La Constitución del 78 garantía de la Dictadura de la Burguesía española
La Constitución del 78 garantía de la Dictadura de la Burguesía española

 
1.- La constitución y los derechos humanos burgueses

El monarca español ha centrado su discurso  en estas fechas navideñas  en alabar la Constitución del 78. Esta norma es un texto amplio, organizado en un preámbulo, 169 artículos estructurados en un título preliminar y diez títulos más, cuatro disposiciones adicionales, nueve transitorias, una derogatoria y una final, que en conjunto definen una forma particular de Estado Burgués, favorable para los propietarios de los medios de producción y perjudicial para la inmensa mayoría que vende su fuerza de trabajo para subsistir.

Las clases dominantes desde las instituciones burocráticas que conforman la estructura del Estado Español defienden con todas sus fuerzas y medios esta Ley de leyes, como si fuera un mandato divino, algo así como una norma emanada por Dios que debe permanecer en los tiempos. Pero no nos dejemos engañar, la Constitución es una construcción jurídica y política temporal, desde y a la que se han adaptado muchas de las instituciones de la dictadura franquista a la democracia burguesa, en su forma monárquica. En muchos de sus artículos se hace referencia a la conveniencia de que las personas accedamos a determinados derechos humanos.

Estos se presentan en abstractos; son derechos burgueses que a la hora de la verdad no se cumplen, son abstractos, nadie puede oponerse a ellos; nadie va a rechazar el derecho a la vida, a la dignidad de la persona, a la libertad de opinión y de expresión, el derecho al empleo, o a la vivienda, o a cualquiera de otros de los derechos humanos burgueses que se recogen en el texto mencionado.

Otra cosa bien diferente es la necesidad que tienen las personas de los mismos, necesidad de una vivienda, de un empleo, de vivir dignamente; en este cao estaríamos hablando del tratamiento socialista de los mismos, es decir, el cumplimiento concreto de los mismos, su materialidad real, la necesidad que tiene la población trabajadora de su cumplimiento concreto en la vida real. No hay aplicación por los gobiernos, por muy demócratas o izquierdistas que se nombren. La oratoria de los políticos y políticas del régimen, por muy pomposa que los presenten, no deja de ser una retórica hipócrita y ridícula al ser mentirosa y falsa.

2.- La maquinaria militar como garantía de la pobreza

La Constitución del 78 viene a ser un fetiche y una fuente de irradiación de valores ideológicos que sirven para adoctrinar al pueblo y garantizar la dictadura de la burguesía. Además, sirve de guía para que el gobierno y parlamento aprueben los preceptos jurídicos, políticos y económicos necesarios que aseguren la legalidad monárquica. Los presupuestos del estado contemplan de manera clara que una gran parte de los fondos públicos vayan destinadas a subvencionar a las grandes empresas, al ejército y a la policía, al funcionamiento de los partidos políticos y los sindicatos oficiales, a la Iglesia católica, a los medios de comunicación afines y a los altos cargos de los aparatos jurídicos y administrativos que trabajan día y noche para estabilidad de la monarquía borbónica.

La seguridad y protección del Estado Borbónico está en la maquinaria militar y jurídica, los ejércitos, las fuerzas policiales y las industrias armamentísticas. Esta maquinaria militar sincronizada es un agujero negro que se traga una buena parte del pastel presupuestario estatal, financiado en su totalidad con la plusvalía generado por el trabajo de la clase obrera. El conjunto de estos aparatos asegura el beneficio de las grandes empresas y entidades financieras e impide que nadie ponga en apuros y obstaculice las normas laborales dictadas para la explotación laboral y la producción del plusvalor.

La estructura jurídica-política-militar que nace de la Constitución del 78 es decisiva para que millones de personas vivan en la precariedad y en la pobreza, mientras que en el polo opuesto haya una minoría que disfruten de una opulencia obscena e indecente.
La norma madre es la pantalla desde la que se marcan las directrices y la pauta para que unos pocos vivan del trabajo de los demás, para que unos disfruten de unas condiciones excelentes de habitabilidad y bienestar, y cientos de miles de seres humanos sean arrojados legalmente de sus viviendas, sin un techo donde morar o vivan en unas condiciones de penuria alimenticia. En definitiva, la Constitución del 78 es un instrumento del capital en el estado español, es una herramienta más que junto con otros organismos internacionales como la UE, la OTAN, la OMS, la OCDE, etc. permiten que el imperialismo saquear a la población trabajadora en el territorio nacional e internacional.

3.- Los partidos del régimen

Los partidos mal llamados de izquierda y socialdemócratas se han integrado plenamente en el régimen político heredado del franquismo,  bajo la dirección de la Monarquía y la UE. Estos partidos socialdemócratas y reformistas aplauden hasta con las pestañas a la Constitución, aunque en algunas ocasiones con la boca chica dicen que hay que adaptarla a los tiempos y hacer pequeñas reformas, pues el núcleo importante, la democracia, vale. Ahora, ante la situación generalizada de crisis económica y social, son incapaces de articular un programa político que sea  referente ideológico y cultural para el mundo del trabajo y amplios sectores populares de la sociedad española. La supeditación política al parlamentarismo anula la lucha de clases, es un factor clave que está llevando al enfrentamiento individual entre sus principales militantes al objeto de mantener una cierta posición política privilegiada que les posibilite el acceso a cargos institucionales. Las divisiones y rupturas que se están produciendo entre organizaciones políticas como Sumar y Podemos están a la orden del día. Las desavenencias también alcanzan al PCE, en esta organización sus partes más activas, militantes de la organización juvenil, rompen con el partido por motivos de desacuerdos de las prácticas políticas e ideológicas. En este contexto, lo que está meridianamente claro es que el PSOE sigue apareciendo como el partido que da estabilidad a la monarquía y a los intereses de la oligarquía española.

En nuestra región, Extremadura, la dinámica es el incremento de las desigualdades sociales y territoriales respecto a otros territorios del Estado Español. Sin embargo, los partidos socialdemócratas y reformistas tiene una sujeción casi plena al gobierno y a las estructuras políticas estatales que los incapacitan para impulsar y resolver cuestiones que nos atenazan desde siempre y nos mantienen anclados en unas infraestructuras físicas, económicas y sociales de otros siglos.

4.- La necesidad del socialismo

En nuestro país al igual que en el occidente colectivo, el capitalismo no sólo ha fraccionado y debilitado al movimiento obrero, sino que ha integrado y ha hecho inservibles para la revolución socialista a las antiguas organizaciones políticas. En estas circunstancias, es una necesidad urgente la reorganización política para impulsar el desarrollo de la lucha de clases y la solidaridad con los pueblos del mundo que sufren múltiples represiones y el saqueo del imperialismo. Ahora, la atención mundial está en la brava resistencia y el valiente enfrentamiento armado del pueblo palestino contra el estado sionista que mata y asesina a hombres, mujeres y niños. La lucha palestina necesita del apoyo internacionalista de las clases explotadas y oprimidas del mundo. Las circunstancias y condiciones de vida de los pueblos no serán las mismas dependiendo de que se derrote al sionismo o el sionismo salga vencedor. El resultado de lo que allí ocurra, al igual que las luchas en otras partes del planeta tienen y tendrán sus consecuencias en nuestras naciones. Por eso, reclamamos la necesidad del socialismo como herramienta fundamental para acabar con las guerras y asegurar la paz en el mundo. Hay que recordar a Rosa Luxemburgo, hoy más que nunca BARBARIE O SOCIALISMO


Fuente → kaosenlared.net

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