El
próximo mes de junio se cumplirán diez años del inicio del reinado de
Felipe VI. La Corona protagonizó entonces una ceremonia de coronación
inédita, que sirvió para apartar como rey emérito en un retiro dorado a
su padre, Juan Carlos I, justo cuando empezaba a conocerse tan solo la
punta del iceberg de su carrusel de corrupción.
Las
personas abajo firmantes nos declaramos defensoras de la democracia
como el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Nuestras
firmes convicciones en defensa de la libertad fundamentan nuestro
convencimiento en la capacidad de los seres humanos para autogobernarse
sin que deba prevalecer discriminación alguna. Creemos firmemente en la
igualdad ante la ley de todas las personas. Creemos que aquellas
personas que ejercen responsabilidades en el Estado deben ser
responsables ante la soberanía popular. Esta concepción democrática es
incompatible con el principio de irresponsabilidad e inviolabilidad
recogido en la Constitución Española.
La monarquía
representa la corrupción sistemática no como un caso aislado, sino como
la característica que ha definido la relación histórica de la Casa de
los Borbones con el Estado.
La monarquía, asimismo, simboliza
la institución patriarcal por excelencia en la que se transmite el poder
por herencia y donde se constitucionaliza la prevalencia del varón
sobre la mujer, en contra del principio más elemental de igualdad entre
las personas.
La monarquía como principio choca con la
democracia porque niega la capacidad del pueblo para dirigir el Estado.
El poder monárquico no solo es el rey, es también esa minoría
privilegiada que manda sin presentarse a las elecciones, que se
atrinchera en el aparato del Estado y en los consejos de administración
de grandes empresas y no acepta la soberanía popular. La contradicción,
así, está entre monarquía y democracia.
Por todo ello, el próximo 16 de junio de 2024
saldremos a las calles “a pasearnos a cuerpo, que ya es hora”, para
anunciar que ante la decadencia de la monarquía la democracia abrirá
paso a la república del siglo XXI.
Felipe VI: 10 años bastan. Democracia Sí, Monarquía No
Fuente → docs.google.com
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