La Galicia qué Franco mató con un golpe de estado y una represión brutal sin opción a defensa / Ángela Precedo
'Galicia, un golpe sin cuartel, una guerra sin trincheras' es una obra que recoge la evolución de la Guerra Civil y del franquismo, que tuvo su reflejo en los territorios que cayeron primero en el poder de los golpistas, como fue el caso de Galicia. El historiador Francisco Jorge Leira explica que los golpistas "comenzaron a emplear unas políticas muy semejantes a las que usó el régimen franquista después de 1939 cuando ganaron la guerra en el resto del Estado".
El franquismo fue una época negra de la Historia española de la que aún hoy por hoy persisten resquicios. El que sucedió más allá de 1939, desde lo finalice de la Guerra Civil, hasta 1975, con la muerte del dictador Francisco Franco, es algo que se sabe muy bien, pues fue muy estudiado a lo largo del tiempo, pero para comprender lo que fue el franquismo como tal hay que retroceder hasta sus orígenes, que no están tras lo finalice de la Guerra Civil, sino en el golpe de estado y en todo lo que trajo consigo para Galicia (y también para en Navarra, León y muchas partes del sur de Andalucía).
En estos lugares, como explica el historiador Francisco Jorge Leira Castiñeira, los golpistas "comenzaron a emplear unas políticas muy semejantes a las que usó el régimen franquista después de 1939 cuando ganaron la guerra en el resto del Estado". Entre ellas destaca la violencia, la exposición de valores católicos a través de la Iglesia y de las organizaciones de mujeres, la represión de la lengua gallega, la depuración de cargos públicos y la incorporación de otros nuevos, muchos que venían de la República y mismo de la dictadura de Primo de Rivera y otros que no...
Todo esto y mucho más aparece reflexado en el libro 'Galicia, un golpe sin cuartel, una guerra sin trincheras', que "permite mostrar una perspectiva más de esa política importada por el franquismo, yendo un paso más atrás del año 1939, en el que se queda mucha gente, porque hay muchas más cosas antes que sirven para entender todos los procesos posteriores". La historiagrafía española, a menudo, trató de explicar la construcción sociopolítica de la dictadura franquista a partir de la finalización de la Guerra Civil o bien puso como data de comienzo el primero gobierno franquista, cuando comienza a tener presencia en la toma de decisiones Serrano Suñer. Con todo, es importante remarcar que sin un golpe de estado previo, no habría habido una Guerra Civil y, sin ella, no habría accedido al poder mediante las armas Francisco Franco.
Así que, antes del sucedido a lo largo de 1938 (como la toma de Madrid y Cataluña) o tras la contienda, los golpistas, como explica Leira, comenzaron en las zonas controladas por ellos, como era el caso de Galicia, a ejercer la represión mediante las extorsiones, estando en vías de hacer un golpe de estado, "pero no como en el siglo XIX, sino usando la violencia, es decir, con una componente fascista detrás de esta forma de primer golpe de estado". Así, "se intentó llegar al poder a través de las armas y de la violencia, de manera que toda la sociedad tenía que estar a favor del golpe de estado o si no serían pasados por las armas", apunta.
Como lo lograron? Principalmente a través de las milicias (obreros y campesinos que, muchas veces, empuñaban las armas por ver primera), "una trama civil que no fue tan voluminosa como se quiere poner desde la propaganda fascista o como luego permaneció en la memoria social", pero que "sí sirvió para imponer la orden a través del terror". Posteriormente, comenzaron a imponer orden a través de la "justicia militar, una de las armas más importantes", como explica Leira, que se sumó a la "limpieza de los poder públicos para sustituirlos por unos nuevos, desde los alcaldes de las ciudades más pequeñas hasta los gobernadores civiles y militares, poniendo a dedo a gente en las universidades y depurando así todos los colegios y centros educativos, pasando por las armas a muchos miembros de la orden pública, como la Guardia Civil y el ejército".
En definitiva, muchos comportamientos que luego se acrecentaron y se impusieron a partir del año 1939, en el comienzo del franquismo. Precisamente por esa semejanza, la primera parte del libro versa sobre como era a sociedad gallega antes del golpe de estado. "Nos encontramos con una sociedad que, a pesar de ser eminentemente rural, estaba al tanto de la actualidad política, es decir, estaba politizada y sabía el que ocurría, por lo que aún siendo analfabeta en la mayor parte no era una sociedad @atrasado como mucha gente quiso poner a la Galicia de aquel tiempo, usando cómo sinónimos sociedad rural y sociedad analfabeta", denuncia Leiro.
De hecho, en las ciudades, aunque de aquella aún no eran muy grandes en tamaño, hubo mucha gente que se opuso al golpe de estado de manera férrea, "lo que pasa es que no fue suficiente cómo para que habían podido hacer frente a los golpistas, que ya tenían todo el resorte de su carón", afirma el historiador. De ahí, de ese intento por acallar a una sociedad gallega que se opuso al golpe, vienen las matanzas tan elevadas de los primeros meses y hasta finales del año 1937, siendo "muy elevados los muertos tanto en la Galicia rural como fuera del rural".
El retroceso en la mentalidad quedó más que patente también en la vuelta a la moral católica, que se fue gestando poco a poco a través de la escuela y organismos como la Sección Femenina (una rama femenina del partido Falange Española de lanas JONS encargada de adoctrinar la mujeres para que habían asumido que su objetivo principal en la vida era casarse y tener hijos), y también a través de la propia Iglesia.
"El que se hizo con esto fue a retroceder muchos años en esa lucha que tenían las mujeres por romper el techo de cristal, fue un momento de 'impass' en la lucha de las mujeres y en su participación en la vida pública, pues muchas de ellas tuvieron que volver a sus casas y se les impuso esa moral católica de que tenían que estar en casa y ser buenas mujeres, esposas y madres, sin salir del lugar, porque, del contrario, eran señaladas socialmente", expone Leira.
Por todo esto y muchas otras cosas el libro 'Galicia, un golpe sin cuartel, una guerra sin trincheras' es una lectura obligada. "Es interesante porque reúne todo ese proceso de cambio hasta los años 60 y hace una retrospectiva a través de la historiografía, la literatura y la didáctica del que fue nuestro pasado reciente", cuenta Leira, que asegura que "todas las aportacións en él contenidas, no muy largas, sirven para entender un poco más lo que fue aquella realidad desde diferentes ópticas, desde la óptica de la matanza de las mujeres y de la violencia de género que hubo durante la guerra hasta el reclutamiento forzoso de la sociedad civil para luchar en la guerra, pasando por la prostitución encubierta que permitieron que siguiera existiendo a pesar de imponer en la sociedad una moral ultracatólica y por el proceso de llevar todo ese pasado a las aulas a través de institutos y escuelas".
La obra está coordinada por Lourenzo Fernández Prieto, catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y miembro de la Real Academia Gallega (RAG), y por el propio profesor Francisco Jorge Leira, de la Universidad Isabel I. En este estudio, además, participan investigadores de las tres universidades gallegas y historiadores procedentes del mundo societario, de todos los campus gallegos y de tres grupos de investigación (Histagra, Hispona y HC1 de la UVI), así como el Instituto de la Lengua Gallega. Especialistas en historia, sociología, didáctica, jurídica o filológos, todos ellos abordan un estudio sobre las singularidades del territorio español en los procesos de su tiempo, pero contextualizados, por lo que el estudio recoge una serie de procesos más amplios que los que se refieren a Galicia.
En conjunto, la obra recoge la evolución de la contienda que tuvo su reflejo en los territorios que cayeron primero en el poder de los golpistas, como es el caso de Galicia. Para el historiador no se puede entender cómo se desarrolló la historia en estos territorios si no comprendemos la lógica de la dictadura impuesta en el resto del Estado, y esta idea constituye el germen y desenvolvemente de la publicación. En ella participan especialistas como Francisco Caamaño (ex ministro de Justicia y profesor de la Universidade da Coruña), Julio Prada (Universidad de Vigo), Henrique Monteagudo (Universidad de Santiago y secretario de la Real Academia Gallega), Dolores Vilavedra (USC), Dionisio Pereira, Eliseo Fernández o Ana Cabana (USC).
El libro, además, fue prologado por Pablo de Greiff, ponente especial sobre la Promoción de la Verdad y la Justicia y Reparación de las Naciones Unidas, que en la actualidad es el Comisionado para la Guerra de Ucrania de la ONU. Y la fotografía de portada representa el cambio que supuso el golpe de estado, de una sociedad modernizada la una paramilitarizada. El trabajo está publicado por Prensas Universitarias de Valencia, que en la actualidad se encuentra en la decimotercera posición en la clasificación editorial realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
En estos lugares, como explica el historiador Francisco Jorge Leira Castiñeira, los golpistas "comenzaron a emplear unas políticas muy semejantes a las que usó el régimen franquista después de 1939 cuando ganaron la guerra en el resto del Estado". Entre ellas destaca la violencia, la exposición de valores católicos a través de la Iglesia y de las organizaciones de mujeres, la represión de la lengua gallega, la depuración de cargos públicos y la incorporación de otros nuevos, muchos que venían de la República y mismo de la dictadura de Primo de Rivera y otros que no...
Todo esto y mucho más aparece reflexado en el libro 'Galicia, un golpe sin cuartel, una guerra sin trincheras', que "permite mostrar una perspectiva más de esa política importada por el franquismo, yendo un paso más atrás del año 1939, en el que se queda mucha gente, porque hay muchas más cosas antes que sirven para entender todos los procesos posteriores". La historiagrafía española, a menudo, trató de explicar la construcción sociopolítica de la dictadura franquista a partir de la finalización de la Guerra Civil o bien puso como data de comienzo el primero gobierno franquista, cuando comienza a tener presencia en la toma de decisiones Serrano Suñer. Con todo, es importante remarcar que sin un golpe de estado previo, no habría habido una Guerra Civil y, sin ella, no habría accedido al poder mediante las armas Francisco Franco.
Así que, antes del sucedido a lo largo de 1938 (como la toma de Madrid y Cataluña) o tras la contienda, los golpistas, como explica Leira, comenzaron en las zonas controladas por ellos, como era el caso de Galicia, a ejercer la represión mediante las extorsiones, estando en vías de hacer un golpe de estado, "pero no como en el siglo XIX, sino usando la violencia, es decir, con una componente fascista detrás de esta forma de primer golpe de estado". Así, "se intentó llegar al poder a través de las armas y de la violencia, de manera que toda la sociedad tenía que estar a favor del golpe de estado o si no serían pasados por las armas", apunta.
Como lo lograron? Principalmente a través de las milicias (obreros y campesinos que, muchas veces, empuñaban las armas por ver primera), "una trama civil que no fue tan voluminosa como se quiere poner desde la propaganda fascista o como luego permaneció en la memoria social", pero que "sí sirvió para imponer la orden a través del terror". Posteriormente, comenzaron a imponer orden a través de la "justicia militar, una de las armas más importantes", como explica Leira, que se sumó a la "limpieza de los poder públicos para sustituirlos por unos nuevos, desde los alcaldes de las ciudades más pequeñas hasta los gobernadores civiles y militares, poniendo a dedo a gente en las universidades y depurando así todos los colegios y centros educativos, pasando por las armas a muchos miembros de la orden pública, como la Guardia Civil y el ejército".
En definitiva, muchos comportamientos que luego se acrecentaron y se impusieron a partir del año 1939, en el comienzo del franquismo. Precisamente por esa semejanza, la primera parte del libro versa sobre como era a sociedad gallega antes del golpe de estado. "Nos encontramos con una sociedad que, a pesar de ser eminentemente rural, estaba al tanto de la actualidad política, es decir, estaba politizada y sabía el que ocurría, por lo que aún siendo analfabeta en la mayor parte no era una sociedad @atrasado como mucha gente quiso poner a la Galicia de aquel tiempo, usando cómo sinónimos sociedad rural y sociedad analfabeta", denuncia Leiro.
De hecho, en las ciudades, aunque de aquella aún no eran muy grandes en tamaño, hubo mucha gente que se opuso al golpe de estado de manera férrea, "lo que pasa es que no fue suficiente cómo para que habían podido hacer frente a los golpistas, que ya tenían todo el resorte de su carón", afirma el historiador. De ahí, de ese intento por acallar a una sociedad gallega que se opuso al golpe, vienen las matanzas tan elevadas de los primeros meses y hasta finales del año 1937, siendo "muy elevados los muertos tanto en la Galicia rural como fuera del rural".
El retroceso en la mentalidad quedó más que patente también en la vuelta a la moral católica, que se fue gestando poco a poco a través de la escuela y organismos como la Sección Femenina (una rama femenina del partido Falange Española de lanas JONS encargada de adoctrinar la mujeres para que habían asumido que su objetivo principal en la vida era casarse y tener hijos), y también a través de la propia Iglesia.
"El que se hizo con esto fue a retroceder muchos años en esa lucha que tenían las mujeres por romper el techo de cristal, fue un momento de 'impass' en la lucha de las mujeres y en su participación en la vida pública, pues muchas de ellas tuvieron que volver a sus casas y se les impuso esa moral católica de que tenían que estar en casa y ser buenas mujeres, esposas y madres, sin salir del lugar, porque, del contrario, eran señaladas socialmente", expone Leira.
Por todo esto y muchas otras cosas el libro 'Galicia, un golpe sin cuartel, una guerra sin trincheras' es una lectura obligada. "Es interesante porque reúne todo ese proceso de cambio hasta los años 60 y hace una retrospectiva a través de la historiografía, la literatura y la didáctica del que fue nuestro pasado reciente", cuenta Leira, que asegura que "todas las aportacións en él contenidas, no muy largas, sirven para entender un poco más lo que fue aquella realidad desde diferentes ópticas, desde la óptica de la matanza de las mujeres y de la violencia de género que hubo durante la guerra hasta el reclutamiento forzoso de la sociedad civil para luchar en la guerra, pasando por la prostitución encubierta que permitieron que siguiera existiendo a pesar de imponer en la sociedad una moral ultracatólica y por el proceso de llevar todo ese pasado a las aulas a través de institutos y escuelas".
La obra está coordinada por Lourenzo Fernández Prieto, catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y miembro de la Real Academia Gallega (RAG), y por el propio profesor Francisco Jorge Leira, de la Universidad Isabel I. En este estudio, además, participan investigadores de las tres universidades gallegas y historiadores procedentes del mundo societario, de todos los campus gallegos y de tres grupos de investigación (Histagra, Hispona y HC1 de la UVI), así como el Instituto de la Lengua Gallega. Especialistas en historia, sociología, didáctica, jurídica o filológos, todos ellos abordan un estudio sobre las singularidades del territorio español en los procesos de su tiempo, pero contextualizados, por lo que el estudio recoge una serie de procesos más amplios que los que se refieren a Galicia.
En conjunto, la obra recoge la evolución de la contienda que tuvo su reflejo en los territorios que cayeron primero en el poder de los golpistas, como es el caso de Galicia. Para el historiador no se puede entender cómo se desarrolló la historia en estos territorios si no comprendemos la lógica de la dictadura impuesta en el resto del Estado, y esta idea constituye el germen y desenvolvemente de la publicación. En ella participan especialistas como Francisco Caamaño (ex ministro de Justicia y profesor de la Universidade da Coruña), Julio Prada (Universidad de Vigo), Henrique Monteagudo (Universidad de Santiago y secretario de la Real Academia Gallega), Dolores Vilavedra (USC), Dionisio Pereira, Eliseo Fernández o Ana Cabana (USC).
El libro, además, fue prologado por Pablo de Greiff, ponente especial sobre la Promoción de la Verdad y la Justicia y Reparación de las Naciones Unidas, que en la actualidad es el Comisionado para la Guerra de Ucrania de la ONU. Y la fotografía de portada representa el cambio que supuso el golpe de estado, de una sociedad modernizada la una paramilitarizada. El trabajo está publicado por Prensas Universitarias de Valencia, que en la actualidad se encuentra en la decimotercera posición en la clasificación editorial realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
No hay comentarios
Publicar un comentario