De exhumaciones de cuerpos de represaliados franquistas hay de muchos tipos . Hay casos en los que la actuación está dentro de un cementerio y en una zona acotada. Otros en los que se tiene la certeza de dónde fueron colgados los cuerpos. En otras ocasiones, unos restos superficiales dan pistas insoslayables. En otras ocasiones, la cosa es mucho más complicada y la tarea se convierte en buscar una aguja en un pajar.
Es lo que ha pasado en la última excavación llevada a cabo entre los términos de Nules y Moncofa por la asociación ArqueoAntro a instancias del Grupo por la Investigación de la Memoria Histórica de Castellón : había que encontrar cuatro cuerpos en un antiguo campo de naranjas de una extensión de 10 hanegadas , esto es, algo más de 8.000 metros cuadrados. Es decir, había que levantar una superficie equivalente a algo más que un campo de fútbol reglamentario. La tarea, pues, era pesada y las posibilidades de éxito bastante reducidas .
En ese caso, se buscaban cuatro cuerpos en una superficie equivalente a un campo de fútbol.
Los trabajos empezaron el último día del mes de agosto, con una excavadora que iba abriendo zanjas. Nada se encontró la primera semana, a pesar de abrir las zanjas donde había más certeza sobre la posible ubicación. Tampoco se encontró nada en la segunda semana. Todos los días de trabajo con maquinaria suponía un gasto de entre 400 y 500 euros. Tanto el GRMH como los familiares empezaron a asumir que, tal vez, la información de que disponían era errónea . Pero no. Tuvieron que transcurrir veinte días para que, al fin, la tierra expulsara sus secretos.
Fue el martes de esta semana, a mitad de la mañana. Cualquier otro no se hubiera dado cuenta, pero Arantxa Jansen, arqueóloga que lleva tres años trabajando en ArqueoAntro, enseguida se dio cuenta de que aquello no era un canto rodado. "Llevábamos muchos días sin resultados y eso, emocionalmente, es duro", explica al día siguiente del hallazgo. La primera observación de la pieza no le dejó espacio para la duda: efectivamente, eso era una parte de la tibia. Los trabajos de retirada de arena posterior han sacado a la luz un primer cuerpo. El cráneo tiene, indudablemente, un politraumatismo, indicio claro de que habría recibido un disparo en la cabeza.
Podría ser la testa de Amadeo Martín Vila, Esteban Alavés Millán, José Belloti Palmer o Manuel Arnau Canós . Son los cuatro jóvenes militantes de la CNT a los que, hace 84 años, dio muerte el franquismo. Tres de ellos eran jornaleros; Esteban Alavés era comerciante. Durante la mañana de este jueves, han aparecido los otros tres cuerpos. "Encontrar los restos era una cuestión de reparación, pero también de justicia", explica Toni Macià , un activista que se empeñó en encontrar al primo hermano de su madre, por el que tanto había oído llorar en casa.
Toni Macià: "Este hallazgo ha sido posible gracias a todas las personas que me han ayudado. El antifascismo nunca está solo"
Fue él quien inició la búsqueda, hace más de 40 años, a tientas y con la poca información oral que le proporcionaron. Estas semanas ha seguido con atención las tareas de búsqueda llevadas a cabo en una partida que, en Moncofa, todo el mundo conoce como el algarrobo de Corma . Aquí tenían los indicios y aquí han encontrado los restos óseos, que ahora tendrán que cruzarse con el ADN de los familiares. Cuando el martes de esta semana, después de veinte días de búsqueda, le avisaron del hallazgo, el corazón casi se le sale por la boca.
"Este hallazgo ha sido posible gracias a todas las personas que, en algún momento u otro, me han ayudado. Cada testigo ha sido un granito de arena -explica, antes de emocionarse-. El antifascismo no ha sido a solas, nunca. Y tampoco ahora lo está ”.
Los designios de los nuevos tiemposLa aparición de los restos óseos es una gran alegría para las familias involucradas, pero es también una gran victoria para el GRMHC . Porque a la dificultad material para encontrar unos restos entre miles de kilos de arena y piedras se ha sumado otra sobrevenida: los obstáculos administrativos e institucionales. O, lo que es lo mismo: la negativa del actual equipo de gobierno de la Diputación de Castellón -encomendado por el PP- por hacer efectivo el convenio apalabrado con los anteriores gestores antes de las elecciones del pasado mayo . "El dinero debe gastarse para las personas", manifestó hace unas semanas la presidenta de la Diputación, la popular Marta Barrachina , cuando le preguntaron por el tema.
La negativa de Diputació a concretar el convenio fue un cubo de agua fría para el movimiento memorialístico de Castellón. Con la anterior diputada de memoria histórica, Tania Baños , el GRMHC había apalabrado una partida de 50.000 euros que debían destinarse a dos campañas de exhumación (la situada entre el término de Moncofa y Nules y otra en las Cuevas de Vinromà, así como la preparación de una obra de teatro sobre memoria histórica).
El dinero se presupuestó y se terminó toda la documentación a principios de mayo. La campaña electoral, primero, y el tiempo de interinidad posterior a las elecciones, después, impidieron firmar el convenio con la diputada Baños. Una vez constituido el nuevo gobierno provincial, el GRMHC se puso en contacto con el nuevo equipo de gobierno provincial pero se encontraron con las puertas cerradas. El silencio administrativo fue la respuesta . De nada sirvió que Moncofa tenga un diputado provincial. La nueva presidenta dejó claro que la memoria histórica no estaba entre las prioridades de su mandato.
Así las cosas, el GRMHC decidió tirar por el derecho, sobre todo teniendo en cuenta que había un compromiso con el actual propietario de los terrenos para que los trabajos finalizaran en septiembre . La entidad aportó 2.000 euros de fondo propio e inició una campaña de donativos que en sólo diez días logró recaudar 6.000 euros. "Se ha evidenciado que, a pesar de que algunas
Quizá el caso de Moncofa sea un preludio de lo que está por venir en materia de memoria histórica.
instituciones nos han dado la espalda, existe una sociedad civil sensibilizada en el tema y que comprende la importancia que estos trabajos tienen para los familiares, pero también para la calidad democrática del país", explica Juan Luis Porcar , del GRMHC.
"Nos esperábamos que disminuyesen o desaparecieran las partidas de memoria histórica a partir del próximo año. Pero en este caso se trata de paralizar un convenio para el que ya hay un dinero consignado", se lamenta Miguel Mezquida , responsable de ArqueoAntro . Sólo el Ayuntamiento de Nules se mostró abierto a destinar una partida.
No es la primera vuelta que deben realizar una exhumación en estas condiciones. Ya lo hicieron en 2012, cuando una campaña de micromecenazgo permitió realizar la exhumación, en Borriol , de José Valls . También entonces fue el empuje de la sociedad civil la que permitió resarcir la memoria de la familia Valls. Once años después, la historia, se repite. Quizá el de Moncofar sea el preludio de lo que está por venir : una vuelta a los tiempos pretéritos, cuando la memoria histórica y la dignificación de las víctimas no figuraba en la agenda política. Sólo el tiempo lo dirá.
Fuente → eltemps.cat
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