Federica Montseny se convierte en la primera mujer ministra de la historia española
Federica Montseny se convierte en la primera mujer ministra de la historia española / Marc Pons

Fue de la corriente partidaria de superar la ortodoxia anarquista y participar en el gobierno para derrotar al fascismo

En 1936, hace 87 años, y en el contexto de la guerra civil española (1936-1939), el presidente de la República y jefe de estado, Manuel Azaña (Izquierda Republicana), firmaba la constitución de un nuevo Ejecutivo (el 24.º desde que el 14 de abril de 1931 había sido proclamada la II República), en el que estaría la anarquista catalana Federica Montseny (CNT), que de este modo se convertía en la primera mujer de la historia española en ejercer un cargo ministerial. Aquel gobierno estaría presidido por Francisco Largo Caballero (PSOE) y tendría cuatro ministros catalanes: los cenetistas Joan Garcia Olivé, Joan Peiró y Federica Montseny, y el independentista Jaume Aiguadé (Estat Català-ERC), exalcalde de Barcelona.

Federica Montseny, que en el momento de su nombramiento era una de las principales figuras políticas del anarquismo catalán y español, dirigiría el ministerio de Sanidad y de Asistencia Social entre el 4 de noviembre de 1936 y el 17 de mayo de 1937. Relevaba en el cargo al también catalán Josep Tomàs i Piera (ERC), al frente de un ministerio que, hasta entonces, se había llamado de Trabajo y Previsión Social. El escaso recorrido de Montseny sería debido a la caída de ese gobierno, provocada por el conflicto armado en la retaguardia republicana entre las fuerzas de la Generalitat y la República, por una parte, y los milicianos anarquistas de la CNT-FAI, por la otra, y que fue especialmente cruento en Barcelona (Hechos de Mayo de 1937).

Federica Montseny, con otros destacados dirigentes de la CNT catalana —como Joan Garcia Oliver o Joan Peiró—, formó parte de la corriente politicoideológica posibilista que proclamaba la necesidad de superar la ortodoxia anarquista y participar en las instituciones gubernamentales para contribuir a la derrota del fascismo. Federica Montseny sería, también, partidaria de un estado federal que permitiría la aplicación de una receta revolucionaria propia y diferenciada en cada territorio. Tras su salida del gobierno, criticó duramente al nuevo presidente, Juan Negrín (PSOE), por el reclutamiento de 30.000 chicos catalanes de 17 y 18 años para combatir en la mortífera Batalla del Ebro (1938), y que ella misma bautizó como la "Quinta del Biberón".
 

Fuente → elnacional.cat

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