Moisés Pérez
Víctimas de trabajo forzado en Navarra| Asociación Memoriaren Bideak.
Hacinados, sin una alimentación adecuada y víctimas de palizas constantes. Bajo el miedo a ser fusilado por las autoridades franquistas, trabajaron como esclavos 2.300 prisioneros políticos para construir una carretera en Navarra entre 1939 y 1941. Las familias de esos esclavos del franquismo han presentado este viernes la primera querella por estas vulneraciones de los derechos humanos en el Estado español. "Queremos que los hechos que el derecho internacional reconoce como un crimen, sean también reconocidos por la justicia del Estado español", han explicado los denunciantes.
La represión franquista fue indiscriminada y sanguinaria. El régimen del general golpista Francisco Franco
fusiló en períodos de paz, cuando la guerra puesta en marcha por el
bando fascista y contrario a la legalidad constitucional derrotó a los
demócratas con la ayuda del nazismo alemán y de los recursos militares
de las camisas negras italianas, a 40.000 personas, según cálculos de
José Álvarez Junco, catedrático de Historia del Pensamiento y de los
Movimientos Sociales y Políticos de la Universidad Complutense de
Madrid. O dicho de otra forma: el franquismo firmó 10 condenas de
muerte al día durante sus primeros diez años de oscuridad.
La caza política de la dictadura
contra toda persona con ideas a favor de un sistema político de
derechos y libertades tuvo distintas caras: desde el reclutamiento a los
campos de concentración para después ser asesinados de manivela
arbitraria a su detención por ejecutar trabajos forzados bajo el miedo a
la muerte a manos de las autoridades falangistas. Este último castigo
fue el experimentado por hasta 15.000 prisioneros republicanos en Navarra, uno de los feudos de las tropas golpistas contra la democracia republicana.
Entre
julio de 1939 y junio de 1941, en plena posguerra franquista, marcada
por la miseria y la represión, por el hambre, el garrote y la delación
de los espías del régimen franquista, 2.300 esposados por motivaciones
políticas estuvieron sometidos a un régimen de
esclavitud en tierras navarras. Los represaliados por el franquismo
fueron forzados a construir una carretera de montaña entre los valles
pirenaicos de Roncal y Salazar. La intención era unir a municipios de
aquellos lugares como Roncal, Vidángoz o Igal.
Sin haber contado con imputaciones de delitos graves por parte de la justicia manipulada del franquismo
, fueron condenados a largas jornadas de trabajo en condiciones
absolutamente precarias. Solo tenían como herramientas de trabajo
picos, martillos y palas mientras dormían hacinados, maltratados por el
frío y con los estómagos descaradamente vacíos por la exigua ingesta de
alimentos. La guadaña de la muerte vino a visitarlos de diferentes
formas: podía ser a través de la ejecución indiscriminada de los
franquistas para intentar escapar de ese infierno en vida o por las
numerosas enfermedades que asediaban aquellos cuerpos de salud precaria.
La tuberculosis fue uno de los rostros de la inevitable.
Mientras
la frontera navarra del Estado español y del Estado francés se
fortificaba con bunkers y otras estructuras defensivas por el temor de
los gobernantes antidemocráticos de la dictadura a una invasión, las
defensas de los esclavos que levantaron estas infraestructuras eran
desgastadas por su nutrición deficiente y unas
condiciones laborales propias de la etapa feudal. Este viernes doce
familiares de estos presos políticos del franquismo han anunciado la
presentación de una querella por crímenes de lesa humanidad en los juzgados españoles.
El escrito, hecho público en Pamplona por parte de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina y por la Asociación Memoriaren Bideak
, encargada de recopilar estos casos de esclavismo franquista y de
homenajear a las víctimas a parir del 2004, es la primera denuncia por
trabajo esclavo en el Estado español. «Pedimos que los hechos que el
derecho internacional reconoce como un crimen contra la humanidad sean
también reconocidos por la justicia del Estado español», han proclamado,
aunque la justicia española cuenta con un largo historial de archivar
cualquier denuncia por torturas o crímenes franquistas que ha presentado
reiteradamente la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella
Argentina.
«Los
familiares impulsamos esta querella por una necesidad que sentimos
desde hace décadas para proclamar cuya dignidad no quisieron someterse.
El franquismo pretendió reformar a nuestros familiares, por lo que los
calificó de desafectos al régimen. Es un orgullo esa acusación que hizo
el franquismo», ha manifestado Belen Esteban, portavoz de los
denunciantes e hija de Juan Manuel Esteban Rico, uno de los prisioneros,
en la presentación física en la librería Katakrak de Pamplona y online
para el resto de el Estado español.
El objetivo de esta
querella, además de buscar judicialmente el fin contra la impunidad de
estos crímenes franquistas, es destapar el manto de silencio sobre estas
prácticas cometidas por la dictadura. «Dentro de todos los crímenes cometidos por el franquismo
, el del trabajo esclavo es de los más silenciados y, por eso, es muy
importante la presentación de la querella. Ésta es la primera querella
que se interpone en todo el Estado español en relación con este tema y
se está trabajando en próximas a Euskal Herria y el resto de España», ha
expuesto Sabino Quadra, ex diputado de la izquierda abertzale en el
Congreso de los Diputados y representante de la Coordinadora Estatal de
Apoyo a la Querella Argentina.
"La querella se dirige contra todos aquellos responsables de la estructura militar franquista
que ejercían en estos espacios concentracionarios", ha precisado
Jacinto Lara Bonilla, coordinador del equipo jurídico que ha
confeccionado la querella ante la justicia española. La estrategia de
los movimientos memorialistas depende de la admisión a trámite de la
querella. En caso de que se dé, empezará la labor de identificación a
los cargos franquistas implicados.
El recorrido de la querella,
de hecho, "es incierto y la experiencia nos hace ser prudentes", ha
indicado el abogado. "Esperamos que se admita a trámite porque aquí no
se trata sólo de un asunto judicial, sino también político, el cual ha
sido tratado en el Estado español de la misma manera", ha asegurado en
un acto que ha coincidido con el primer aniversario de la entrada en
vigor de la ley de memoria democrática española. «Nuestra sociedad
tiene una deuda pendiente con estos presos y con los
valores democráticos que dice defender. No es admisible que continúe
la impunidad actual. Las hijas, hijos y familiares queremos verdad,
justicia y reparación, para que estos crímenes de lesa humanidad no
puedan volver a repetirse», ha reivindicado Ana Barrena, portavoz
Memoriaren Bideak.
La voz de la asociación memoralista ha
explicado que «se tiene constancia del asesinato de tres prisioneros
acusados de intento de fuga, de la muerte de otros 9 en el Hospital
Militar Disciplinario de Pamplona, a consecuencia de diferentes
enfermedades o accidentes y de una muerte más en circunstancias no
despejadas». La búsqueda por detallar los hechos con precisión no ha
sido una tarea fácil. Las víctimas, no en vano, « no hablaban demasiado del pasado », ha precisado la representante del colectivo por la memoria democrática.
« Era demasiado doloroso
. Tampoco nos hablaron de odio, pero sí que nos educaron en la
defensa de la libertad, de la justicia, de la igualdad y del derecho de
las personas y de los pueblos a decidir su futuro. Nos contaron con su
ejemplo diario lo que significa esa palabra, dignidad, porque vivieron y
lucharon por ella», ha relatado Esteban. La querella erigida en un
símbolo contra la impunidad de los trabajos forzados que promocionó el
franquismo en su larga noche de cuarenta años.
Fuente → eltemps.cat
No hay comentarios
Publicar un comentario