas siguen a la orden del día en nuestra sociedad, según asegura Luz Pérez Ballester, del CITE (centro de información de trabajadores inmigrantes) “Los roles están predestinados. El hombre a la construcción y al campo, y la mujer al servicio doméstico o a la hostelería. Esto sigue igual que hace 20 años.

Me fijaré en otro bulo sobre la inmigración. “Es que los españoles emigraban con contrato de trabajo”. El libro Mineros, sirvientas y militantes, editado por la Fundación Primero de Mayo de la historiadora Ana Fernández Asperilla ha estudiado la primera oleada de emigrantes españoles a Bélgica. Hubo un Acuerdo Hispano-belga de Emigración de 1956, porque Bélgica precisaba mineros con urgencia y, además, mano de obra que aceptara unas condiciones de trabajo duras. Había firmado un acuerdo con Italia en los años 1947 y 1951. Sin embargo, la alta siniestralidad (llegaron a perecer 800 italianos en el fondo de las minas en apenas 10 años) provocaron que Italia suspendiera el convenio. “Lo que no quiso el Gobierno de Italia para sus trabajadores, lo aceptó el Gobierno de Franco para los españoles”. El agregado laboral de España en Bruselas en un informe de 1 de enero de 1964: “La emigración clandestina española en Bélgica sigue aumentando de un modo alarmante, ya que un 60% al menos de nuestros compatriotas que llegan viene al margen del Convenio”. La emigración irregular de españoles se generalizó. El Instituto Español de Emigración (IEE) cifró en un millón de españoles que entre 1959 y 1973 salió a Europa. Ana Fernández suma las cifras de irregulares y sus cálculos ascienden a dos millones. Fuente: nuevatribuna.es


Fuente → rebelion.org

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