Un reconocimiento a la integridad y humanidad de la legación mexicana en Francia que impidió la entrega de Negrín y Azaña a las autoridades franquistas
El acto de presentación del libro de GP Ediciones tendrá lugar el 5 de octubre a las 19:00h en la Embajada de México en España (Carrera de San Jerónimo, 46) y estará a cargo de Fran Pérez, secretario general de Izquierda Republicana y contará con la presencia de sus autores Juan Pérez, Juanarete (guionista) y Manuel Granell (dibujante) así como la prologuista del libro Loreto Urraca.
Las novelas gráficas se han convertido en una excelente manera de mostrar nuestra historia. En este nuevo mundo de la información, donde la imagen predomina sobre todas las demás formas de comunicación, la combinación de textos y dibujos que ofrece el cómic, sirven acertadamente para acercar al público lector fragmentos de la historia de una manera atractiva y documentada.
GP Ediciones siempre se ha destacado por publicar cómics que recuperan parte de nuestra memoria histórica; hemos viajado a campos de concentración del régimen franquista o al interior de la República Dominicana; desde las cumbres de Ordesa a las profundidades del mar. Siempre con la intención de poner en valor pequeños fragmentos de nuestro pasado para que no se olviden y permanezcan en el tiempo.
La muerte de Azaña, tan lejana de las nuevas generaciones, ofrece un buen puñado de clases magistrales sobre el comportamiento humano. Clases que van desde el ignominioso trato del gobierno del mariscal Petain a las y los refugiados españoles, a la intachable demostración de valentía y solidaridad de la legación mexicana en Francia.
Esta historia comienza con una derrota. La Retirada fue el éxodo republicano de 1939 que se produjo al final de la Guerra Civil española, durante los meses de enero y febrero de 1939. A pie, a través de los llamados “caminos de la retirada”, militares y civiles (a menudo familias enteras) en torno a los 500.000, formaron una ola de refugiados que se desplazó, en muy poco tiempo, hacia el otro lado de los Pirineos con una marcha penosa marcada por la precipitación y los bombardeos de la aviación franquista. Una vez en Francia, los refugiados son “acogidos” por las autoridades galas con improvisación y una flagrante falta de medios, internando a muchas de las personas exiliadas en precarios campos de concentración franceses que no reunían las mínimas condiciones de habitabilidad y salubridad. Aún hoy, la Retirada es calificada en Francia como el “éxodo” masivo español. Parte de estas personas (hombres, mujeres, niños, viejos, militares, civiles, etc.), fueron deportadas a España, donde fueron asesinadas, encarceladas o ingresadas en campos de concentración y en trabajos forzados. Algunos fueron enviados a campos nazis en Alemania. Los que se quedaron en Francia desaparecieron, estuvieron obligados a realizar trabajos forzados o fueron encerrados en campos de concentración.
La Guerra Civil española había sido seguida en toda Europa con mucha expectación, por lo que podía significar un cambio revolucionario, propuesto por un gobierno con anarquistas y marxistas. Al terminar, rápidamente llegaron a los medios de comunicación franceses fotos espectaculares donde parecía que pueblos enteros atravesaban el Pirineo con pocas posesiones, buscando refugio temporal frente a los fascistas o para luchar contra ellos dentro de lo que sería la Segunda Guerra Mundial. México abrió los brazos a todas aquellas personas refugiadas que Europa se negaba a acoger. Miles de personas vieron una oportunidad de vivir en paz.
SINOPSIS DE “PLOMO Y GUALDA”
En 1940, el embajador mexicano Luis I. Rodríguez llega a Francia con la encomienda del presidente Lázaro Cárdenas de retomar el embarque para México de las refugiadas y refugiados españoles. Rutas que con el inicio de la Segunda Guerra Mundial se habían detenido. Los terribles acontecimientos de la época, desde la caída de Cataluña, hasta las invasiones alemanas en Europa, agitan las penurias de los miles de hombres y mujeres exiliados en Francia, a quienes Rodríguez trata de amparar aportando los recursos diplomáticos mexicanos. Tras la firma del armisticio franco-alemán, la Falange exterior española comienza la persecución de figuras destacadas de la política republicana en el exilio. Juan Negrín, jefe de Gobierno y Manuel Azaña, presidente de la República son piezas de caza mayor.
Solo la integridad y humanidad de las personas de la legación mexicana impedirán que ambos sean capturados y entregados al régimen de Franco, en un acto de valentía y honor ante la pasividad de las autoridades francesas. Aún hoy estremecen las palabras del embajador mexicano al prefecto francés, después de que el mariscal Petain prohibiera que el presidente Manuel Azaña fuera enterrado con la bandera republicana española: “Lo cubrirá con orgullo la bandera de México. Para nosotros será un privilegio, para los republicanos una esperanza, y para ustedes, una dolorosa lección.”
Fuente → mundoobrero.es
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