La Masacre de Monroyo. En 1947, la guardia civil franquista asesinó extrajudicialmente a 8 republicanos, acusados de ayudar a la guerrilla antifranquista

La Masacre de Monroyo (Teruel). En 1947, la guardia civil franquista asesinó extrajudicialmente a 8 republicanos, acusados de ayudar a la guerrilla antifranquista / Tulio Riomesta 

Tras la victoria franquista en 1939, en diversos puntos de España se constituyeron movimientos guerrilleros antifranquistas. En la provincia de Teruel, la insurgencia Republicana era desempeñada por la comunista Agrupación guerrillera de Levante y Aragón (AGLA), alcanzando su cenit en 1947. El incremento de estas actividades produjo un recrudecimiento de la represión de la dictadura. En octubre de 1947 se produjeron varias detenciones del entorno de apoyo al maquis. Ninguno de ellos era guerrillero, fueron arrestados por, supuestamente, dar apoyo a la guerrilla, cobijo o alimentos:

– El maestro de obras y Republicano liberal José Mir Pastor “El Paleta”, 40 años, nacido y domiciliado en la Ginebrosa (Teruel). Fue detenido en La Cañada de Verich (Teruel) el 18 de Octubre de 1947, y llevado a la Prisión de Partido de Alcañiz (Teruel). Allí fue visto, por última vez, el 6 de noviembre de 1947.
– El agricultor Aurelio Boj Guasch, 31 años, soltero, originario de La Ginebrosa, era agricultor, pastor y minero. Era muy alegre, cantador de jotas, amistoso, apreciado por todos en La Ginebrosa y en la Cañada. Su hermano Alfonso era el marido de Josefa Bayod Riba. Fue arrestado por la guardia civil en La Cañada de Verich el 18 de octubre de 1947 junto con José Mir, y trasladado a la cárcel de Alcañiz. Una de sus ‘manías’ era llevar sus botas rojas muy limpias.
Josefa Bayod Ribas, 50 años, nacida y domiciliada en La Ginebrosa. Esposa de Alfonso Boj, Alcalde Republicano cuando estalló la guerra civil, que hizo todos los posibles porque no hubiera represalias en el pueblo. Fue arrestada en su pueblo por la guardia civil el 20 de octubre de 1947 ante la sospecha de que su esposo y su hijo Joaquín, ambos guerrilleros antifranquistas, pernoctaran en la casa. Al no localizarlos confinaron a Josefa en Mas de las Matas, y tras 2 días de interrogatorio la condujeron a la cárcel de Alcañiz. La última vez que sus familiares la vieron con vida fue el 10 de noviembre de 1947.
Aurora Piñana Clemente, natural y domiciliada en Aguaviva, y esposa del guerrillero antifranquista José Mir Ciprés,“Cona”. Era de origen muy humilde, vivía en una casa sencilla en la parte baja del pueblo junto con sus padres y hermanos. Trabajaba haciendo labores para la gente. Cuentan que era una chica guapa, y que cosía muy bien. Su marido se incorporó durante la guerra al ejército Republicano y dio apoyo a los guerrilleros al terminar la contienda, colaborando también ella en esas actividades. La huida al monte de su marido provocó su encarcelamiento por la guardia civil en Septiembre de 1947, en el Depósito-Cárcel de Más de las Matas (Teruel), y después en la Prisión de Partido de Alcañiz (Teruel). Su madre la visitó hasta que un día le comunicaron que había sido “liberada” el 11 de noviembre de 1947.
– Eran nacidos y domicialiados en Valdeltormo (Teruel), Genaro Fuster Giner, 48 años, y Rogelio Cuartilla. Ambos fueron detenidos acusados de colaborar con la guerrilla antifranquista.
– Habían nacido y vivían en La Fresneda (Teruel), Eleuterio Simó y Bárbara García Lapardina, de 64 años, casada, ama de casa, libertaria. Fue detenida acusada de colaborar con la guerrilla antifranquista, y encarcelada en la Prisión de Partido de Alcañiz (Teruel) el 3 de noviembre de 1947.

Los testimonios oculares fueron muchos: La madrugada del 11 de noviembre de 1947, guardias civiles “sacaron” a estas 8 personas de la prisión de Alcañiz, y, tomando la carretera de Morella, los condujeron hasta un punto de Mas de la Serra, a 5 km de Monroyo. Allí los fusilaron en una cuneta de la vía. Los cuerpos de los asesinados fueron abandonados en el mismo lugar donde cayeron fulminados por sus asesinos. Un camionero descubrió los cadáveres y lo denunció a la guardia civil de Monroyo, quienes ordenaron a un jornalero que llevase en su carro los cuerpos hasta el cementerio parroquial de la localidad. Las botas brillantes de Aurelio Boj asomaban bajo las mantas que tapaban a los muertos, delatando que era uno de los fusilados.

Fermín, un taxista de Monroyo, ya mayor y retirado recuerda aquel día: “Un grupo de chiquillos íbamos detrás del carro y vimos cómo llevaron los cadáveres al depósito del cementerio de Monroyo. Gabriel y José, de Monroyo, vieron cómo los enterraban en una gran fosa en el cementerio, ya excavada por unos vecinos, frente a la puerta, junto a la pared del fondo”. La guardia civil cometió aquel terrible asesinato extrajudicialmente como venganza, represalia, escarmiento, y un aviso a cualquier otra persona, por ser sospechosos de colaborar con la guerrilla antifranquista. A preguntas de los familiares de las víctimas el 12 de noviembre de 1947, los responsables de la cárcel de Alcañiz manifestaron haber “liberado” a los arrestados la noche anterior. Un monolito en el cementerio recuerda a los fusilados de Monroyo, pero sus restos siguen desaparecidos.

Documentos: Diario de Teruel: 70 años después y Una Década de Silencio (Maribel Sancho). Con Nombre y Apellidos. La Gavilla Verde. Wikipedia. Errepublika


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