Miles de empleados de la siderurgia y el sector naval iban a perder sus puestos de trabajo en 1983, durante ese año en España se sucedieron las manifestaciones y las cargas policiales.
Adjuntamos Videos e imagenes para que esta lucha no se olvide, y que la clase trabajadora la pueda mantener en su memoria y de aprendizaje en futuros procesos.
En 1983 el gobierno de España aprobó el Decreto Ley de Reconversión e Industrialización, que implicó el cierre y desmantelamiento de la siderúrgica de Puerto de Sagunto.
En 1974, España era la décima potencia mundial a nivel industrial, pero las debilidades del sector eran más que patentes a falta de recursos. Sin embargo, la balanza comercial gozaba de superávit.
En el caso de España el proceso de reconversión industrial significaría el desmantelamiento de la gran parte de la industria pesada que se había ido construyendo desde la autarquía de los primeros años del franquismo en torno al INI, concentrada en determinadas zonas con un tejido industrial más sensible y menos diversificado, como por ejemplo Asturias, que se ha calificado de monocultivo industrial (HUNOSA, ENSIDESA), la ría de Bilbao (Altos Hornos de Vizcaya, AHV), Sagunto (Altos Hornos del Mediterráneo, AHM), El Ferrol (astilleros públicos tanto militares como civiles) Cartagena (astilleros e industria química), la bahía de Cádiz (astilleros) o Vigo (astilleros e industria pesada). La coincidencia en el tiempo con la muerte de Franco y el inicio de la Transición Española hizo que aplazaran políticas impopulares por el temor a la conflictividad social correspondiente. También influyó el hecho de que el boicot petrolífero de la OPEP en el momento inicial de la crisis no afectara a España, por ser un país que no reconocía a Israel.
Las políticas de reconversión, por tanto, se tomaron a partir de los años 1980. Estas medidas se tomaron en España en 1981 y supusieron recortes importantes en la capacidad productiva de las empresas de diversos sectores (naval, siderurgia, etc.), para lo que se intentó —sin éxito— canalizar la producción hacia otras nuevas ramas industriales con mejores expectativas.
Los gobiernos del PSOE de Felipe González llevaron a cabo una conflictiva reconversión industrial con la «Ley de Reconversión industrial y Reindustrializaciones» aprobada en 1983. La comúnmente llamada «reconversión» se prolongó hasta los años noventa y entrañó un gasto para el Estado de 1,5 billones de pesetas. Dejó a su paso la destrucción de 83.000 empleos, que afectó sobre todo a localidades como Sagunto, Vigo, Ferrol, Gijón, Sestao, Asúa, Reinosa, Getafe o Puerto Real. Con la idea de acabar con una industria obsoleta se acabó directamente con buena parte del tejido industrial del país sin generar una industria nueva de dimensiones proporcionales o una actividad económica alternativa de bases sólidas. Ello repercutió en la incapacidad de la economía española para hacer frente a la crisis del 92-93 y fue un incentivo para que la actividad económica se orientase en mayor medida a prácticas financieras, inmobiliarias y especulativas.
La incorporación a la Comunidad Económica Europea (1986) obligó a un proceso culminante de desmantelamiento industrial denominado como reconversión industrial durante el mandato de Felipe González a partir de 1986.
Además se limitó la capacidad productiva de sectores como el lácteo, vid, olivo, entre otros.
Fuente → sindicalismo.org
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