Cartografía de la Memoria Obrera de Madrid
Cartografía de la Memoria Obrera de Madrid
Mayka Muñoz y Susana Alba

Standard Eléctrica. La factoría de Villaverde fue uno de los motores económicos de la zona, dando trabajo tanto a hombres como a mujeres. En la actualidad es un descampado (Foto: AHT-Fundación 1º de Mayo)

 

El proyecto Cartografía de la Memoria Obrera de Madrid, realizado por la Fundación 1º de Mayo, surge de la idea de rescatar una parte de la memoria del Madrid obrero de la segunda mitad del siglo XX y plasmarla en una serie de mapas de lugares de memoria obrera antifranquista. El resultado del proyecto permite a la ciudadanía y, sobre todo, a las nuevas generaciones, el acceso al conocimiento de un pasado, no tan lejano, en el que el paisaje de la ciudad estaba marcado por el mundo del trabajo, su arquitectura, sus reivindicaciones y luchas.

Se ha buscado visibilizar los lugares de la memoria obrera, de trabajo, de socialización, de lucha antifranquista, de movilizaciones y manifestaciones, que nos hablan del protagonismo de la clase trabajadora en la lucha por arrancar a la dictadura franquista resquicios de democracia. También se han plasmado los cambios que se han producido en los espacios urbanos, donde los edificios de viviendas, oficinas y las zonas verdes han sustituido a las fábricas y los talleres desde que el proceso de reconversión redujo considerablemente el tejido industrial madrileño, con los efectos que eso ha tenido para la clase trabajadora.

Se rescata una parte de la memoria del Madrid obrero de la segunda mitad del siglo XX

El ordenamiento urbano articulado por la dictadura franquista consistió en concentrar las industrias y las masas obreras fuera del centro urbano, tanto para abastecer de mano de obra a las nuevas fábricas como para facilitar su control social. Así, muchos barrios obreros crecieron en torno a los grandes espacios industriales, donde también florecieron los poblados chabolistas y de infraviviendas. Con el tiempo, la actividad del movimiento vecinal permitió eliminar el chabolismo y dotar a los barrios de los servicios mínimos de los que carecían en origen: alumbrado, asfaltado, consultorios médicos, escuelas… Fue así como la fábrica y el barrio se erigieron en espacios contiguos en los que, a partir de experiencias compartidas surgieron identidades de clase y se desarrolló una memoria colectiva.

Frente al relato franquista, la memoria colectiva de las clases trabajadoras ayuda a elaborar relatos alternativos que resquebrajan la hegemonía del discurso oficial

Esta memoria se enraíza en los lugares de trabajo, de lucha vecinal, de manifestaciones, de saltos, así como en los espacios donde muchos de estos trabajadores y trabajadoras sufrieron represión, como la Dirección General de Seguridad o la cárcel de Carabanchel. Ahora bien, mientras que el Franquismo impuso su memoria en el espacio de la ciudad a través del callejero, los símbolos arquitectónicos, las ceremonias, las conmemoraciones y la acción de las fuerzas de orden público, la memoria de la clase trabajadora y de su lucha por las libertades ha sido eludida de los espacios urbanos. Esta situación se agrava a partir de la crisis económica de finales de los años setenta y el comienzo de los procesos de reconversión ya en la década siguiente, que hace desaparecer las industrias de los suburbios y las traslada más allá de la metrópoli. Paralelamente, la especulación urbanística y la terciarización de la economía madrileña provocaron la eclosión de un urbanismo de tipo residencial y de oficinas que relega al olvido el pasado fabril de la capital.

En este contexto se encuadra la Cartografía del Movimiento Obrero de Madrid, que trata de recuperar, por un lado, la memoria obrera física de las fábricas y los barrios y, por otro, la memoria de las luchas obreras, la represión y la resistencia tanto en los espacios fabriles como en los urbanos. Frente al relato franquista, la memoria colectiva de las clases trabajadoras ayuda a elaborar relatos alternativos que resquebrajan la hegemonía del discurso oficial. Estos lugares donde se juntan las experiencias de la historia individual y grupal son algunos de los que se han rescatado en esta Cartografía. Con ello se busca contribuir a la difusión de una memoria democrática que incluya la memoria de la clase obrera madrileña.


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Cartografía de la Memoria Obrera de Madrid es un proyecto realizado en la Fundación 1º de Mayo con la ayuda del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. A cargo del mismo han estado Susana Alba y Mayka Muñoz.

Enlace a la web: Cartografía de la Memoria Obrera de Madrid


Fuente → nuevatribuna.es

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