Antonio Duplá
Galde, 43, invierno de 2024.
El último libro de Eugenio del Río (*) es, como afirma el propio autor, el resultado de una reflexión de varias décadas, a partir de su experiencia personal y colectiva ligada a la historia del Movimiento Comunista (MC). Se trata de una reflexión sobre el surgimiento de las organizaciones de izquierda revolucionaria en los años sesenta del pasado siglo en el ámbito español y, más en concreto, de la historia del MC, reflexión que gira fundamentalmente alrededor de la importancia del componente ideológico. De hecho, este ensayo, que incluye lógicamente una dimensión testimonial, se presenta como una «reconstrucción ideológica autocrítica» (p.18).
Estas organizaciones, entre ellas el MC, constituyen uno de los elementos más destacados del antifranquismo en la última década del régimen, y aportan sin ninguna duda juventud, dinamismo e idealismo al movimiento, pero conllevan también algunos problemas importantes, que afectarán a su análisis de la realidad, a su práctica política y social o a la conformación de un perfil de militante muy determinado. En uno de los apéndices que contiene el libro y que recoge un artículo publicado en 2019, «El final del silencio», Eugenio del Río se remite a Rafael del Águila y su libro Crítica de las ideologías. El peligro de los idea- les, de 2008. Ese título refleja bien la que creo es la idea-fuerza principal del libro. Algunos de los capítulos del libro, el cap. 3 «Un marco internacional propicio para la desmesura ideológica», o el cap. 8 «Alta temperatura ideológica. El refugio marxista» y el 9, «La impugnación total de lo existente y el proyecto utópico como procedimiento», ilustran ese tema. Las propias características de ese amplio grupo de jóvenes que en los años sesenta se incorporan a la lucha antifranquista, su juventud, su inexperiencia, su elevado idealismo y su generosidad, siempre y en todo lugar, la necesidad de buscar referentes ideológicos y políticos propios, favorecieron la asunción de unas ideologías fuertes, omnicomprensivas, como el marxismo. El contexto internacional (Cuba, Argelia, Vietnam, Portugal, etc.) favorecía la actualidad de la revolución, entendida como un proceso necesaria e inevitablemente violento y que, en el camino hasta su consecución, podía incluso justificar posibles etapas dictatoriales. Por otra parte, esa tendencia a los análisis absolutos suponía tanto la denuncia sin matices de los partidos de izquierda tradicionales, tachados de «reformistas», como el rechazo, igualmente sin matices, del Estado y del capitalismo. La extrema dependencia de ideologías externas, la desconsideración de los problemas éticos que plantea la violencia política, la hipertrofia del sentido antagonista o un conocimiento deficiente de la realidad social, son algunas de las sombras de esa carga ideológica, una de las señas de identidad de aquellas organizaciones y, desde luego, del MC, que se van analizando a lo largo del libro.
Particular importancia concede Eugenio del Río a lo que él llama el proceso de «conversión» de aquellos y aquellas jóvenes, intentando analizar la combi- nación de las ideas previas, provenientes del contexto educativo, social o familiar coetáneo, con las nuevas ideas que se van asumiendo a partir de la toma de conciencia política. La importancia que concede, por ejemplo, al poso de las ideas y actitudes más positivas de la formación religiosa tradicional debe hacer- nos pensar precisamente sobre la complejidad de los cambios experimentados por aquella juventud.
El libro se completa con cuatro apéndices, que re- cogen dos textos ya publicados y uno inédito, así como un riquísimo repertorio bibliográfico sobre algunos de los problemas analizados en el libro y otros más, proveniente de la investigación y reflexión latinoameri-cana.
Pienso que son absolutamente bienvenidas este tipo de reflexiones sobre nuestro pasado reciente, en este caso sobre una experiencia militante que tanto ha marcado la biografía de muchos de nosotros y nosotras. Para acometer esa tarea Eugenio del Río une a su condición de testigo privilegiado una particular lucidez y serenidad.
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(*) Jóvenes antifranquistas (1965-1975), Madrid, La Catarata, 2023
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