Introducción: construir y deconstruir
Construir es un verbo transitivo que significa hacer, formar algo juntando sus partes constituyentes, o también una ordenación según un determinado plan. Otros significados serían edificar, construir, construir un edificio o una máquina. Por extensión, también podría significar construir un sistema, una teoría, una frase, una narración, o un texto explicativo del Memorial Democrático.
Desconstruir sería la acción contraria, pero también explicar y comprender cómo se ha realizado la construcción, rehaciendo paso a paso el proceso constructivo. Deshacer lo ya hecho, para entender la estructura estropeada del edificio construido.
El monolito levantado en el Correc del Gavatx no es de piedra, sino de lata. Sin embargo en el Diccionario dice que un monolito está hecho de piedra de una sola pieza. Los monolitos de lata son un invento barato del Memorial Democrático, no tienen aspiraciones de gran duración y se oxidan bastante rápidamente. Son muy precarios, como sus historias, escritas desde un punto de vista sectario, excesivamente rasgado y chapucero. Casi nunca sirven para nada, pero siempre soportan un texto que pretende pontificar sobre un hecho histórico real o legendario, ocurrido o imaginado, donde se levanta. A menudo exaltan y glorifican hechos patrióticos o nacionalistas.
Primer fragmento del latón
El latón que nos ocupa comienza bastante bien :
El 9 de septiembre de 1936, 21 civiles de Puigcerdà son detenidos en su casa y encerrados en la cárcel de la villa. El Comité Revolucionario de Puigcerdà, que se había realizado con el poder local, da la orden de ejecutarlos. Los milicianos se los llevan en un camión hasta el Correc del Gavatx, donde son ejecutados. Sólo uno, Jaume Brangulí Sirvent consigue hacerse escápulo y salvar la vida”.
Nada que decir respecto a ese fragmento. Sólo dos precisiones:
- El Comité Revolucionario estaba formado por ERC, PSUC-UGT y CNT. No era un organismo cenetista, sino antifascista.
- La lista de nombres de las personas que debían ser fusiladas fue elaborada en el Casal de ERC y la orden de ejecución fue dada por Eliseu Font, secretario del Casal de ERC. Todo ello según informaciones de la Gendarmería francesa, que se encuentran en el anexo 26 de Nacionalistas contra anarquistas en la Cerdaña , publicado por Edicions Descontrol en 2018
Segundo fragmento del latón
El texto escrito en la lata del Memorial, latón al que llaman monolito, sigue así:
“ Entre julio de 1936 y abril de 1937 la Cerdanya vive una experiencia libertaria liderada por el anarcosindicalista Antonio Martín, conocido como el Cojo de Málaga, En plena Guerra Civil, pero en la retaguardia, 52 personas son asesinadas de forma sumaria. Estos episodios provocan una gran conmoción en toda la comarca. En un contexto de enfrentamiento entre las propias fuerzas republicanas, nunca se ha aclarado ni reconocido la responsabilidad de estas muertes.”
1. Antonio Martín Escudero no estaba en Puigcerdá el 9 de septiembre de 1936, sino que estaba en Francia para participar en una serie de mitin para recoger dinero por la revolución.
2. El mote de Cojo de Málaga se lo había puesto despectivamente por los nacionalistas, que comparaban su cojera con la de un cantante de flamenco. El flamenco era extraño y forastero como el extremeño Antonio Martin. Los motes a menudo eran el primer paso hacia la difamación y, si era necesario, cómo hacerlo con un Antonio Martin que impedía la especulación en los precios de la carne, de los cereales y de la leche en una Barcelona que sufría hambre, un líder anarquista que les impedía el contrabando de los rebaños hacia Francia o el paso de diestros al otro lado de la frontera. Para los ganaderos y burgueses, que veían cómo se echaba humo la posibilidad de enriquecerse con el contrabando y el escandaloso aumento de precios, Antonio Martin era demoníaco y le convirtieron en un vampiro sediento de sangre, al que era fácil y cómodo atribuir todos los asesinatos, robos o fechorías de la Cerdanya, sobre todo cuando servían de escudo y protección propias.
3. El alcalde de Puigcerdà por ERC, entre el 20 de julio y el 8 de septiembre de 1936, fue Jaume Palau. La responsabilidad política era suya en cuanto era la máxima autoridad existente en ese período.
4. ¿Ahora son 52 víctimas? ¿Se incluye también a los anarquistas asesinados por la contrarrevolución? ¿Se incluye el nombre de los desertores abatidos en la frontera por los carabineros?
Tercer fragmento del latón
El texto del Memorial Democrático, escrito en el plumero, que no picado en la piedra, dice también:
" La diversidad de profesiones de las víctimas denota que fueron perseguidas por ser conservadoras, católicas, o personas adineradas, sin descartar las enemistades personales o la arbitrariedad".
1.Aquí, el redactor del texto del Memorial alcanza los picos más altos de la hipocresía, porque se cuida mucho decir lo que procede y debe decirse sin tapujos, y sin esconder nada en la manga: Siete de los veinte fusilados en el Corro del Gavatx eran militantes de Unión Patriótica . Unión Patriótica era el partir único de la Dictadura de Primo de Rivera. Es decir, eran fascistas probados, firmes y de vieja solera, antes de la fundación de Falange. ¿Justificaba esto su fusilamiento?: evidentemente, no. ¿Contribuye a entender lo que pasó?: evidentemente, sí. Y esto debería decirse en el texto del Memorial.
2. Quizá sea necesario recordar que el contexto histórico era el de una guerra civil, provocada por un levantamiento militar y fascista contra el gobierno republicano y democrático, legalmente constituido. Esta vez militar y fascista gozó del apoyo y simpatías de la Iglesia Católica y de sus acólitos.
3. Con el levantamiento militar, fascista y católico contra la República se abrió la vía violenta para resolver los conflictos sociales y políticos. Y esa vía violenta la empezaron los militares, los fascistas y los católicos. A cada uno sus responsabilidades.
4. Es tan fácil como falso ignorar ese contexto histórico de guerra civil. En una guerra al enemigo se le mata o te mata. En septiembre de 1936 los hombres de ERC tomaron venganza de la represión, denuncias, prisión, multas y persecución sufridas tras la insurrección fallida de octubre de 1934, por parte de los derechistas espanyolistas, fueran o no militantes de Unión Patriótica .
5. Y esto ocurrió en muchos pueblos de Cataluña, no sólo en la Cerdanya.
6. Los anarquistas en este asunto no jugaron ningún papel, a pesar de las acusaciones gratuitas del Memorial Democrático o del Archivo Comarcal, porque no participaron en la insurrección de octubre de 1934 y por tanto apenas sufrieron represión alguna por parte de los derechistas espanyolistas, como sí la sufrieron ferozmente los nacionalistas de ERC.
7.Sólo la verdad es revolucionaria y derrota siempre a las mentiras. Archivos contra leyendas.
Cuarto fragmento del latón
Después de relacionar y enumerar el nombre de todos los asesinatos en la salvajada del 9/10 de septiembre y de honrarlos de nuevo, como se hizo en los muros de las iglesias ceretanas durante todo el franquismo, se escribe esto, blanco sobre el rojo del latón:
“ La conmoción generada en toda la comarca por los asesinatos al amparo de la CNT-FAI y la instrumentalización propagandista que hace el Franquismo, convirtiéndolos en mártires de su causa, hace que, durante décadas, se instale el silencio entre la población de la Cerdanya”
Aquí la mentira es tan grande como rueda de molino: un disparate. El Franquismo no manipuló nada, sólo reconoció a los suyos. Ser militante de Unión Patriótica era ser fascista de lujo, de los de antes de la fundación de Falange. Y en el contexto de una guerra civil, iniciada con un levantamiento militar y fascista, apoyado por la Iglesia Católica, era hilar demasiado delgado pretender diferenciar a los fascistas de los derechistas y católicos. Por otra parte, los hombres de ERC no hilaban ni delgado ni grueso, sólo buscaban venganza de sus represores: los derechistas espanyolistas que les persiguieron desde octubre de 1934 hasta noviembre de 1935.
Da vergüenza tener que recordar estas obviedades que son bien explicadas y documentadas en el libro Nacionalistas contra anarquistas en la Cerdaña , editado por Edicions Descontrol en 2018.
Quinto fragmento del latón
El texto del Memorial explica, bien pintado sobre una lata nueva y reluciente, que el tiempo quizás oxidará, o no, esta telenovela de hechos:
“ Las ejecuciones del Correc del Gavatx, las que se producían en el collado de Toses, o el derribo a pico y pala de la iglesia de Santa María de Puigcerdà, así como las muertes de Antonio Martin en Bellver de Cerdanya, población que se resistió al poder anarquista, o el paso de miles de refugiados republicanos camino del exilio, se consideran algunos de los hechos más relevantes de la Guerra Civil en la comarca.
- En el libro Nacionalistas contra anarquistas en la Cerdaña se demuestra, sin lugar a dudas, que los muertos de la Collada de Toses fueron, en su inmensa mayoría, un asunto entre carabineros y jóvenes desertores derechistas, que querían huir a Francia. Y los carabineros no hacían más que cumplir con su misión de guardar la frontera.
- La iglesia de Santa Maria fue derribada por una decisión de carácter urbanístico, tomada por el alcalde Jaume Palau de ERC. Nada de acoso religioso.
- En todo el texto se habla de asesinatos, pero cuando llega el turno de Antonio Martin el redactor del memorial habla de "muerte", no de asesinato. Detalles como éste muestran claramente el odio al anarquismo y la falta de objetividad del redactor o redactores del Memorial. Para la gente de orden, el orden capitalista, los revolucionarios no son nunca asesinados, sino que mueren como asquerosas cucarachas, dignas de exterminio y olvido, aplastadas sin ningún tipo de arrepentimiento. Su finiquito es una cuestión de higiene.
- Los nombres de los asesinatos en la emboscada del puente del Segre, el 27 de abril de 1937 son estos:
Antonio Martín Escudero, Julio Fortuny Villa i Antonio Carchaco, xofer
Sus nombres nunca serán recordados por el Memorial Democrático, mejor leerlos aquí que en una placa de latón de ellos.
- Los nombres de los asesinatos en la Serradora el 10 de junio de 1937 son estos:
Juan Anglada Costa, José Basagañas Costas, Juan Marangues Broques, José Costa Fabregas, Esteban Font Marginat, Jaime Font Marginat y un tío de Basagañas
Sus nombres nunca serán recordados por el Memorial Democrático; mejor leerlos aquí que en una placa de latón de ellos.
Ellos que se queden con el plumero; nosotros con la búsqueda honesta del pasado
¿Sería demasiado atrevido pedir una pequeña placa que honre a los siete anarquistas asesinados en la Serradora el 10 de junio de 1937? Pero es evidente que en la mentalidad del Memorial Democrático esto no es posible, porque los anarquistas nunca son asesinados: mueren o son verdugos, pero nunca víctimas asesinadas. Es muy posible que el Memorial dude en que los anarquistas sean personas.
¿Y si proponemos que en los latones repente el puente del Segre y en lo alto de las murallas de Bellver se deje de difamar a Antonio Martín y se reconozca que fue asesinado en una emboscada, preparada por ERC, Estat Català y las autoridades de Bellver, ¿cuándo iba a parlamentar con las autoridades de aquel pueblo?
Sin embargo, mientras nosotros hablamos admirativamente de Antonio Martín como del durruti de la Cerdanya; los del Memorial hablan despectivamente del Cojo de Málaga, que en su imaginario es un vampiro sediento de sangre. Compartimos la lengua y la lucha de clase, desde bandos opuestos. Y aquí llegamos al hueso del problema que cuenta tantas cosas.
En fin, mejor que ELLOS se queden con los muros de todas las iglesias de la Cerdanya, y con todas las latas y latón que puedan acumular; NOSOTROS sólo queremos la búsqueda honesta del pasado, sin mitos ni leyendas.
En el fondo nos encontramos con lo mismo de siempre: el odio visceral de la burguesía contra los anarquistas y su pesadilla de una revolución libertaria.
Se les ve el plumero.
Sólo la verdad es revolucionaria.
Fuente → serhistorico.net
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