Terror franquista en Plasencia. Represión y Crímenes
Tulio Riomesta
Comenzaron las detenciones de personas afines al Frente Popular las palizas, y los asesinatos de Republicanos. Se ocuparon las sedes de partidos políticos y sindicatos, la Casa del Pueblo fue asaltada. El día 17 de Agosto la aviación Republicana bombardeó el batallón de ametralladoras número provocando algunas víctimas en el cuartel. La respuesta de los sublevados fue inmediata, ese mismo día se recrudecieron los actos represivos contra la población Republicana, fueron asesinados a tiros en pleno casco urbano 6 personas, entre ellas una niña de 14 años, provocando el pánico en la población.
En la ciudad y sus alrededores fueron frecuentes, sobre todo durante Julio y Septiembre de 1936, los “paseos”, asesinatos incontrolados donde eran eliminados de manera irregular Republicanos significados. Los fascistas acostumbraban a registrar, cuando se hacía, estos crímenes, con eufemismos como “herida de arma de fuego” y “hemorragia”. Se realizaban en carreteras de Salamanca, de Cáceres, de Plasencia a La Alberca, y de Plasencia al Barco de Ávila. Y en el ámbito urbano, el barrio de San Juan, el depósito municipal de la calle del Rey, la calleja de las Escuelas Graduadas, la pared del depósito del aguas, el puente de Niebla, la fábrica de la luz (San Lázaro).
Los cadáveres aparecían en pleno campo, muchos sin identificar se inscribían como desconocidos, posiblemente procedían de pueblos cercanos. Los sublevados trataban de infundir terror y escarmiento, por eso procuraban que los vecinos lo presenciaran. Ya a partir de octubre de 1936 aparecían en el registro civil anotaciones de vecinos muertos condenados por tribunales sediciosos. Los asesinatos mediante “paseos” y mediante farsas judiciales se alternaron hasta que los primeros terminaron por desaparecer: La represión sobre los Republicanos se institucionalizó y la jurisdicción fascista se encargó de su exterminio. Además, los fusilamientos, que en algunos casos anteriores se efectuaban en las cercanías del cementerio, pasaron a realizarse al amanecer en el campo de tiro del batallón.
El número de víctimas causadas por la represión nazionalista en la ciudad asciende a 101, de las cuales 53 fueron ejecuciones “judiciales”. La mayor parte eran trabajadores modestos del campo, jornaleros y clase obrera en general; además, con carácter minoritario, algunos maestros, y otros sectores como médicos. En 1936 fueron asesinados extrajudicialmente 48 Republicanos y otros 28 vecinos tras farsas judiciales. En 1937 los consejos de guerra llevaron al paredón a 18 Republicanos, en 1938 cayeron 6 más, y otro en 1940.
En Plasencia la acción criminal represiva de los falangistas fue brutal, inhumana, para no olvidar, ¡Nunca! «No desaparece lo que muere, sólo lo que se olvida». El olvido no es sinónimo de reconciliación como muchos tratan de decirnos, sino para impedir que hechos tan execrables se repitan. Después de tantos años de silencio, por miedo, terror irredento que hace sumisas a las gentes, y que trae el dominio, tenemos la obligación de rememorar a aquellos mártires que pagaron con su vida su dedicación política a los ciudadanos, a la República, para hacer prosperar la ciudad a la que tanto amaban.
Documentos: RadioBCN Estación Mediterránea (Antonio Sánchez-Marín Enciso). La Guerra Civil en Plasencia: represión, economía y población (Antonio Sánchez de la Calle, Leticia Sánchez Leonato e Irene Sánchez Leonato). Mapa de Fosas de Extremadura (Incluida Imagen)
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