Carmen tenía conocimientos de comadrona y a ello se dedicaba como profesión, en un tiempo en que los nacimientos se producían en la propia casa. En muchas ocasiones tras asistir un parto, cuando se trataba de gente humilde de escasos recursos, y sin que nadie se diera cuenta, solía dejar el dinero que le pagaban debajo de la almohada de la madre. De la misma manera, no era extraño verla cocinar para hogares de jornaleros que se hallaban sin trabajo.
El exiliado sanroqueño Diego Rodríguez Gil comunicó a Marina Ortega Bru, la hija mayor: «Tus padres fueron 2 compañeros que en todo momento estuvieron al lado de la clase trabajadora y dieron por ello su vida… Un matrimonio noble, 2 seres fundidos uno en otro. Carmen contribuyó a la conciencia social de su esposo, fue maestra de Ángel, era culta y con un corazón capaz de consolar a todos los que necesitaron de su ayuda». Con emocionante oratoria Carmen participaba en reuniones, mítines, en muchos actos Republicanos, como en la conmemoración del centenario de los liberales fusilados en el municipio en 1831, enterrados en el cementerio de la ciudad.
Tras el golpe militar de julio de 1936 San Roque quedó del lado de los sublevados de manera inmediata. Ángel Ortega y Luis, el hijo mayor, marcharon hacia zona gubernamental. Carmen atendió sin descanso a los heridos de los enfrentamientos de 1936 en el Hospital Municipal, en prolongadas horas de trabajo: A pesar de esta dedicación Carmen Bru fue detenida a principios de agosto en su casa. Fue llevada junto a su hija pequeña al cuartel Diego Salinasde San Roque. No se sabe que ocurrió en su interior. No hubo procesamiento y fue trasladada a la cárcel de Algeciras. La hija mayor, Marina, relató que: “Pasarían 2 horas cuando recibimos un recado para recoger a la pequeña. Mi madre estaba en el interior de un coche con la niña en brazos, y con dos guardias vigilándola. Rompí en llanto y me puse de rodillas suplicando que la dejasen libre. Ella me dijo: Dame un beso, hija. Y no llores. Besé su mejilla, que estaba helada como el mármol y recogí a mi hermanita”. Marina visitó la prisión en Algeciras sin obtener noticia de su madre, pero recibió una carta de ella: “Marina, cuídate pues eres la que tienes que hacer de madre de tus hermanos, Besos a todos, estar tranquilos, pues estoy bien. Vuestra madre que os quiere mucho”.
Carmen Bru Casado, de 44 años de edad, fue trasladada, junto a otras mujeres encarceladas hasta un paraje de Facinas (Tarifa). Allí, sin juicio previo, fueron asesinadas por los franquistas el 5 de agosto de 1936. Entre ellas estaba Antonia Martín, mujer del alcalde de Tarifa, Amador Mora. Después fueron arrojadas a una Fosa en el cementerio de Facinas. Su esposo, Ángel Ortega, fue fusilado en Cádiz el 22 de diciembre de 1939, y enterrado en alguna fosa común. No se han recuperado los restos de ambos. El hijo mayor, Luis el escultor, con 20 años de edad, estuvo en la milicia de la CNT, y se integró como cartógrafo en el Estado Mayor, en Madrid. Los nazionales le hicieron pasar por 3 campos de concentración, fue condenado a trabajos forzados, y finalmente encarcelado en el Puerto de Santa Maria. Marina y Germinal tuvieron que luchar huérfanas y abandonadas por familiares y amigos para sacar a su familia adelante.
El cuartel Diego Salinas fue adquirido por el Ayuntamiento de San Roque a la Junta de Andalucía, y ahora lleva su nombre, Carmen Bru. No es el único reconocimiento a una mujer que destacó por su entrega a quienes más lo necesitaban y por sus ideas de igualdad entre hombres y mujeres. Con anterioridad el Consistorio había rotulado una calle, y una asociación de mujeres se denomina de igual manera.
Noticias Gibraltar, Carmen Bru, una mujer comprometida en tiempos difíciles I y II (Antonio Pérez Girón). Público (Raúl Bocanegra). Todos los Nombres, Ortega Bru, Marina Y Germinal. IES José Cadalso, Carmen Bru y sus hijas, Germinal y Marina. Imagen de la Asociación de Mujeres «Carmen Bru»
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